Los pecados de la juventud

Delicta iuventutis, de la Rue

¡Feliz jueves! En este caso, como en otras veces, no se trata de un alegato contra la forma de vivir de los jóvenes (muchas veces denostada pero también digna de admiración) sino que la música va a poner notas a las palabras de un salmo que sí pretende aconsejar a los jóvenes para que se acerquen a la vida plena de Dios.

Kortrijk

De vez en cuando nos visita Pierre de la Rue (c. 1452-1518), compositor franco-flamenco nacido Tournai y fallecido en Courtrai. Su nombre también aparece a veces como Pierchon, Perchon o Pierson. Poco conocemos de sus comienzos y bien pudo trabajar como cantor en Bruselas y luego en Gante y Nieuwpoort. Sí se sabe que desde 1492 en adelante formó parte de la capilla de la corte de Habsburgo-Borgoña, en la que trabajó para Maximiliano I, Felipe el Hermoso y, a partir de 1508, Margarita de Austria; en tan alta posición tuvo oportunidad de viajar por Francia y España. Sabemos que en el año 1516 fue nombrado canónigo de Courtrai. Su especialidad era la composición de misas y motetes, especialmente destacados por su densa polifonía y su habilidad a la hora de establecer el contrapunto.

Disfrutemos de su motete Delicta Iuventutis, a cuatro voces. Es bastante posible que fuese compuesto para un réquiem con motivo de las exequias de su patrón Felipe el Hermoso y, por ello, se ha señalado como fecha de composición el año 1506. Sin embargo, otros estudiosos han sugerido que podría ser una composición anterior. El texto está tomado del salmo 25 y de nuevos asistimos a esa forma de componer de De la Rue tan abigarrada y llena de momentos complejos pero que no por ello son menos bellos. Una belleza que brilla con luz propia, como todas las de este gran maestro.

La interpretación es de The Hilliard Ensemble.

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