Nos queda aún recorrido para orar al Espíritu Santo desde la vida y el camino. Hoy es un momento de gracia, tiempo para el Espíritu, para abrirnos a su luz y a su verdad, recibiendo su sabiduría y su fuerza, con el apoyo de su consejo en nuestro discernimiento. Discernir en el espíritu es lo propio de los cristianos y ha de ser transversal en los movimientos cristianos reunidos en torno a la Palabra y la vida.
Matías en el día de las primeras comuniones vino a la celebración con un brote de alcornoque que había salido de una bellota de un viejo roble, germinada por él con mimo y paciencia. Me comentaba que él ve así la vida, que hemos quitado todas las encinas para igualar los campos, explotarlos al máximo, con el criterio de la eficacia y nos hemos olvidado que la naturaleza es un proceso del que también nosotros formamos parte.
Él sabe que posiblemente no va a ver este alcornoque en su mayor esplendor, pero sabe que eso es cuestión de cuidados, fidelidad y proceso. A mi me parece genial esa comparación para entender la acción del espíritu en todos los movmientos de la acción católica. Qué necesitados estamos de lecturar creyentes, con claves eclesiológicas y cristólogicas de nuestros procesos y realidades.
Llegar al hombre de hoy y hablarle en su propio idioma, en su dolor y angustia, en su pobreza y cansancio, en su desnortamiento y agobio, para más allá de las diferencias y las divisiones implantadas, llegar a entender a todos y a ser entendida en su mensaje de amor y gracia.
El espíritu está llamado a romper muros entre el amor y el miedo. La paz sólo es real cuando ha vencido al miedo y se deja conducir por un amor verdadero. La Iglesia de hoy sólo podrá evangelizar si vive con la paz del resucitado frente al miedo de los que ponen la norma más allá del amor.
Lo que dice el Evangelio es verdad porque es verdad en la vida... el reino de los cielos se parece a un hombre que encontró un tesoro y lo vendió -arriesgó todo- para encontrarlo. Un joven que en su vida ha buscado la verdad y la luz, desde su debilidad y pequeñez, sabiendo que el absoluto se revela en el riesgo que se abre a la vida sin fronteras, cuando se camina en la transparencia y el amor. Hoy me alegra haber compartido camino y fe con Alvaro Mota Medina. Gracias Padre.
Bendición y alegría, se exigen mutuamente y se complementan. La alegría nace de la bendición, estamos alegres cuando somos bendecidos con la ternura, la acogida, el perdón, la ilusión; cuando recibimos los cuidados que nos muestran amor y nos reconocen en una dignidad trascendente y gratuita. Del mismo modo, la alegría nos inquieta y nos catapulta para bendecir reconociendo el color, la luz, la vida, lo profundo, lo cuidado, la armonía, la sencillez, el amor. Lo propio de los seres del espíritu divino es entrar en la bendición permanente de Dios y en la alegría de su amor. Cuando vivimos con Él nos adentramos en la verdadera ascensión, en el camino hacia lo alto de la vida y la luz, la vida se transfigura y nuestros ojos se sienten dichosos de poder ver lo que ven y nuestros oídos de poder oír lo que oyen. Los benditos lo son porque han sido revestidos de la fuerza de lo alto.
Acaba de morir Toni, una profesional entregada, de vida sencilla y comprometida en la ciudad de Badajoz. Son muchos los que llenaron el templo para orar por ella y dar gracias por su vida. Cuánta gente anónima y sencilla saben vivir y morir, desde la humildad de una profesión cuidada para ser de los demás. Valga esta reflexión como homenaje a todos los trabajadores humildes y ocultos que nos facilitan cada día la vida.
El décimo aniversario de la encíclica"Laudato si" lo celebramos en la asamblea de Profesionales Cristianos en Madrid (23-25 de Mayo). Aportamos un material de oración en el encuentro de la fe y la ciencia, entre la biblia y el libro de la naturaleza. Trinidad Ruíz, botánica de la universidad de Extremadura, da cuentas del camino de la aportación de la Iglesia con el mensaje de la ecología integral. Nos ayuda a recordar y homenajear al Papa Francisco.
Dichosos los ojos que ven lo que veís vosotros... me da tristeza que a este hermano obispo le falte el colirio de Jesús de Nazaret para poder mirar con ternura la revelación del Dios compasivo y lleno de amor que se da y se nos dice en la debilidad con claves de resurrección. El Dios que nos desperta al amor verdadero que no está sujeto a juicios de condena sino a liberación en clave de esperanza última. La mirada al futuro en la plenitud de la vida eterna en la que nos van a a adelantar todos los que aquí parece que son último y desecho de una historia. Más fuertes hemos de ser con la muertes de los niños de Gaza que están clamando al cielo.
La paz de un corazón en el Espíritu defensor no tiene límites. El espíritu de Dios que avanza por la creación y se derrama en toda la historia es generador de armonía, unidad y paz. El ser humano que se abre a la acción de ese soplo en su corazón no se acobarda ni tiembla, aunque se quede a la intemperie y se le nuble la visión. Los que son del espíritu no tiemblan ni se acobardan y se lanzan comprometidos por la verdad y la justicia con la fuerza y el poder de la resurrección.
Volver a comenzar y caminar con la historia de un pueblo rural de colonizacion muy joven. Mirada agradecida a su modo de entralazarse con la tierra y el trabajo, de construir relaciones de igualdad, justicia y con identidad propia en el pueblo, y abrirse a un modo de vivir que no se agote en sí mismo y que pueda abrigar amor y esperanza en medio de la debilidad. Todo un reto para una pastoral que quiere ser misionera en el corazón de pueblo pequeño. Ahi me encuentro y ahí he gozado hoy.
Apostemos por la Iglesia sacramento, la del signo vivo que no busca milagros espectaculares, sino que se hace verdad en la vida de lo diario y lo sencillo, en la verdad del amor, a veces sufriente en la cruz. Ahí está la verdadera tarea, no en los números sino en los signos.
En la vorágine de noticias y comentarios en el transcurso de este cónclave, somos muchos los que oramos y miramos a Dios en Cristo, para seguir caminando en el seguimiento del evangelio del Reino de Dios. Desde ahí oramos para que el hermano que sea elegido para el ministerio sienta en su vida las manos del Padre y pueda ser sacramento de ellas en comunión y sinodalidad con todos los bautizados en medio del mundo. Ojalá la resonsabilidad no sea una carga sino una misión en la que se sienta amado y acompañado de verdad y de corazón por todos, comenzando por aquellos que lo eligen humanamente en unos votos que son quemados, pero que deben ser de apoyo radical para la fraternidad y para que nadie sea arrebatado del la misericordia del Padre Dios. El Papa ya elegido Leon XIV nos dice con profundidad que "Todos estamos en manos de Dios". Me alegra la conexión con lo escrito previamente en este post.
La voz del amado que te hace uno con él y con su Padre, adentrándonos por su Espíritu, en el juego de su amor. Estamos llamados a la gloria de la unidad, a ser agarrados cariñosamente en su ser trinitario en una libertad sin límites ni fronteras. Hay quien le gusta ya en la tierra y no desea otra cosa que estar en ese cielo para siempre, como decían los místicos. Algo así ha sido la vida de la carmelita Paula en el convento humilde y oculto de un pueblo en Badajoz, Talavera la Real.
Ya estamos de nuevo ante un cónclave, la iglesia peregrina también lo es en su estructura y su historia. El espíritu continua con su labor de empujarnos hasta el misterio de la eternidad y la plenitud y lo hace en los avatares de un tiempo que pasa y se abre a procesos de vida y novedad en esperanza. Deseamos que el nuevo pastor sea un enamorado de Jesucristo y de su evangelio, que ame la humanidad y que sueñe con la iglesia encarnada que acoge y envía en su salir contínuo para encontrarse con los sufrientes de la historia en esta humanidad divivida y doliente. Hace un año que vivía este evento en Madrid, Vicente llamado a ser pastor, junto a otros en la Iglesia de Madrid. Abrirse al reto de un pastoreo de evangelio y amor. No otra cosa ha de ser el pastor de Roma para ser universal.
Conozco a Antonio hace añosy he seguido con su amistad su proceso de vida, sus sentimientos profundos, su bondad verdadera y el dolor de su adicción y su sufrimiento personal. Años de lucha. En esta semana santa ha tenido una experiencia de resurrección verdadera, su cruz ha florecido con el amor entrañable y misericordioso del encuentro con su hija del alma. Ha venido a verle desde Francia a Badajoz, con su marido y sus hijas, ha disfrutado como nunca. Me cuenta que cenando vió que se le saltaban las lágrimas y al día siguiente le hizo llegar esta reflexión de hija querida. Jesús que sabía de misericordia como el Padre, sabía que lo que relataba él en la parábola del hijo pródigo era VERDAD en la vida. Aquí lo tenéis. La verdad de un domingo de misericordia.
En estos momentos de despedida me llega esta reflexión de un joven migrante, de la iglesia evangélica, que forma parte de nuestro equipo diocesano de ecumenismo y diálogo interreligioso. Santi es un joven está atendiendo a mayores en nuestra ciudad, esperando su reconocimiento legal. Su pasión es el evangelio y su fe, profundiza con ardor en la teología y busca cada día crecimiento en la verdad y en la fraternidad. Yo soy testigo de su proceso y lo admiro. Os comparto su reflexión que es digna de enmarque, así es como un joven evángelico paraguayo siente la figura del hermano Francisco.
Estoy volviendo de un encuentro con responsables del Prado en Madrid, se trataba de un Consejo ampliado de esta asociación sacerdotal en España. Hemos estado sacerdotes de distintas diócesis que tienen el encargo de responsabilizarse de los equipos del Prado que están en ellas. Ha sido un momento muy propio para entender este evangelio que se nos propone esta semana segunda de pascua para contemplar como Domingo de la misericordia. Según hemos relatado las experiencias de cada equipo se iba iluminando la estancia con un tono de palabra hecha carne en debilidad, pero sobre todo en fidelidad hasta la último y cargados de esperanza. Yo vengo renovado y reforzado. Y me anima leer este comentario que me renueva en ese deseo de ser hombres de evangelio y de entrega en el ministerio sacerdotal.
Curiosamente en las reflexiones de todos los equipos sacerdotales, preparadas previamente a la muerte del Papa, se apuntaba como una razón motivadora de esperanza para los presbíteros el aliento de Francisco, a la luz de la Palabra y de Jesús. Ha querido poner a Cristo y a los pobres en el centro de la Iglesia y no estorbarlo. Ha querido ser obispo, pastor, papa... "a su manera".
Mujer ahí tienes a tu hijo... la madre que sufre la muerte del hijo. Cómo recobrar el sentido de la vida ante el sufrimiento y la ausencia de los hijos, es una tarea que toca a muchos padres. Hacer comunidad en el dolor para alcanzar a elaborar un duelo que acaba en vida y compasión es una tarea encomiable. La asociación "POR ELLOS" en extremadura siguen siendo ejemplares para todos nosotros.
Israel se hace experto en oscuridades y noches en el trasiego del éxodo. Fue de noche cuando salieron de Egipto, adentrándose en la oscuridad pudieron arribar al mar que se abrió, de par en par, para llevarles a otra orilla desértica en el duelo, pero les facilitó el camino a la luz de libertad y la justicia de la tierra prometida. El tramo no fue corto, ni el camino fácil. El dolor, la ausencia y el miedo, acompañaron al pueblo en la conquista de la libertad que le fue donada por el Dios, que fue fiel a su promesa y a la alianza. En el camino aprendieron a gustar y sufrieron el proceso que liberaba y conducía a la vida. La vigilia pascual nos habla de oscuridad y luz, de noche y de día, de fuego y de agua, de pan y de vino en la promesa cumplida. Aleluya, aleluya.