¿Un Cristo irreconocible?

Ya saben muchos que teólogo no soy y no tengo estudios en teología. Una vez me plantee estudiar filosofía, y al final tiré por la ciencia. Me gusta que el conocimiento sea manejado, pueda ser discutido y debatido, pero no esta bien que se prohíban debates por ese miedo a que alguno crea algo que a ciertas autoridades no les interese que crean.

Como ya dije no soy teólogo, pero antes me parece mucho más escandaloso que se censure a grandes sabios de nuestra Iglesia en lugar de corregirles si acaso están equivocados. La censura se aplica porque se carece de argumentos mejores para convencer.

Es curioso, si retrocediésemos 5 años y un teólogo hubiera dicho que Cristo nació en Nazaret y no en Belén, y hubiera instalado un enorme Nazaret, muchos habrían gritado y puesto el grito en el cielo. Si hubiese dicho que se basa en San Mateo peor aun, porque literalmente el Evangelio dice que Jesús nació en Belén.

También si hace 50 años otro teólogo hubiera anunciado que Dios es también madre, alguno hubiera agarrado otro cabreo, y seguramente Ottaviani se habría levantado del sillón de la Congregación para la Doctrina de la Fe para aplicar una censura o condena.

Pues así es, en mi Iglesia se condena a gente, o se dice que una obra es mala y desfigura a Dios o a Jesucristo. A base de condenar y condenar, la propia condenación parece haber quedado con el tiempo desfigurada y desprestigiada. A Teilhard de Chardin le condenaron, le hicieron la vida imposible y al final hoy goza de un enorme reconocimiento. Si mirásemos el santoral, veríamos santos condenados, perseguidos por la Iglesia o bajo sospecha, y a unos pobres borregos alegrándose, regocijándose y celebrando las desgracias ajenas. Finalmente llega un nuevo Papa, cambian los tiempos y al final los sospechosos, los condenados, los perseguidos son no solo rehabilitados sino hasta estudiados, beatificados y santificados.

La historia se puede repetir y volver a repetir. Pero el daño recibido a algunas de estas personas ya está hecho, y los que se alegran y lo celebran no son sino más que unos miserables.

Pues este año no se han escandalizado con un Nazaret en el Vaticano, si lo hicieran se escandalizarían con el Papa. A mi si Jesús no nació en Nazaret o no nació en Belén no afecta a nadie. Desde luego ya sabemos que no es dogma que Jesús nació en Belén, y sino el Vaticano blasfema contra si mismos. En la Santa Sede se ha sentado un teólogo, tan teólogo como los que hoy se condenan, y que si desde luego hace 40 años hubiera hecho lo que hizo en su pontificado, le habrían condenado y los que se alegran con las desgracias ajenas lo habrían celebrado.

A Pagola yo no le diré si su Jesús me resulta irreconocible o no, no he leído su libro. Desde luego hay gente que dice que no es cierto lo que se afirma de su obra, y por más que alguno se empeñe en causarle daño, le está dando una propaganda magnífica. Al claretiano José María Vigil ni sabía que existía, pero no creo que sea para tanto lo que se dice de él. Dicen que está en países de misión, por eso no se le conoce nada en España, pero desde luego hay que ver como se alegran vilmente algunos de semejantes condenas, y más de un hombre que está haciendo como mejor puede un servicio importante a la Iglesia.
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