Cercanos a Pentecostés El Espíritu y los sueños de los jóvenes

En estos tiempos de desorientación, de adolescentes perdidos y confusos con ellos mismos, hemos de volver a echar la red y buscar en alta mar, a todos los que están deseando salir fuera y respirar para trasnformar las aguas en las que se mueven y bucean. Aunque hayamos pasado toda la noche bregando y parezca que ha sido inútil. El Espíritu llega antes que nosotros y nos espera... busquemos esos oasis de esperanza en el dolor caluroso de desierto a mediodía.

Oasis en el desierto

(Muchos sueños por compartir)

Jóvenes

 La vida parroquial -nosotros somos jóvenes con 25 años de andadura- tiene sus procesos y sus pasos, y no todos son controlados por nosotros, aunque sí han de serlo animados y motivados. Esta noche en nuestro templo sencillo casi una veintena de jóvenes van a recibir el sacramento de la confirmación. Hace unos meses lo hizo otro grupo algo menor y ya está programado otro para Octubre, y viene empujando otro muy númeroso de los primeros cursos de secundaria. Podemos hablar de un pequeño oasis en este desierto pastoral, llevábamos unos años que era muy difícil organizar grupos de adolescentes para acompañarlos.

Pero la semilla de algo creativo como un grupo de preadolescentes agrupados en lo que llamamos la Tropa Solidaria, con una animadora versada en pedagogía de la acción, ha sido fermento y levadura de estos grupos de alguna manera. Un modo de relacionarnos, convocarnos, actuar, formarnos con otro estilo más diverso, plural, activo, procesual. Con contenidos, pero muy cuidado en la forma para que el protagonismo sea de ellos, la cadencia temporal vaya ajustada sus tiempos tan limitados como profundos y vivos.

Ellos mismos se han convocado y agrupado, haciendo llamada en sus institutos, muchos de ellos fueron compañeros de aquellas catequesis de iniciación para la comunión. A ello se ha sumado un animador juvenil, Jose Ortíz, actualmente profe de religión en un instituto de ámbito rural, pero vocacionado para trabajar con y a favor de los jóvenes. Lo ha hecho en este tiempo de limitaciones y ha sabido mantener vivos en ellos la llama de la inquietud, de la búsqueda, del compromiso, de fondo ha estado la pedagogía del movimiento de acción católica de Juventud estudiante (JEC).

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Ayer estaban preparando la ceremonia con su participación muy activa, también celebraron el sacramento del perdón, disponiéndose interiormente para recibir el espíritu de Dios. Para ello han preparadeo sus pequeños proyectos de vida, donde son capacer de analizar sus vidas y sus deseos de cara al trabajo de sus personas.  A mí me llamó la atención su capacidad de poner nombres a sus imperfecciones y debilidades, pero sobre todo a sus deseos de ser con personalidad propia y cuidada. Por eso sé que lo que se va a celebrar con ellos es confirmación de este pequeño proceso de crecimiento en la fe en edaddes - como ellos dicen- del Pavo, pero sobre todo confirmación de sus sueños, son seres habitados por una ilusión y un deseo de bondad y coherencia que sólo puede venir de una fuerza trascendente, nosotros le llamamos Espíritu. Gracias a ellos y a sus animadores.

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Ayer una chica me hablaba cómo podía decir que su vida estaba marcada como por un antes y un despueés de vivencias comunitarias compartidas en este proceso, tanto dentro del grupo como  en otros espacios con otros estudiantes cristianos en la JEC. Me decía: Pepe, ahora estoy convencidad de que el mundo puede cambiar, lo siento por dentro, tenemos mucha más fuerza de la que creemos. Estos espacios nos abren lo ojos y el corazón para que nada nos de igual, pero sobre todo para querer vivir y cambiarlo. Según hablaba ella se me encendía el espíritu a mí y me ayudaba a renovarme por dentro en la esperanza y la confianza en la humanidad, y mi propio ministerio sacerdotal al servicio de jóvenes estudiantes se iluminaba para no tierar la toalla. Ya os digo un "oasis en el desierto", muchos sueños para seguir viviendo.  Ya están ilusionados con participar en las jornadas de formación que celebraremos durante una semana en Julio en Losar de la Vera, en el marco de la naturaleza viva y fraterna.. No podemos cansarnos ni pararnos, ellos lo quieren y nos piden acompañamiento. Gracias¡¡¡

José Moreno Losada.

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