“Ojalá la Iglesia pueda seguir sin él el `proceso sinodal´ inacabado y entorpecido” La vida de Francisco “ha sido una voz potente”
“Falta valentía y coraje para superar una postura de clericalismo anclado y obsoleto”
| Rufo González
La vida de Francisco “ha sido una voz potente como de trompeta que decía: «Lo que estás viendo, escríbelo en un libro y envíalo a las siete iglesias” (Ap 1,10-11). “Lo que él ha visto” está, sobre todo, en “La alegría del Evangelio”, “Laudato Si” y “Fratelli Tutti”. Son tres “buenas noticias”, “evangelios”, que ni la Iglesia ni el mundo debieran marginar. Ahí tenemos tres manantiales de agua limpia con capacidad para limpiar nuestro mundo y llenarlo de “vida abundante”. Francisco intentó, sin duda, ponerse en el papel de Jesús, propio de todo cristiano, y poder decir con su vida como Jesús: “yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante” (Jn 10,10).
En Francisco se han cumplido también las palabras de Jesús: «¡Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas y apedreas a quienes te han sido enviados, cuántas veces intenté reunir a tus hijos, como la gallina reúne a los polluelos bajo sus alas, y no habéis querido” (Mt 23,37; Lc 13,34). Hasta cardenales de la Iglesia, apoyados por el clero uniformado y seglares clericalizados, han preferido las leyes eclesiásticas a la libertad del Evangelio de Jesús.
Francisco ha tratado de eliminar la contradicción en que vive la Iglesia entre lo que predica y lo que hace. Como decía Jesús “a la gente y a sus discípulos: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen»” (Mt 23, 1-3). “Mientras haya obispos viviendo en palacios o clérigos que se visten de manera que aparecen ante la gente como personajes elegidos, selectos o distintos, y mientras eso se siga viendo con naturalidad y como algo lógico en amplios sectores del pueblo cristiano, ¿cómo va a ser creíble el `Evangelio que se predica en la Iglesia´?... Lo que relatan los evangelios tendría que ser lo primero y lo principal en la vida de la Iglesia, en su organización, en su estructura, en la gestión de su gobierno y en todo lo que a la gente le entra por los sentidos…” (El Evangelio marginado. Castillo, J. M. Desclée de Brouwer. Bilbao 1919. P. 14-15). También la indiferencia de los poderes políticos ha contribuido a que la Iglesia siga ignorando algunos derechos humanos (por ejemplo: marginación de la mujer, celibato obligatorio a clérigos…) y a que los poderosos de este mundo desoigan la voz evangélica del Papa sobre migración, sobre violencia, atención a los más pobres, a los enfermos, a los parados forzosos…
Digo con MOCEOP ante la muerte del Papa: “Ojalá la Iglesia pueda seguir sin él el `proceso sinodal´ inacabado y entorpecido, de hacerse una Comunidad igualitaria, servicial y liberadora. Nos queda el reto de los procesos que él abrió y animó a seguir; y de los que no abrió del todo o él mismo frenó… Moceop asume el legado de lo que queda pendiente sin Francisco: esa reforma integral de la estructura eclesial en la que las mujeres tengan la plena igualdad, retos que Francisco no supo o quiso cumplir”.
“Con todo respeto”, como dice Sebastián Cozar Gavira, presidente de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados (RD 18.11.2024), hago mía su dolorida queja ante las conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad:
a) “aunque hemos conversado y planteado nuestras inquietudes a la Jerarquía por muchos y distintos medios, al CELAM, a otros medios de comunicación, y a varias instancias más, sin embargo, no hemos sido escuchados, ni hemos escuchado que se reflexionara y planteara en el Sínodo la posibilidad de que el celibato sea opcional y no obligatorio, expectativa que consideramos buena y saludable para la Iglesia y la Evangelización. No lo hemos escuchado siquiera como un tema que se pueda tratar posteriormente.”
b) “Dado que los sacerdotes casados somos más de 100.000 y, según se puede estimar, más del 90% del pueblo cristiano acepta nuestra postura, la actitud que percibimos es negativamente significativa… Da la impresión de que cierto clericalismo se sigue imponiendo de modo absoluto y distante de la realidad.”
c) “Desde nuestra opinión ha faltado valentía y coraje para superar una postura de clericalismo anclado y obsoleto. Hay una clara contradicción entre el propósito de escuchar y buscar soluciones prácticas respondiendo a las necesidades reales del tiempo que vivimos, por una parte; y por la otra la realidad de la no escucha...”
d) “Todo ello nos ha llevado a una enorme decepción y a sentirnos ignorados. Es lógico que experimentemos frustración por haber creído en la postura de escucha, y que el tema del celibato opcional sería tenido en cuenta para ser analizado...”
e) “Que la Virgen María nos dé a todos luces de esperanza” (“Tiempo de Hablar. Tiempo de Actuar”. 2025. Trimestre I nº 180 moceop.net. Pág. 15-16).
Creo sinceramente que Francisco optó por cumplir la ley no evangélica, como Pablo respecto de la comida de carne inmolada a los ídolos: “tened cuidado, no sea que vuestra misma libertad se convierta en piedra de escándalo para los débiles. En efecto, si alguien te viese a ti que tienes conocimiento sentado a la mesa en un templo idolátrico, ¿no se verá impelida la conciencia del débil a comer la carne sacrificada a los ídolos? Así por tu conocimiento se pierde el inseguro, un hermano por quien Cristo murió. Al pecar de esa manera contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo. Por eso, si por una cuestión de alimentos peligra un hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro” (1Cor 8,9-13).
Hoy la situación cultural e histórica es distinta. Hoy no se acepta ninguna propuesta, por muy religiosa que sea, si no respeta los derechos humanos y la igualdad humana en tareas sociales e institucionales. Máxime cuando la misma institución contradice en sus leyes lo que en teoría defiende. Evidente en la legislación eclesial respecto del celibato y de la prohibición de ministerios a las mujeres. Estas prohibiciones no caben en el Evangelio ni en el Espíritu de Jesús. Objetivamente son un pecado contra el Espíritu.
Que Francisco, desde el cielo, nos inspire para conocer el Evangelio, vivir la libertad de los hijos de Dios, ampliar la Iglesia de Jesús con todos los acepten su mensaje de Amor, que nos vuelve a todos iguales en dignidad, libertad y fraternidad.
rufo.go@hotmail.com