Tardienta mi pueblo

Soy un desertor en el desierto
de los Monegros
y mi estancia estival en Tardienta
es un festival.
Me lleno los bolsillos de tomillo
y ontina
los oídos de un silencio sin fronteras
la boca de frutos no prohibidos
y el olfato de olores campestres
y silvestres.
Mi cuerpo es tierra que se baña
en el sol y las aguas del ya viejo
Canal
mi alma recuerdo en carne viva
mi espíritu ensoñación en medio
de la sed.
Soy tierra y me aplano hasta el nivel
del campo de Las planas
recogiendo las hierbas más humildes
que en mi pueblo son más olorosas.
Mi tacto es el contacto
con un espacio inmenso y un tiempo inmerso
bajo el horizonte omniabarcante:
apenas recortado por la ermita de santa
Quiteria
martir feminista de ambos bandos
el padre nacional y el pretendiente
republicano.
La ermita se yerge eremita en la misma
serranía
en la que Goya pintó sus cuadros
mas independientes en pro de nuestra
Independencia.
Vivamos pues independientemente
dependiendo del medio
pendientes de los otros
que son también nosotros.
Visito finalmente el camposanto
solitario
resucitando muertos:
allí aguardo el abrazo abrasivo
de Abraxas
el dios abrasador de Tardienta.
No tardes pues te espero.

Andrés Ortiz-Oses, véase en la Red su Pregón de Tardienta
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