Un libro de Cesar Vidal difícil de recomendar (II)

El tratamiento que Cesar Vidal da a Hitler es una distorsión. Cesar Vidal asegura en el “Judío Errante” que Hitler no solo era homosexual, sino que de jovencito (entre los 15 a los 19 años) se prostituía en Viena con señores mayores.

De Hitler se ha dicho mucho. Se sabe que Goebbels procuraba que se diera una imagen del Führer de totalmente entregado a Alemania y que este no se distraía con mujeres. Pasada la segunda guerra mundial, aparecieron muchísimo rumores contradictorios. Entre otros que era un mujeriego de primera. Que tenía parientes judíos. Otros que era homosexual. Otro relata de una hija que tuvo que falleció a las dos horas de nacer. Cesar Vidal concede crédito al de la homosexualidad, solo le falta asegurarle que su amante era Rudolf Hess, otro rumor de tantos que hubo. La verdad es que antes, durante y después de la guerra, se dijeron muchísimas cosas de Hitler, muchas de las cuales carecen de fuentes y base fiables. Lo que nunca había escuchado es que se ganaba de adolescente los cuartos con la prostitución.

Lo único que queda claro es que Hitler mantenía una relación de amistad con un nazi reconocido como homosexual, se trata de Julius Röhm. Y se sabe que a la muerte de este tras la noche de los cuchillos largos, Hitler impuso una persecución de homosexuales. Las cifras estimadas dicen que entre el 1 y el 2 % de las victimas del holocausto fueron asesinadas por ser homosexuales.

Además, si Hitler era homosexual, no se entiende porque alimento ese amor con Eva Braun y porqué en los últimos momentos se casó y se suicidó con ella. Si entre los nazis hubiera corrido el rumor de la homosexualidad del Führer, habría hecho Hitler lo que tantos altos personajes históricos han hecho, y muchos hombres importantes, casarse con una mujer para acallar los rumores.

Cesar Vidal resalta que Hitler era católico, además de homosexual. Lo hace intencionadamente y consciente que Hitler de practicante y creyente tiene lo que yo de cura. Lo curioso es que comete un error histórico al afirmar que firma Hitler el concordato con Pío XII (Eugenio Pacielli), cosa que no es verdad, lo firmó con Pío XI, y Eugenio Pacielli en aquellos días solo era el representante del Vaticano en Alemania, o sea, el nuncio. Un nuncio no creo que tome decisiones el solo de firmar o proponer concordatos. Pero Cesar Vidal lanza que el silencio de Pío XII ante el holocausto se debió al concordato y tilda de simple excepción entre los católicos que lucharon por salvar judíos a monseñor Von Galen.

Pues a mi me parece que existió un tal Oscar Schindler, ¿no? Me suena que era católico. Y me suena que el católico Von Papen colaboró con el nuncio Roncalli para ayudar a sacar judíos de Alemania.

Además, Eugenio Pacielli preparó con Pío XI una encíclica condenando el nazismo, y ya en el pontificado la Iglesia Católica de Italia, a la cual el Papa está siempre al tanto y al corriente, protegió a montones de judíos. Por tanto son mentiras y manipulaciones de Cesar Vidal.

Luego está su manía por identificar nacionalsocialismo con el socialismo. Es todo mentira. Si uno hace consultas sobre las elecciones de Alemania de aquellos años, podrá encontrar la presencia de dos partidos de izquierdas muy mayoritarios, el Partido socialdemócrata Alemán (PSD) y el Partido Comunista (KPD) que se vieron superados por Hitler en las elecciones. Además, el partido nacionalsocialista no simpatizaba en nada con la izquierda. Prueba de ellos son las matanzas que se organizaban entre nazis y comunistas en Alemania que debilitaron al presidente socialista Paul Von Hindenburg. Una vez en el poder, Hitler se encargo de perseguir a toda la izquierda política.

Lo que me parece sorprendente es que se tilde en el libro de Cesar Vidal de socialista a Benito Mussolini. Lo fue en su juventud y por influencia familiar, pero no se menciona su conversión a la ultraderecha de los camisas negras. Además, a Mussolini lo expulsaron del partido socialista italiano, y a partir de ahí se reconvirtió a la ultraderecha en la que históricamente hoy se le sitúa, pero como dije, Cesar Vidal obvia esto intencionadamente.

Cesar Vidal es protestante y de derechas. Ser protestante no implica odiar el catolicismo y ser de derecha tampoco implica odiar a la izquierda. Adolfo Suárez fue de derechas y legalizó los partidos políticos de izquierdas como el partido comunista. El problema de Cesar Vidal es que pretende hacer ver que las revueltas socialistas en Alemania, tras las cuales estaba el PSD y la KPD desembocaron en la llegada al poder de los nazis. Como si esos socialistas alemanes se hubiesen reconvertido a la ideología de Hitler. También quiere identificar que la intransigencia hacia el pueblo judío era promovida por los paises católicos.

Me faltaría saber como repercutió en el mundo protestante la obra de Lutero “Sobre los judíos y sus mentiras” en la que los tilda de gusanos, y recomendaba pegarle fuego a sus sinagogas, confiscarles su dinero y esclavizarlos. Según Cesar Vidal la lectura de la Biblia permitió sacar de la ignorancia a muchas personas respecto a los judíos. Pues parece que en el reformador protestante esto brilló por su total ausencia. Hay algún historiador que apunta a que esta obra luterana tuvo repercusiones entre los nazis, ojo, digo los nazis porque ignoro que repercusión tuvo en el mundo protestante.

Si he podido buscando por la red documentar numerosas expulsiones de judíos en Alemania, pero como no puedo distinguir si gobernaban los católicos o los protestantes facilito estos datos y si algún lector lo sabe que lo diga.

Hamburgo (1649)
Bohemia (1744)
Lubeck, Bremen, Wurzburg, Franconia, Swabia y Bavaria (1814-1820)

También el identificar a Hitler con la homosexualidad va dirigido con esa idea.

Cesar Vidal es persona inteligente y de amplios conocimientos, pero los emplea con cierta villanía dando credibilidad a las fuentes y hechos históricos que le conviene y omitiendo otros. Uno puede saber mucho y tener grandes capacidades, pero no por ello va a ser respetable, lo será dependiendo de como las emplee. Cesar Vidal usa sus conocimientos, sus títulos y prestigio para manipular la historia y confundir a sus lectores y oyentes.

No puedo recomendar este libro. Está bien hasta cierto punto, y es de muy amena lectura. Pero es una pena el estropicio hecho y con la intención de engañar a los lectores. Siempre le quedará seguramente a Cesar Vidal la posibilidad de acusar de loco a su personaje, y sino léanse el final del libro, final que ciertamente no he llegado a comprender su finalidad.
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