Seminario: Mujeres e Iglesia Muchas mujeres de Acción Católica acabaron en la política y los movimientos feministas

Muchas mujeres de Acción Católica acabaron en la política y los movimientos feministas
Muchas mujeres de Acción Católica acabaron en la política y los movimientos feministas

La evolución experimentada a partir del Vaticano II da lugar a tensiones de la Acción Católica Femenina con la jerarquía, lo que no pasó con la masculina, sólo se transformaron los colectivos femeninos y juveniles.

La mujer tenía que ser dócil y eficiente, sumisa y obediente, a las órdenes de los párrocos, de la jerarquía

Se sabe mucho de las secularizaciones de sacerdotes, pero nada de las salidas de religiosas

Hay sindicatos de obreras católicas que consiguieron grandes avances, estos nacieron a raíz del trabajo colectivo, se mejoran los lugares de trabajo

Una mujer crea la única asociación para la construcción de casas, el Barrio de la Aguja, para construir casas baratas, María Domingo

El seminario “Mujeres e Iglesia: un análisis histórico desde la perspectiva de género. Del asistencialismo piadoso a la movilización católica (1875-1975)” entró en su segundo día en el “Panel de fuentes históricas” que ayudan a conocer el papel de la mujer en la Iglesia a través de los indicios y pistas que ofrece, incluso cuando no sean muchas o las deseadas no sean las suficientes, pues sugieren, cuanto menos, presunciones y diseñan vías de investigación y tesis a desarrollar.

Para ello desembarcó, junto con el canónigo historiador y experto Ramón Fita, director del Archivo Diocesano y delegado episcopal de la Causa de los Santos, en las aulas del Palacio de Pineda, quien es el buque insignia de la archivística valenciana, Vicente Pons Alós, Doctor en Historia, profesor de la Universidad de Valencia y director del Archivo de la Catedral de Valencia, quien fue destacado protagonista  de la jornada, con un estudio sobre el asociacionismo católico femenino en la provincia de Valencia, ofreciendo cifras y noticias que describían el importante fenómeno sociológico católico obrero.

Alberto Marín Pastrana, técnico del Archivo de la Catedral, dio cuenta de su laboriosa investigación de parte de la correspondencia privada del arzobispo de Valencia Marcelino Olaechea, que fuera Obispo también de Pamplona, donde se constata la intervención y orientación del prelado en instituciones creadas en su tiempo por mujeres en ambas diócesis como es el caso de Villa Teresita o Escuela de Enfermería, grandes realidades de servicio social de la postguerra. Impresionó el relato detallado que hizo a partir de las cartas de los casos de presos políticos del franquismo, llegando a salvar del fusilamiento o liberar a presos, atendiendo a los miles de cartas –más de 20.000- y escritos de súplica que se le dirigieron, documentación que está contenida en el Archivo de Valencia. El 80 por ciento de aquellas cartas y escritos fueron firmados por mujeres, madres, esposas, novias o compañeras, siendo atendidas y contestadas todas, haciendo gestiones el arzobispo ante autoridades y jueces para resolver las peticiones, teniendo su efecto muchas de las solicitudes.

María Asunción Sotillos Rubio, del departamento de la Causa de los Santos del Arzobispado, presentó un estudio hecho sobre los boletines de información de las mujeres de Acción Católica de la Diócesis de Valencia desde 1951 a 1963, a partir de los textos contenidos en ellos, principalmente los artículos del Consiliario y de la Presidenta, analizando cómo se consideraba a la mujer afiliada a Acción católica y cómo fue evolucionando hasta el Concilio Vaticano II. En el lenguaje de los boletines siempre se hablaba de que la mujer tenía que ser dócil y eficiente, sumisa y obediente, a las órdenes de los párrocos, de la jerarquía. Detalló las actividades en que colaboraron las mujeres de Acción Católica en aquella época, incluso colaboraron con la jerarquía que les pidió ayudaran a pacificar cuando se hizo una reestructuración parroquial que produjo polémicas y conflictos. Se daba mucha importancia a la formación de la mujer como madre y esposa cristiana, insistiéndose en la idea de que la sociedad sería cristiana si la familia era cristiana. Con el avance de los años se tuvo contacto con organizaciones femeninas cristianas de otros países y se inclinaron hacia responsabilidades sociales en respuesta a una invitación de Pío XII. Se les sugiere ser mujeres en salida, hacia los demás, a darse cuenta de las necesidades del mundo. Consecuencia de ello nace la Campaña de Manos Unidas, del hambre del mundo.

Ramón Fita
Ramón Fita

Vicente Pons Alós, bibliotecario y archivero de la Catedral de Valencia, habló de la importancia de las fuentes menores, que a veces es lo único que nos ha llegado, pues bien analizado ofrece información interesante. De antes de la guerra queda poca documentación (13.000 legajos históricos ardieron cuando fue incendiado por los milicianos anarquistas en 1936 el palacio arzobispal) de las instituciones de la Iglesia. La época republicana, la de la guerra y la de la dictadura hizo que mucha documentación que se guardaba en casas quedara destruida. De documentación fontal aparentemente menor, puso como ejemplo, la lista del registro de asociaciones del gobierno civil entre 1887 y 1936, que ha estudiado y pondrá a disposición de los asistentes donde se ofrece curiosos datos sobre sociedades y entidades, también católicas femeninas, algunas de las cuales además de religiosas estaban clasificadas como políticas. En el listado se ve número de asociaciones católicas de hombres, de mujeres y mixtas. Cada una de ellas es merecedora de una biografía Valencia, Torrent, Sueca, Ontinyent, Cullera, Moncada,… son las poblaciones con más asociaciones. Curiosamente, aparecen documentadas todas las asociaciones de Adoración Adoraciones Nocturna de hombres, pero ninguna de mujeres y sí existían. Las asociaciones de obreras católicas están jerarquizadas según empleos y tiene la sede en la misma ubicación. Hay asociaciones para preparar festejos, para proteger derechos y propiedades, de acción católica, la Junta de Damas Patrióticas, la Juventud Católica Femenina, las Cajas Dotales, algunas cooperativas. Una mujer crea la única asociación para la construcción de casas, el Barrio de la Aguja, para construir casas baratas, María Domingo Casañ.  Se llamaba aquella sociedad Obrera Provisora de Casas Baratas. Hay sindicatos de obreras católica que consiguieron grandes avances, estos nacieron a raíz del trabajo colectivo, se mejoran los lugares de trabajo.

Mónica Moreno Seco, doctora en Historia,profesora de la Universidad de Alicante, versó sobre “Catolicismo femenino y movilización en los años 70”, que discurrió por las sendas marcadas por el Concilio Vaticano II de acercarse a la sociedad, escucharla y atender a sus necesidades, adquiriendo mayor protagonismo en la vida de la Iglesia, dado que la relación jerarquía-laicos tenía que ser en el plano de mayor igualdad y colegialidad. Hizo un análisis de los distintos movimientos católicos obreros femeninos, en algunos puntos coincidentes con movimientos sociales de izquierda de su época, donde se mostraron activas militantes y no mujeres sumisas y pasivas de sus anteriores épocas. La evolución experimentada a partir del Vaticano II da lugar a tensiones de la Acción Católica Femenina con la jerarquía, lo que no pasó con la masculina, sólo se transformaron los colectivos femeninos y juveniles. En los años 70 hay una gran controversia en el mundo y la Iglesia sobre el papel de la mujer y se produce un auge del feminismo. En Alicante, la primera asociación vecinal que se creó fue en Elda y la fundaron dos mujeres de una institución religiosa que eran de Hoac. Otras destacadas dirigentes de Acción Católica acabaron de diputadas socialistas (Asunción Cruañes). Se produjo crisis identitaria ante la profesionalización de las religiosas activas (sanidad, enseñanza,…) y hubo muchas bajas y salidas de las Órdenes clásicas. De las salidas de sacerdotes y religiosos se sabe bastante, pero de las de religiosas no sabemos nada. Muchas mujeres procedentes de Acción Católica que sobrevivieron a las extinciones de sociedades católicas y deserciones se integraron en el feminismo.

Feminismo años 70

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