Responsable de comunicación de Crismhom comunidad cristiana ecuménica LGTBI+H de Madrid Raúl Peña: "Hay que conseguir un mundo donde nadie sea excluido por amar, sin importar a quién, ni por expresar su Fe en Dios"

CRISTIANAS Y CRISTIANOS LGTBI+H DE MADRID
CRISTIANAS Y CRISTIANOS LGTBI+H DE MADRID

La realidad del colectivo LGTBI en la Iglesia es cuando menos compleja, si alejarnos en el tiempo la última el “responsum” de la Congregación para la Doctrina de la Fe que declara ilícita las bendiciones de las uniones en parejas del mismo sexo. O la campaña organizada por el obispo de San Sebastián, Monseñor Munilla en ese mismo sentido.

La realidad del colectivo LGTBI en la Iglesia es cuando menos compleja, si alejarnos en el tiempo la última el “responsum” de la Congregación para la Doctrina de la Fe que declara ilícita las bendiciones de las uniones en parejas del mismo sexo. O la campaña organizada por el obispo de San Sebastián, Monseñor Munilla en ese mismo sentido.

Queremos desde este grupo ser altavoz para el colectivo LGTBI que se siente cristiano y que sufre estos vapuleos doctrinales con frecuencia y aún así se mantienen constantes en la Fe en Jesucristo.  

Hablamos con Raúl Peña responsable de comunicación de Crismhom (comunidad cristiana ecuménica LGTBI+H de Madrid) que es una comunidad cristiana ecuménica formada por personas de diferentes orientaciones afectivas e identidades de género (es decir, que somos LGTBI pero también hay heterosexuales) surgida hace 14 años. Su nacimiento coincidió con el día de Pentecostés, y ese no es el único signo que nos hace pensar que este es más un proyecto de Dios que del ser humano. Por eso, más que una asociación civil típica, nos centramos en nuestro aspecto de comunidad o “familia”.

Nos explica Raúl que la principal labor es la normalización de la realidad LGTBI cristiana. Es decir, se puede, al mismo tiempo, ser creyente y tener una orientación afectivo-sexual y de género distinta a la que habitualmente se entendía como la única posible.

Pegatinas homófobas en la sede de CRISMHOM
Pegatinas homófobas en la sede de CRISMHOM

Una de las labores más necesarias es acoger y acompañar a personas que quieren sanar su dolor interno por los rechazos sufridos y denunciar actitudes de exclusión. Fundamentalmente, no explica Raúl,  ponemos en práctica el Evangelio, especialmente en la comunidad LGTBI de Madrid y en las iglesias cristianas.

Viven su experiencia cristiana en comunidad y como tal han vivido momentos muy duros, como ataques contra nuestra doble realidad afectiva y cristiana tras la Vigilia contra la LGTBIfobia de 2018, celebrada en una parroquia de la Diócesis de Madrid, el silencio de las instituciones religiosas ante esos ataques, o también la expulsión de la Iglesia Evangélica Española del Consejo de Iglesias Evangélicas por no excluir a las personas LGTBI de su seno.

La Fe y Esperanza nos hace seguir adelante, confiesa Raúl,  y por suerte contamos con momentos que nos provocan una tremenda alegría.

Nos cuenta cómo una benefactora empeñada en elevar el nivel espiritual de Chueca en Madrid le permitió abrir un local en el corazón del barrio donde el colectivo LGTBI es más numeroso.

Son muchos los movimientos eclesiales y laicales que se acercan con cariño a conocer su realidad además Crismhom forma parte de federaciones nacionales e internacionales como el Forum Europeo de entidades LGTBI cristianas, Red Global de Católicos Arcoiris. Por cierto que esta relación con otros colectivos no fue fácil. “Nos veían como bichos raros, un grupo de personas creyentes en medio de un colectivo que había sido tan maltratado por la Iglesia provocaba en los inicios mucho recelo, burla e incluso desprecio”.

Sin embargo estos catorce años les han servido para posicionarse como un grupo más bajo la bandera del Arcoiris y servir de semilla para nuevas comunidades hermanas en España.

La sede de CRISMHOM en Madrid, atacada
La sede de CRISMHOM en Madrid, atacada

Aún así como miembros de las Iglesias Cristianas no son mayoría en ninguna pero si “somos un faro al menos entre los católicos, una voz que puede remover conciencias, a vivir el Amor de Dios desde una perspectiva más completa y evangélica”.

Son conscientes dice Raúl que la Iglesia con instituciones antiguas y consolidadas tras muchos siglos y los cambios no son fáciles ni todo lo rápido que se quisiera. Por eso “somos conscientes de que la paciencia, sin perder la reivindicación, es importante. Hay que seguir rezando para que las jerarquías pierdan el miedo, a poner delante el Amor de Dios y dejar atrás la intolerancia y el inmovilismo

Crismhom trabaja incardinado en parroquias, grupo de caridad, ong, comunidades de Fe etc, no son un grupo cerrado, “no somos una iglesia a parte, mucho menos un grupo cerrado.”

Especialmente alegre fue el momento en el que el gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en el 2005 la ley que permite la  unión de personas del mismo sexo. “Lo vivimos con mucha alegría y esperanza, ya que el matrimonio es un derecho fundamental, que iguala nuestra situación como personas. Hay que cuidarlo y procurar que no se experimente un retroceso en ese derecho”. 

“Hay que seguir apostando por el avance en otros derechos que están ahí pero no se pueden ejercer: mejorar la dura realidad de las personas transexuales, conseguir el fin de la invisibilización de las personas bisexuales o las intersexuales, la adopción, una educación inclusiva y tolerante, etc.” 

Desde Crismhom Raúl , pide a las Iglesias, y especialmente al Pueblo Creyente, que abramos los ojos y nuestro corazón. Que cese la exclusión y el odio de cualquier tipo a las personas LGTBI. Que se reconozca su dignidad, su valía y su Fe, regalo de Dios que ninguna estructura humana puede quitarles.

Hay que conseguir un mundo donde nadie sea excluido por amar, sin importar a quién, ni tampoco por expresar su Fe en Dios.

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