"Con Alejandro e Inés somos peregrinos de esperanza en la Amazonía" Santidad con rostros

Monseñor Alejandro Labaka y la Hermana Inés Arango
Monseñor Alejandro Labaka y la Hermana Inés Arango

"Cada año en torno al aniversario de la entrega de la vida de monseñor Alejandro Labaka y la Hermana Inés Arango, el Vicariato Apostólico de Aguarico promueve y realiza caminatas desde diversas partes del país hacia la tumba de estos mártires en el Coca, Orellana"

"Estas caminatas son muestra de una 'Iglesia en Salida', de una iglesia sinodal, de una iglesia que va  al encuentro de los más pobres y marginados, comprometida con la defensa de la vida, de los derechos, de las culturas de los pueblos, de la ecología integral, del cuidado de la casa común"

"Sin embargo, las manifestaciones de vida, las marchas por la esperanza, las que reclaman la defensa de la casa común y las que muestran la solidaridad comunitaria no son noticia para los medios de comunicación nacionales"

Así podrán nacer testimonios de santidad con rostro amazónico, que no sean copias de modelos de otros lugares, santidad hecha de encuentro y de entrega, de contemplación y de servicio, de soledad receptiva y de vida común, de alegre sobriedad y de lucha por la justicia. Imaginemos una santidad con rasgos amazónicos, llamada a interpelar a la Iglesia universal” (papa Francisco, Querida Amazonía No. 77)

Cada año en torno al aniversario de la entrega de la vida de Mons. Alejandro Labaka. y la Hermana Inés Arango, el Vicariato Apostólico de Aguarico promueve y realiza  caminatas desde diversas partes del país hacia la tumba de estos mártires en el Coca, Orellana. Bajo el lema “Con Alejandro e Inés somos peregrinos de esperanza en la Amazonía” cientos de caminantes se unen para recordar la opción misionera de Alejandro e Inés de anunciar el evangelio defendiendo la vida de los pueblos amazónicos. La marcha se da en varias provincias del Ecuador como Pichincha, Manabí, Guayas, Sucumbíos, Pastaza y otras  y también en Colombia, Bolivia, Chile, España e Italia.

Estas caminatas son muestra de una “Iglesia en Salida”, de una iglesia sinodal, de una  iglesia que va  al encuentro de los más pobres y marginados, de una iglesia comprometida con la defensa de la vida, de los derechos, de las culturas de los pueblos, de la ecología integral, del cuidado de la casa común.

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Apenas iniciado su pontificado el papa León XIV anunció una buena noticia para nuestra Amazonía: declaró venerables a nuestros mártires Alejandro e Inésy aprobó la santificación en octubre de la beata María Troncatti, salesiana,  misionera entre el pueblo Shuar en el Vicariato de Méndez. Así las dos religiosas y el obispo son señalados como ejemplos a seguir,  imitar y venerar por la Iglesia Universal.

MARIA TRONCATTI

Sin embargo, las manifestaciones de vida, las marchas por la esperanza, las que reclaman la defensa de la casa común y las que muestran la solidaridad comunitaria no son noticia para los medios de comunicación nacionales. Lamentablemente la mayor parte de los reportajes que se emiten en relación con la Amazonía, generalmente son muy negativos, solo cuentan los desastres naturales, la destrucción del ambiente, los derrames petroleros, la minería ilegal, los hechos de violencia, entre los que se incluyen las acciones populares de resistencia.

Las caminatas son el memorial que nos recuerda que un 21 de julio de 1987 un recóndito rincón de la selva se iluminó con la donación martirial de la sangre derramada por Alejandro e Inés, que murieron en silencio, pero conscientes de que su entrega tenía pleno sentido en defensa de los pueblos indígenas en aislamiento, afirmando fuertemente: “Si no vamos nosotros, los matan a ellos”. Esa convicción es la que motiva e impulsa a muchos jóvenes y personas a movilizarse, a caminar en una peregrinación alegre y comprometida con la esperanza y la vida, desde la fe y con amor solidario. 

Para muchos la selva es un infierno verde o un espacio para colonizar, depredar, aprovechar y generar riqueza explotando inmisericordemente sus recursos. Para los misioneros y misionerascomo dice el cantante Juan Morales: “La selva es tu gran mansión, por ella viaja tu corazón, la selva es amor eterno, es el destino de tu misión, el río es una canción, el confidente de tu ilusión, viajas por él siempre por él, es el testigo de tu opción... Por la igualdad, la libertad, tu vida das hasta morir, la dignidad de los sin voz es la obsesión de tu misión…Gracias, Señor, por tu amor, por Alejandro y por Inés, fueron la luz que iluminó a estos pueblos con la verdad …La selva es una madre generosa, tu corazón, Jesús está latiendo”.

El ejemplo y la luz de los venerables Alejandro e Inés, de la beata  María Troncatti y de tantos agentes de pastoral amazónica en las distintas diócesis y vicariatos del Ecuador deben difundirse y conocerse en toda nuestra iglesia y en el país, para que sean un desafío para nuestra sociedad que mayoritariamente se muestra indiferente, atemorizada y sin capacidad de reacción ante la violencia, la inseguridad, las violaciones de los derechos, la destrucción social y de la naturaleza.

La entrega total de Alejandro e Inés nos interpela y nos invita a comprometernos, a ser  fieles al encargo del Señor: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Marcos 16,15).. #ComuniquemosEsperanza

AMIGOS DE ALEJANDRO E INÉS a defender la vida...

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