“Somos cristianos porque hemos sido elegidos”, proclama en Santa Marta El Papa aboga por las personas sin hogar, “perdidas en la ciudad” vacía por la pandemia

La elección, la promesa, la alianza. “Estas son las tres dimensiones de la vida cristiana”. En su cuarta semana de confinamiento, el mismo día en que se cumplen 15 años de la muerte de Juan Pablo II (cuánto ha cambiado la Iglesia desde entonces), Francisco quiso dedicar su misa diaria en Santa Marta a “tantas personas sin hogar, perdidos en la ciudad” en “estos días de dolor y tristeza”.

“Estos días evidencian muchos problemas escondidos” lamentó el Papa, que evocó una imagen del periódico de hoy, “una foto que impacta el corazón”. La de personas sin hogar “en observación, en un estacionamiento”. Solos y asustados.

“Pidamos a Santa Teresa de Calcuta que nos enseñe el sentido de la cercanía a tantas personas que en la sociedad y en la vida cotidiana están escondidas, como las personas sin hogar, y que en este momento de crisis se evidencia así”, clamó Francisco.

Dios no olvida su alianza

Las personas sin hogar, los grandes descartados, frente a la dinámica de la elección, de la alianza y la promesa de Dios a su pueblo. “El Señor no olvida jamás su alianza”, comenzó su homilía Bergoglio. “Sólo en un caso: cuando perdona los pecados. Después de haber perdonado, pierde la memoria, no se acuerda de los pecados. En los otros casos, no se olvida. Su fidelidad con su pueblo es memoria”.

Así, recordó cómo Dios eligió a Abraham para hacer un camino. “Abraham es un elegido” y, de esa elección, surgió la promesa de una herencia, y de ahí, la alianza: “Serás padre de una multitud de naciones. La elección, la promesa y la alianza, son las tres dimensiones de la vida de fe, de la vida cristiana”.

"Somos cristianos porque hemos sido elegidos"

“Cada uno de nosotros es un elegido, ninguno elige ser cristiano entre todas las posibilidades del 'merado religioso' que hay, es un elegido”, subrayó el Papa. “Somos cristianos porque hemos sido elegidos. En esta elección hay una promesa de esperanza. La señal es la fecundidad”, que se traducirá en “obras buenas”.

Dios elige, Dios promete, “pero tú debes dar el tercer paso: conservar la alianza con Dios. Y la alianza es fidelidad”. “Se dice cristiano no porque pueda hacer ver la fe de su bautismo. La fe del bautismo es un papel. Tú eres cristiano si dices Sí a la elección que Dios hizo contigo, si vas detrás de la promesa que el Señor te hizo, y si cumples la alianza”, y no te dejas llevar por los pecados del camino, que consisten en “no aceptar la elección, no aceptar la esperanza en la promesa, mirarla de lejos; y olvidar la alianza”.