"La exclusión de los migrantes es asquerosa, pecaminosa y es criminal" Francisco proclamó santos a Scalabrini y Zatti y pidió no dividir el mundo "en buenos y malos"

El pontífice celebró la misa de canonización del sacerdote italiano Juan Bautista Scalabrini y del salesiano laico ítalo-argentino Artémides Zatti y llamó a "incluir siempre" en la Iglesia y la sociedad

Bergoglio pidió que los dos nuevos Santos sean ejemplo para ayudar a la Iglesia y a la sociedad "a caminar juntos, sin muros de división"

"Escuchar, vencer la tentación de atrincherarnos en nuestra autorreferencialidad y pensar sólo en nuestras propias necesidades"

"La exclusión de los migrantes es asquerosa, pecaminosa y es criminal no abrir las puertas a quien lo necesita, pues les excluimos y les mandamos a los campos de reclusión, donde se les explota y son vendidos como esclavos"

El papa Francisco proclamó hoy como Santo al enfermero ítalo-argentino Artémides Zatti y al sacerdote italiano Juan Bautista Scalabrini, dos Santos con marcado carácter social por su labor en favor de los pobres y los migrantes durante el siglo XX.

Con una ceremonia en la que desde el Vaticano convocó a no dividir el mundo "en buenos y malos", el Papa pidió que los dos nuevos Santos sean ejemplo para ayudar a la Iglesia y a la sociedad "a caminar juntos, sin muros de división".

"Declaramos y definimos Santos a los beatos Juan Bautista Scalabrini y Artémides Zatti y los inscribimos en el registro de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sean devotamente honorados entre los Santos", sostuvo Francisco pasadas las 10.30 de Roma al anunciar en la Plaza San Pedro la proclamación oficial del enfermero y del sacerdote italiano también canonizado hoy.

"Recemos para que estos santos hermanos nuestros nos ayuden a caminar juntos, sin muros de división; y a cultivar esa nobleza de espíritu tan agradable a Dios que es la gratitud"

"Recemos para que estos santos hermanos nuestros nos ayuden a caminar juntos, sin muros de división; y a cultivar esa nobleza de espíritu tan agradable a Dios que es la gratitud", llamó luego el pontífice.

Miles de fieles en San Pedro
Miles de fieles en San Pedro

Durante su homilía, el Papa llamó a los fieles a comprobar "si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares  donde trabajamos y que frecuentamos cada día, somos capaces de caminar junto a los demás, de escuchar, de vencer la tentación de atrincherarnos en nuestra autorreferencialidad y de pensar sólo en nuestras propias necesidades".

Comunidades abiertas y acogedoras

"Preguntémonos hasta qué punto somos realmente comunidades abiertas y que incluyen a todos; si somos capaces de trabajar juntos, sacerdotes y laicos, al servicio del  Evangelio; si tenemos una actitud de acogida, no sólo con palabras, sino con gestos concretos,  hacia los que están alejados y hacia todos los que se acercan a nosotros, sintiéndose inadecuados a  causa de sus complicadas trayectorias de vida", convocó luego Jorge Bergoglio.

"¿Los hacemos sentir parte de la comunidad o los excluimos?", se preguntó el pontífice durante la ceremonia. "Me da miedo cuando veo comunidades cristianas que dividen el mundo en buenos y malos, en santos y pecadores; de esa manera, terminamos sintiéndonos mejores que los demás y  dejamos fuera a muchos que Dios quiere abrazar", reflexionó Francisco.

El Papa, durante la ceremonia
El Papa, durante la ceremonia

En ese marco, aseveró que "hay que incluir siempre, tanto en la Iglesia como en la sociedad, todavía marcada por tantas desigualdades y marginaciones".

Me da miedo cuando veo comunidades cristianas que dividen el mundo en buenos y malos, en santos y pecadores; de esa manera, terminamos sintiéndonos mejores que los demás y  dejamos fuera a muchos que Dios quiere abrazar"

Zatti, "ejemplo vivo de gratitud"

Zatti, nacido en Boretto (Regio Emilia, Italia) el 12 de octubre de 1880, vivió en Argentina desde 1897 hasta su muerte en 1951, en donde desarrolló una carrera como enfermero que lo acercó a los más necesitados a partir de su incorporación al movimiento de los Salesianos de Don Bosco.

Zatti, que había sido declarado beato por Juan Pablo II en 2022, fue canonizado luego de que se reconociera el milagro logrado a través de su intercesión en la curación de un hombre que sanó de un "ictus isquémico cerebeloso derecho, complicado con lesión hemorrágica voluminosa", en agosto de 2016 en Lipa, Filipinas.

Canonizaciones en la plaza de San Pedro
Canonizaciones en la plaza de San Pedro


"Los dos santos canonizados hoy nos recuerdan la importancia de caminar juntos y de saber dar las gracias", planteó el Papa en esa dirección.

Para Francisco, "el hermano salesiano Artémides Zatti fue un ejemplo vivo de gratitud", según afirmó durante la homilía en la misa en la que inscribió al "pariente de todos los pobres" como un nuevo Santo .

"Curado de la tuberculosis, dedicó toda su vida a saciar las necesidades de los demás, a cuidar a los enfermos con amor y ternura. Se dice que lo vieron cargarse sobre la espalda el cadáver de uno de sus pacientes", recordó Jorge Bergoglio al canonizar a Zatti como el tercer argentino de la historia, tras los sacerdotes Héctor Valdivieso y José Gabriel Brochero.

El lienzo de Artémides Zatti
El lienzo de Artémides Zatti

"Lleno de gratitud por lo que había recibido, quiso manifestar su acción de gracias asumiendo las heridas de los demás", enfatizó Francisco.

"Scalabrini miraba más allá, miraba hacia el futuro, hacia un mundo y una Iglesia sin barreras, sin extranjeros"

Un obispo al cuidado de los migrantes

Scalabrini nacido en Fino Mornasco, en la Provincia de Como en el norte de Italia en 1839, está considerado el "Patrono de los Migrantes" por su labor social, tras su muerte en 1905 había sido beatificado por Juan Pablo II el 9 de noviembre de 1997.

Lienzo de Juan Bautista Scalabrini
Lienzo de Juan Bautista Scalabrini

"El obispo Scalabrini, que fundó una Congregación para el cuidado de los emigrantes, afirmaba que en el caminar común de los que emigran no había que ver sólo problemas, sino también un designio de la Providencia", recordó el pontífice durante su homilía al dedicar palabras al sacerdote italiano.

Así, para el Papa, "Scalabrini miraba más allá, miraba hacia el futuro, hacia un mundo y una Iglesia sin barreras, sin extranjeros".

"Es escandalosa la exclusión de los migrantes. La exclusión de los migrantes es criminal. Los hacen morir ante nosotros. Y así llamamos al Mediterráneo el gran cementerio. No abrir las puertas a quien tiene necesidad... los excluimos, los mandamos fuera, a los 'lager', donde son esclavizados", improvisó el Papa. "Pensemos en los migrantes, en los que son capaces de llegar. ¿Los recibimos como hermanos o los ignoramos?"

"Hay una migración que hoy nos hace daño, nos duele... No olvidemos a la martirizada Ucrania", culminó.

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