Una sinfonía clásica

¡Feliz viernes! No es la primera vez que escribo este título porque, aunque la música que escuchamos cada día aquí suele llamarse clásica, sí hubo una época que realmente se llama el clasicismo, cuyo representante más insigne fue Mozart.

Hoy escucharemos música de Leopoldo Mozart (1719-1787), compositor alemán nacido en Augsburgo. Obviamente (y quizá injustamente) es conocido por ser padre del gran Wolfgang Amadeus. Desde pequeño aprendió a tocar el violín y el órgano y en 1737 fue a Salzburgo para estudiar teología, volviendo luego a la música para componer prolíficamente en casi todos los géneros. Tuvo siete hijos, pero solamente sobrevivieron Wolfgang y Nannerl. En 1763 fue nombrado maestro de capilla suplente de la corte y en este tiempo también se dedicó a publicar las composiciones de su hijo, quien ya despuntaba con su maestría. En las decádas de 1760 y 1770 viajó por toda Europa para mostrar a su hijo en innumerables conciertos.
Vamos a disfrutar de su Sinfonía en en mayor, Eisen A1. Se conserva en una única copia que se conserva en Lambach y que data de la década de 1750. Ello puede indicar que esta sinfonía tuvo una distribución bastante limitada. Está orquestada solamente para cuerdas y tiene una estructura a pequeña escala y, por tanto, con unos medios algo limitados. De todas formas, el ambiente general está muy cuidado y nos muestra el talento de Leopold Mozart.
La interpretación es de la Orquesta de Cámara de Toronto dirigida por Kevin Mallon.