Navidad: el solsticio vasco

Entrevista a Andrés Ortiz-Osés sobre el Olentzero

por Ilargi Agirre



-¿De dónde surgió la figura del Olentzero?¿Cúal es el origen del personaje?

---Olentzero es una figura navideña que remite a un personaje solsticial, ya que representa el solsticio de invierno. El solsticio invernal es el pasaje de la muerte del sol a su renacimiento cuasi infantil, de la oscuridad a la luz siquiera débil o frágil, de la noche más larga al día incipiente. Se trata del tema de la Navidad, que significa Natividad de la divinidad asociada como un niño al sol naciente: es el nacimiento de la luz solar, así como la muerte del hombre viejo y su tiempo caduco al hombre renovado por la naturaleza: paso del año viejo al año nuevo.


-¿Cuánto tiene de la tradición pagana y cuánto de la cristiana?

---El trasfondo es plenamente pagano, pero hoy día está entrelazado con motivos cristianos. Sin embargo puede distinguirse el sustrato precristiano, ya que Olentzero es un carbonero que procede de la naturaleza con su pipa, alimentos y vino: un personaje cuasi carnavalesco que ofrece un aspecto oscuro y bruto, pero también otro aspecto dadivoso y comilón. Se trata de un gentil o pagano, cuyo naturalismo primigenio se enculturiza. El viejo traganiños que personifica la naturaleza abrupta se suaviza en un tipo bonachón y civilizado.


-¿Cuál es su simbolismo?

---El simbolismo del Olentzero ofrece la simbólcia de los márgenes, una simbología marginal y de pasaje del viejo tiempo al nuevo tiempo regenerado. Nos las habemos con una figura liminar entre el pasado y el futuro en un presente transitivo y transicional, de carácter festivo y acompañado por las dádivas y la glotonería. El símbolo máximo de este carbonero mítico-mágico es el carbón, el cual simboliza el paso del bosque a la civilización, del árbol vegetal al carbón humanizado, de la naturaleza a la cultura, del frío natural al calor humano.

-¿Puede explicitar el simbolismo del fuego?


El simbolismo del carbón señala al fuego como sagrado, cuyo arquetipo es el propio sol que renace, el retorno del sol. Este simbolismo es universal, y el culto al fuego solar aparece en todos los ámbitos, del este al oeste y del norte al sur. Recuérdese el ritual solsticial del tronco o tizón de Nadal en lugares cercanos, pero también en otras latitudes. Las fiestas del sol naciente o emergente comparecen en todas partes, es el festejo del sol invicto, cuya personificación es el propio Cristo en el cristianismo.


-¿Qué sentido tiene la luz en este contexto?

La luz solar promana en la religión cósmica de la madre tierra, tal y como se muestra en la mitología vasca, en la que el sol resurge diariamente de la tierra madre. Sin embargo, en la posterior espiritualización cristiana se celebra la luz pura y el fuego sobrenatural, de modo que en la mentalidad cristiana el fuego naturalista del carbón se asocia negativamente a lo pagano, oscuro o infernal, demónico o diablesco: hasta el punto de que los Reyes Magos entregan carbón al niño malo o que no se ha portado bien. Y es que en la religión naturalista el fuego es terrestre, mientras que en la religión sobrenaturalista el fuego es celeste.


-¿Dónde y cuándo empezó a popularizarse esta tradición?

---Tenemos tradiciones dispersas del personaje popular del Olentzero, pero no obtiene un origen específico o al menos no lo conocemos, excepto que aparece en el ámbito vasco-navarro en general. La impronta del personaje emerge del trasfondo mitológico vasco, con su carácter naturalista, como he tratado de exponer en mi librito "Los mitos vascos", editado por la Universidad de Deusto-Bilbao. Como fondo folklórico común cabe concitar a las figuras de Papá Noel en otros lugares, pero también la de los Reyes Magos cristianos. En todos los casos se trata de concelebrar ritualmente el final de un tiempo y el comienzo de otro en un espacio festivo. La posible etimología de Olentzero como Onenzaro corroboraría esta visión: en donde onan significa bueno y zaro significa tiempo o época, así pues nuevo tiempo o época nueva.

-¿Cuál ha sido su evolución?

---La evolución del Olentzero se configura de diferentes maneras y modos, pero que todos remiten a ese común denominador aludido del rito de paso o tránsito de lo viejo a a lo nuevo, por eso hay rituales en los que el muñeco del Olentzero se incinera. En esta incineración se muestra el mitologema o estratagema simbólico del morir para renacer o regenerarse, una mitología de origen naturalista aunque con elementos culturalistas diversos, pero simbolizantes de dicho rito solsticial. El Olentzero es el último hombre del año viejo, de ahí su suciedad y oscuridad, y el precursor cual Bautista del hombre nuevo o nuevo año.


- Hay un sector que en los últimos años se muestra crítico porque
Olentzero lo están convirtiendo en un personaje más pedagógico. Cada
vez es más limpio, mejor persona... acercándose a personajes como Papá
Noel. ¿Qué opinión tienes sobre eso?


---La figura naturalista del Olentzero lo ofrece como un personaje del campo, un campesino algo tontón y que va al tuntún, lo cual es propio del típico antihéroe popular que parece tonto pero que hace tontear, y que por lo tanto es un tonto listo: se sobrentiende que la tontera refleja el pasado y la listeza el futuro. Es cierto que el viejo personaje rural ha dado lugar a un personaje más peinado y limpio en la ciudad, enculturizado e incluso cristianizado. El viejo gentil gigante y cabezudo que aparecía como un Gargantúa se ha purificado, y de hombre del saco o sacamantecas se reconvierte en un tipo simpático que reparte caramelos y golosinas a los niños. Olentzero pudo asustar en tiempos viejos por su naturalismo, pero hoy en día ya no asusta por su culturalismo.
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