Conferencia Episcopal de Chile emitió un mensaje en 1° de Mayo y se reunió con el Gobierno de Boric Chile: Entre las luchas por la dignidad y avances laborales

Chile: Entre las luchas por la dignidad y avances laborales
Chile: Entre las luchas por la dignidad y avances laborales

En la celebración del Día del Trabajo, la Conferencia Episcopal de Chile enfatiza la necesidad de mejorar las condiciones laborales y asegurar el respeto por la dignidad humana en el mundo del trabajo, destacando las desigualdades aún presentes.

La iglesia insta a autoridades y líderes económicos a crear un entorno más justo y estable para todos los trabajadores, en un esfuerzo por combatir la vulnerabilidad laboral y promover una sociedad más inclusiva.

Al cierre de esta nota y en vísperas del Primero de Mayo, el Presidente Gabriel Boric recibió a los obispos del Comité Permanente en el Palacio de La Moneda, sede del gobierno.

Una reunión en el Palacio de La Moneda con el Presidente de la República, Gabriel Boric y el Ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, sostuvieron los obispos del Comité Permanente del Episcopado Chileno que fue elegido en este mes de abril último. La reunión tuvo como contexto el dolor nacional por el reciente asesinato de tres policías y la realidad laboral en una nueva conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.

A esta reunión asistieron los obispos René Rebolledo, presidente del Episcopado; Ignacio Ducasses, vicepresidente; Sergio Pérez de Arce, secretario general; y los miembros de la instancia Juan Ignacio González y Fernando Chomalí.

Primero de Mayo
Primero de Mayo

En su mensaje con motivo del Día del Trabajo 2024, la Conferencia Episcopal de Chile refuerza la necesidad de un mayor respeto por la dignidad humana en el ámbito laboral. Este llamado no solo refleja la situación de los trabajadores en Chile, donde se ha observado una emergencia laboral significativa y un retroceso en el empleo que recuerda tiempos de crisis pasadas, sino que también se hace eco en contextos internacionales similares donde la inestabilidad laboral prevalece.

El mensaje enfatiza la importancia de crear condiciones laborales más justas y estables, un llamado que resuena profundamente en un país que aún lucha por recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia y donde las políticas laborales necesitan urgentemente adaptarse para proteger a los más vulnerables. Este mensaje se alinea con los esfuerzos legislativos que buscan promover un empleo digno y estable, tal como se refleja en las leyes que regulan los contratos laborales en Chile, intentando equilibrar las necesidades del mercado con la protección de los derechos de los trabajadores.

Cabe señalar, también, que Chile ha experimentado logros significativos en el ámbito laboral recientemente, destacándose la notable reducción de la jornada laboral y la disminución del desempleo, que aunque leve, genera esperanzas.

La implementación de la Ley 21.561, efectiva desde abril de 2024, marcó un hito al reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, norma que comenzó a regir hace una semana. Esto implica un avance considerable hacia una mayor calidad de vida para los trabajadores.

Dicha medida busca mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal, aumentando la productividad y el bienestar general. Además, Chile ha visto una disminución en sus tasas de desempleo, reflejando una recuperación económica sólida y una adaptación exitosa a las nuevas regulaciones laborales. Estos cambios no solo benefician a los trabajadores, sino que también promueven un entorno empresarial más dinámico y resiliente.

Conferencia Episcopal de Chile
Conferencia Episcopal de Chile

Mensaje de la CECH

El texto completo del mensaje episcopal, es el siguiente:

Mensaje de la Conferencia Episcopal en el Día del Trabajo 2024
“Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos” (Sal 89, 17)

En la conmemoración anual del Día del Trabajo, enviamos un fraternal y cordial saludo a las trabajadoras y trabajadores del país. Pedimos a Dios, por intercesión de san José Obrero que haga fecunda las obras de nuestras manos, y por medio del trabajo, podamos edificar una sociedad más justa y amable para todos.

El 1 de mayo es una jornada propicia para agradecer el trabajo de mujeres y hombres que hacen progresar a la sociedad, así como la dedicación de tantos para lograr condiciones laborales más justas. Es también la ocasión para renovarnos en la búsqueda de un mayor respeto por la dignidad humana en el mundo del trabajo, pues todavía hay numerosas situaciones que la dañan. El Papa Francisco, en su Encíclica Fratelli tutti, señala que el gran tema de la sociedad es el trabajo y se debe asegurar una vida digna a través de él, señalando: “la política no puede renunciar al objetivo de lograr que la organización de una sociedad asegure a cada persona alguna manera de aportar sus capacidades y su esfuerzo. Porque «no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo». En una sociedad realmente desarrollada el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no sólo es un modo de ganarse el pan, sino también un cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo, y en definitiva para vivir como pueblo” (162).

Tenemos presente en este día especialmente a quienes tienen trabajos precarios o informales y que no alcanzan la suficiente estabilidad para el sustento propio y el de sus familias. También la situación de tantos hermanos migrantes con contratos y condiciones laborales que los mantienen en situación de vulnerabilidad. Alentamos a las autoridades, actores políticos y económicos a crear condiciones más favorables y estables para un trabajo digno, como también propiciar fuentes laborales y apoyos para aquellas empresas más frágiles.

Esperamos, asimismo, que en el mundo y en nuestro país se consoliden ambientes de paz y seguridad, indispensables para la existencia y desarrollo humano. Las guerras, las violencias y la inseguridad empobrecen a la sociedad y dañan el trabajo, sobre todo el de los más pobres.

A Jesucristo, que compartió nuestras fatigas, dolores y alegrías, le pedimos que nos anime y bendiga en este día. Nos conceda que su Reino de paz y de justicia pueda ser experimentado en las fábricas y minas, en los campos y las ciudades, en el mar y cordillera. A Santa María y San José Obrero, pedimos que intercedan por las intenciones de los trabajadores ante nuestro Señor.


† René Rebolledo Salinas Arzobispo de La Serena Presidente

† Sergio Pérez de Arce Arriagada, sscc Obispo de Chillán Secretario General.

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