11 de septiembre, 50 años del Golpe de Estado civil y militar Chile: la urgencia de sanar heridas y reconstruir la memoria

Para la memoria de los 50 años, el rol jugado por el cardenal Silva Henríquez fue clave en la defensa de los derechos humanos.
Para la memoria de los 50 años, el rol jugado por el cardenal Silva Henríquez fue clave en la defensa de los derechos humanos.

Las heridas en Chile siguen abiertas porque después de 50 años del golpe, hoy persisten 1.092 personas detenidas desaparecidas, y 377 personas ejecutadas sin que se hayan entregado sus cuerpos. El profetismo del cardenal Raúl Silva Henríquez en la defensa de los derechos humanos, no ha tenido parangón. 

Hoy se vive un ambiente socio político de confrontación, especialmente en el lenguaje de los discursos y declaraciones, pero también, ayer y hoy, en las calles de Santiago, que según la autoridad, hubo 102 acciones masivas programadas. Es medio siglo de dolor, esfuerzos de sanación y nuevamente de dolor. La iglesia ha tenido roles muy distintos en este tiempo.

La crónica de nuestro corresponsal en Chile, el periodista Aníbal Pastor, contextualiza e informa cómo se vive esta conmemoración de cinco décadas. Hechos que marcan a las generaciones pasadas, actuales y futuras.

Hoy, el gobierno chileno ha pedido que la gente no salga de sus casas este día, 11 de septiembre de 2023, y en lo posible, haga teletrabajo porque el país vive un ambiente socio político de fuerte confrontación, ya no solo por el lenguaje usado en los discursos y declaraciones políticas, sino que también, ayer y hoy claramente, en las calles de Santiago, donde grupos que querían conmemorar pacíficamente son agredidos por grupos organizados.

Una violenta confrontacion marca la conmemoración en las calles de los 50 años del golpe.
Una violenta confrontacion marca la conmemoración en las calles de los 50 años del golpe.

Un ambiente que es observado por dignatarios de América Latina y Europa que han venido a acompañar al presidente Boric en estas conmemoraciones.

Es medio siglo de dolor, esfuerzos de sanación y nuevamente de dolor, donde la iglesia ha tenido roles muy distintos en este largo tiempo.

Chile conmemora un hito histórico que marcó su camino como nación: los 50 años del golpe civil y militar de 1973, que dejó un profundo impacto en el país por la violación a los derechos humanos de sus ciudadanos.

Durante aquellos años oscuros, se documentaron cifras alarmantes de violaciones de derechos humanos. Detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas afectaron a miles de personas. El Estadio Nacional (de fútbol) y Villa Grimaldi se convirtieron en escenarios de atrocidades humanas y donde se estima que más de 40 mil personas fueron detenidas y torturadas.

La Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, conocida como Comisión Valech (conocida así porque la presidió el obispo auxiliar de Santiago, Sergio Valech, último vicario de la Solidaridad), arrojó luz sobre la magnitud del sufrimiento. Esta recopiló más de 35 mil testimonios de víctimas, permitiendo el reconocimiento oficial de quienes sufrieron abusos y documentando la brutalidad de la dictadura.

ATROZ HUELLA INDELEBLE

Víctima de torturas
Víctima de torturas

Después de 50 años del golpe, hoy persisten 1.092 personas son detenidas desaparecidas, y 377 personas ejecutadas sin que se hayan entregado sus cuerpos.

A la fecha, y sobre todo en el último tiempo, se ha logrado establecer responsabilidades penales respecto de la desaparición forzada de víctimas, condenado a agentes estatales en calidad de autores, el centenar de estos victimarios fueron recluidos en el penal de seguridad "Penta Peuco" que hoy es cuestionado por los privilegios que gozan quienes permanecen internados.

Entre los más emblemáticos victimarios se halla el coronel de Ejército, Manuel Contreras Sepúlveda, fallecido en 2015 a los 85 años, quien fue el director nacional de la DINA, el principal órgano represivo en el país que además se sumó activamente a la llamada "Operación Cóndor" en el Cono Sur de Sudamérica, que promovió en los años 70 y 80 la colaboración entre organismos semejantes facilitando el intercambio de prisioneros e información.

Las violaciones a los derechos humanos dejaron una huella indeleble en la sociedad chilena, cuya herida permanece abierta tras 50 años transcurridos. La persecución política y la censura afectaron la vida cotidiana de las personas y minaron la confianza en las instituciones. La sociedad se dividió, tema que hoy encripta el ambiente, y la memoria de aquellos años de dictadura sigue presente en muchas familias chilenas, pero también ha desatado una ola de negacionismo especialmente por partidarios políticos de derecha, opositores del gobierno del Presidente Gabriel Boric.

LA MEMORIA COMO ACTO DE JUSTICIA

El último intento es el Plan Nacional de Búsqueda que impulsa el actual gobierno para esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte de las personas víctimas de desaparición forzada, de manera sistemática y permanente, de conformidad con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares internacionales.

En otros términos, busca trazar la ruta de la desaparición de las víctimas, colaborar con las investigaciones judiciales y ayudar a configurar la memoria y la garantía de no repetición, sin perjuicio del establecimiento de responsabilidades penales.

Este plan obliga al Estado hacerse cargo de esta tarea de búsqueda para sanar las heridas y que hasta ahora recaía solo en los familiares de las víctimas quienes han privilegiado la vía judicial.

Organizaciones de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, jugaron un papel crucial en la lucha por la justicia. La Vicaría de la Solidaridad y Amnistía Internacional alzaron sus voces valientes para denunciar las violaciones y abogar por la justicia.

Comité Permanente del Episcopado en los años 80
Comité Permanente del Episcopado en los años 80

Este legado de las violaciones de derechos humanos aún es relevante en Chile y el tema más relevante es la construcción y rescate de la memoria histórica para no olvidar el pasado y permitir que estos acontecimientos dramáticos y el rompimiento d ela democracia como se hizo en 1973, se vuelvan acometer y resguardar un futuro más justo y democrático.

ROL DE LA IGLESIA

Hoy por hoy, a los 50 años del golpe, y luego de 15 años de denuncias de abusos de clérigos, las opiniones de la jerarquía de la Iglesia católica pasan inadvertidas para la opinión pública nacional. Sus declaraciones, cualquiera sea el tema, ya no son parte de la pauta de medios masivos como la televisión e incluso periódicos, y más bien son recogidas solo por los propios portales institucionales y algunos medios especializados en asuntos religiosos.

Es lo que le sucedió, por ejemplo, el 27 de julio pasado cuando la Conferencia Episcopal emitió la declaración "Felices los que trabajan por la Paz".

En ella, los obispos chilenos actuales, invitan a "mirar juntos el pasado, para un futuro más compartido"; llaman a respetar la dignidad humana; expresan su solidaridad y dolor por "las lágrimas de todos estos años, especialmente las de aquellas familias que no han podido dar una digna sepultura a sus seres queridos"; piden cuidar y perfeccionar la democracia; y solicitan diálogo y reconciliación nacional.

CARDENAL SILVA HENRÍQUEZ

Pero hace 50 años, a solo dos días del golpe civil-militar, el Comité Permanente del episcopado chileno, hizo una declaración que corrió por parroquias y capillas, siendo conocida por toda la opinión pública.

"Nos duele inmensamente y nos oprime la sangre que ha enrojecido nuestras calles, nuestras poblaciones y nuestras fábricas -sangre de civiles y sangre de soldados- y las lágrimas de tantas mujeres y niños.
"Pedimos respeto por los caídos en la lucha y, en primer lugar, por el que fue hasta el martes 11 de septiembre, Presidente de la República.

"Pedimos moderación frente a los vencidos. Que no haya innecesarias represalias. Que se tome en cuenta el sincero idealismo que inspiró a muchos de los que hoy han sido derrotados. Que se acabe el odio, que vuelva la hora de la reconciliación".

Esos obispos, entre ellos José Manuel Santos, Sergio Contreras y el mismo cardenal Raúl Silva Henríquez, no sólo tuvieron palabras proféticas, sino que impulsaron desde el inicio acciones solidarias.

Un año después, en el Te Deum de Fiestas Patrias, el cardenal Silva Henríquez decía que la Patria “es fundamentalmente alma, alma colectiva, alma de un pueblo, consenso y comunión de espíritus" para que era necesario "reencontrar el consenso" y centrarse en los "valores espirituales que crearon la Patria en su origen”.

SOLIDARIDAD

Vicaría de la Solidaridad
Vicaría de la Solidaridad

Conocidas por la opinión pública son la creación del Comité Pro Paz en Chile, creado a semanas del golpe y la posterior Vicaría de la Solidaridad que no solo atendió jurídica y socialmente a los familiares de las víctimas, sino que además generó y coordinó comedores populares en los barrios para enfrentar la situación de pobreza y hambre que implicó la instauración del modelo neoliberal por parte de la dictadura. Una mención especial requiere la Revista solidaridad que esta institución publicó por casi 20 años y que permitió no solo informar, sino que articular en Chile acciones inspiradas en el Buen Samaritano. Algo similar realizaba la Revista mensaje de los jesuitas, sobre todo en el nivel de interpretación de los hechos y la actualidad.

A nivel de iglesia de base, luego del Golpe, se generaron múltiples iniciativas de solidaridad, información y articulación de redes. Una de las más destacadas fue la revista "No podemos Callar" que no solo daba cuenta del horror vivido, sino que también de sus consecuencias. Uno de sus aciertos recogidos por el libro "no podemos callar" editado recientemente por la universidad jesuita "Alberto Hurtado", consiste en que la publicación "vinculó la violencia que muchos padecían con el Dios cristiano mediante citas bíblicas". El artífice de este medio fue el jesuita chileno, José Aldunate, reconocido en democracia (2016) con el Premio Nacional de Derechos Humanos.

José Aldunate sj
José Aldunate sj

En una línea similar, lo hizo la revista "Pastoral Popular", dirigida por el sacerdote de los Sagrados Corazones, Ronaldo Muñoz, y que contaba con representación editorial de diferentes iglesias cristianas. Sus comentarios bíblicos, las reflexiones teológicas simples y de análisis de iglesia, fueron aportando el caminar del pueblo creyente, que tenía entre sus principales expresiones el Vía Crucis Popular del Vienes Santo.

Pero no solo revistas. Durante aquellos años oscuros, muchas parroquias y capillas se convirtieron en refugios para aquellos que huían de la persecución política. Estos espacios proporcionaron seguridad a quienes eran perseguidos y demostraron la importancia de la Iglesia como lugar de acogida y protección en momentos de crisis.

BUENOS SAMARITANOS

Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo.
Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo.

Redes de sacerdotes y religiosas se articularon para ayudar a salvar vida. Uno de los más memorables es el que ingeniaba diferentes métodos para exiliar personas empujándolas por arriba de los cercos de las embajadas europeas. La misma Nunciatura Apostólica fue incluida en estas instancias de salvataje humano.
En las poblaciones había mucho miedo e incluso incredibilidad. Quienes participaban en la iglesia tenía una visión de los hechos reales.

El padre Esteban Gumucio, hoy en proceso de beatificación, contaba que desafiando el "toque de queda" que impedía salir de las casas, se metía con otros sacerdotes de su comunidad religiosa entre las estrechas calles de su barrio. "Me tocó ver muertos, por ejemplo, seis muertos me tocaron ver en la (barriada) Malaquías Concha, botados en la calle, con tiro (...) los militares disparando contra las ventanas que estaban (con luces) encendidas o había alguien asomado".

Esteban Gumucio conversando con una pobladora
Esteban Gumucio conversando con una pobladora

Y continúa: "la gente que rodeaba la parroquia en general estaba en una postura buena. Se daba cuenta que se estaban conculcando los derechos humanos, pero también había que actuar... la lengua tenía que ser bastante prudente, porque había personas que no lo eran y tenían derecho a estar, ir a misa y estar en la comunidad. Esa fue una realidad. Y el miedo que también estaba, quién no iba a tener miedo. Entonces, mucha prudencia en el hablar, no se tocaban muchos temas".

Luego, en los años ochenta, el "Movimiento Contras la Tortura Sebastián Acevedo", integrado por más de un centenar de sacerdotes, religiosas y laicos de Santiago, fue profético con sus acciones de denuncia de las casas de tortura de los servicios de inteligencia y represión. También el cardenal Celestino Aós ha planteado reflexiones similares en algunas homilías.

REACCIONES ECLESIÁSTICAS

Hoy, tras décadas de estos hechos, algunos obispos como Isauro Covili de Iquique, Ricardo Morales de Copiapó, Fernado Chomalí de Concepción y Óscar Blanco de Punta Arenas, han llamado a la reflexión sobre los derechos humanos y en especial a recuperar la memoria.

El obispo de Copiapó, Ricardo Morales, escribió una carta pastoral advirtiendo que "cuando olvidamos la fraternidad y el respeto a la dignidad del otro, más allá de nuestras diferencias, dejamos de reconocer la común humanidad que nos constituye y la inviolabilidad de cada ser humano. Somos hijos de un mismo Padre, en Dios encontramos siempre los brazos abiertos para acoger y consolar a todos. Jamás ninguna idea, doctrina o una pretendida paz, justificarán la violación a los derechos humanos, la violencia y la muerte". 

Una liturgia en el memorial de Iquique presidió el obispo Covili
Una liturgia en el memorial de Iquique presidió el obispo Covili

Isauro Covili, obispo de Iquique, participó el sábado último en un acto el memorial de la fosa común encontrada en los años 90, en el cementerio de Pisagua, y junto a religiosas, diáconos, sacerdotes y algunos laicos; elevaron una oración. "Nunca más", indicó el obispo, poniendo de relieve la dignidad de la persona humana, lo sagrado de la vida humana y movidos por la Memoria que aún reclama verdad y justicia".

Antes, cinco religiosas que acompañan las comunidades en el mundo popular y que han estado presente en diversos eventos de derechos humanos y eclesiales, han señalado en estos días, que ""han pasado 50 años y aún no conseguimos la paz que es fruto de la justicia, justicia que ha sido escasa y por lo mismo, mantiene al país lleno de heridas. Sin justicia es muy difícil que logremos la paz, por lo tanto, insistimos en invitar a quienes todavía tienen información sobre el paradero de los detenidos desaparecidos la den y dejen ver la verdad".

Similares términos fueron emitidos por la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Chile, que valoró el Plan Nacional de Búsqueda impulsado por el Gobiernoy expresó que: “esperamos que se haga justicia plena en relación a quienes han desaparecido, han sido asesinados, maltratados e incluso degollados. No es suficiente afirmar que la justicia tarda, pero llega. La justicia que no se ejerce cuando corresponde, ya es injusta. Deteriora la convivencia social. No responde a los requerimientos de los afectados”.

Familiares de las víctimas hoy siguen exiguiendo sus demandas de verdad y justicia
Familiares de las víctimas hoy siguen exiguiendo sus demandas de verdad y justicia

CONFERRE

Finalmente, la Conferencia de Conferencia de Superiores y Superioras Mayores de la Vida Religiosa en Chile, Conferre, en estos días previos a la conmemoración de los 50 años del golpe de estado civil y militar, emitió la declaración "Memoria y Diálogo", señaló que "La memoria no solo se construye desde el pasado, sino que también desde el futuro, proceso donde recordamos y valoramos nuestra historia común, de lo que somos, pero en función de un sueño que anhelamos, todos los y las religiosas para Chile".

Y añadió: "Mirémonos a los ojos, reconozcamos la necesidad del que está enfrente y el protagonismo necesario de su ser para vivir un mejor futuro de país. Sin violencia ni cancelación asumamos nuestras cuotas de responsabilidad, sentémonos a conversar, y acordemos lo necesario para mejorar la vida de nuestro pueblo".

Concluye expresando que "al hacer hoy memoria agradecida, de los profetas del ayer y de los movimientos sociales que siguieron el ejemplo del Buen Samaritano; renovamos nuestro compromiso de ser hoy, desde nuestra propia realidad, samaritanos del herido al borde del camino, a caminar juntos para construir un mejor futuro en paz, que sea fruto de la justicia y de la voluntad de alcanzar un bien común que incluye no sólo el cuidado de nuestra casa común sino el de todos quienes viven en ella".

ACTO REPUBLICANO

Presidente Gabriel Boric marchó el 10 de septiembre en la romería junto a los familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos
Presidente Gabriel Boric marchó el 10 de septiembre en la romería junto a los familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos

Al cierre de esta crónica, el Presidente Gabriel Boric salió del Palacio de La Moneda y se unió a la romería de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos quienes se dirigían al Cementario General de Santiago para rendir su homenaje a las víctimas. En la manifestación se generaron actos de violencia por encapuchados que afcetaron incluso a La Moneda.

Entre tanto, cuatro jefes de Estado y un jefe de gobierno llegaban a Chile, para participar en el acto republicano organizado por el gobierno de Chile este lunes 11 de septiembre de 2023. Ellos son los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de México, Andrés Manuel López Obrador; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; y el primer ministro de Portugal, António Costa.

También lo hacen personalidades como Peter Tschentscher, presidente del Consejo Federal de Alemania, Juan Manuel Santos y Ernesto Samper, ambos expresidentes de Colombia, Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica, Felipe González, expresidente de España, Tarja Halonen, expresidenta de Finlandia, José Mujica, expresidente de Uruguay y Massimo D’Alema, expresidente del Consejo de ministros de Italia.

La expresidenta Michelle Bachelet, se ha sumado con el gobierno a esta conmemoración y escribió recientemente en El País: "no importa cuán complejo sea el contexto político, la democracia no debe ser puesta en duda nunca. La dictadura no hizo más que confirmar el enorme abismo que separa una democracia, con todas sus imperfecciones, y un régimen que recurre a la fuerza más brutal para eliminar las libertades civiles y políticas básicas".

Y agregó: "La democracia no es un sistema perfecto, pero es el mejor sistema que tenemos. Es un sistema que cuenta con las herramientas e instituciones para corregir sus falencias. La democracia se construye en un diálogo entre miradas plurales y diversas en donde la autocrítica y la crítica honesta son bienvenidas en cualquier proceso político; son, de hecho, una de las armas de la democracia".

Expresidenta de Chile, Michelle Bachelet
Expresidenta de Chile, Michelle Bachelet

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