La Asamblea nacional constituyente (ANC) de Venezuela decreto en este día del 23 de enero que habrá elecciones presidenciales antes del 30 de abril 2018. Para la oposición y el episcopado venezolano es una oportunidad que se les presenta para movilizar los millones de Venezolanos y Venezolanas que son victimas de este gobierno dictatorial, como dicen ellos. El “dictador” Maduro tendrá que presentarse ante el voto del pueblo. Son los votos del pueblo que deciden de los que merecen y tienen la capacidad de asegurar sus intereses.

El sistema electoral de Venezuela esta reconocido internacionalmente como uno de los mas seguro y fiable. Solo los vivos tienen derechos a votar. Los votos que son depositados en las urnas son los que salen en el conteo final. En Venezuela,, no estamos en Honduras donde el TSE puede permitirse manipular los votos como fue el caso en las ultimas elecciones.

Espero que el episcopado y los de la oposición se movilicen para que el pueblo que defienden llegue masivamente a las urnas. Que den a conocer su proyecto de sociedad y que expliquen a los Venezolanos y Venezolanas que lo que les ofrecen es de mucho superior a lo que la Revolución bolivariana les da. Al partir de los problemas grandes que vive el pueblo de Venezuela y que nos cuentan en el extranjeros, no tendrán dificultad para ganarse el apoyo de esta mayoría del pueblo.

Estas elecciones deben ser recibidas como una buena noticia. Se trata de un ejercicio en el cual es el pueblo que tiene la ultima palabra. Algo para alegrar a todos los demócratas de Venezuela y del mundo. Basta que presenten al pueblo su programa de gobierno y las medidas que proponen para que el pueblo sea el primero servido en cuanto a la educación, a la salud, a la alimentación, a las riquezas del país así que a su independencia y soberanía. En una palabra: que sea un Estado al servicio de los intereses de su pueblo.

Me gustaría que el episcopado venezolano se ponga a prueba de las aspiraciones del pueblo. Uno de ellos podría presentarse como candidato a la Presidencia. Esta cerca del pueblo, de los pobres y olvidados. Un momento especial para hablar de sus problemas que generan esa pobreza.

Espero que todos los actores políticos, sociales, religiosos y económicos tengan la altura de los que defienden la democracia, poder del pueblo por el pueblo.

Que los mejores ganen.

Oscar Fortín