HONDURAS Y LA PRIMAVERA RECLAMADA POR SU CARDENAL




“En un encuentro con periodistas en Berlín, Rodríguez Madariaga, salesiano y presidente de Cáritas Internacional, consideró que la política en Latinoamérica se ha convertido en una "industria" donde lo principal es el lucro personal de la clase dirigente y no la búsqueda del bien común. ¿Cuándo vendrá la Primavera Latinoamericana?", se preguntó el cardenal hondureño haciendo un paralelismo con lo sucedido en las revoluciones que arrancaron en 2011 el mundo árabe. »

"Esto lleva a la tentación de otro tipo de liderazgo, argumentó Rodríguez Madariaga y puso como ejemplo a Venezuela, un sistema que también es un gran fracaso ya que, a su juicio, es tan sólo la misma corrupción con otra cara".

En aquel momento, no pensaba a la llegada de esta primavera en su Honduras, a pesar de ser uno de los países mas pobres de América latina. Pensaba mas bien a poner un freno a los países emergentes de América latina tales Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua. Cuatro anos mas tarde, la primavera reclamada toma otra dirección y se impone en Honduras donde el pueblo se levanta para reclamar el respeto de sus votos en las elecciones presidenciales. Las fraudes son tan grandes que solo unos pocos se niegan a denunciar y a condenarlas como inaceptables. Dentro de ellos se encuentra el cardenal que dice que se trata de un problema entre partidos políticos, y el episcopado que llama a la sensatez de los partidos para aceptar la decisión del Tribunal superior electoral a pesar de todas las irregularidades observadas.

En un comentario al articulo dado en referencia a esa conferencia de prensa del cardenal, en Berlín, yo escribía lo siguiente:

Relacionado a la primavera de América latina, el cardenal Maradiaga no se dio cuenta que esta primavera ya había empezado en 1999 con la elección de Hugo Chávez como presidente del pueblo venezolano. Que esa revolución se desarrollaba desde aquel tiempo con el ALBA, la CELAC, con la elección, en 2005, en Bolivia, de Evo Morales y después con la de Rafael Correa en Ecuador. El cardenal que nos describe bien el lucro personal de la gente dirigente de los países bajo control del imperialismo, debería preguntarse ?porque esas mismas oligarquías y el imperio quieren deshacerse de esos gobiernos emergentes y poner fin a esa democracia participativa que da la palabra y el poder al pueblo? Parece no ver que la primavera ya esta en marcha en A.L. pero, esta vez, no viene de las iniciativas del tío Sam, sino de los pueblos y de sus dirigentes dedicados a servir los intereses de sus pueblos. Chávez murió dejando como herencia una fortuna la consciencia de un pueblo que sabe mantenerse de

De toda evidencia, Honduras no hacia parte, en aquel momento, de la llamada a la Primavera latino americana del cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Los acontecimientos recientes que ponen de relieve, como nunca antes, las fraudes electorales de noviembre, diciembre, enero,ponen a prueba las convicciones profundas del cardenal Maradiaga y del episcopado hondureño.

¿Cuales son esos acontecimientos que prendaron la mecha de la revuelta del pueblo?

He aquí la lectura que los jesuitas de América central hacen de lo sucedido: ante todo, el rol de primera mano del TSE en la manipulación de los votos.

“Para los jesuitas, este asunto que prendió la mecha de las protestas de la oposición contra el gobierno actual, “ya no es sólo una sospecha sino una certidumbre, la manipulación burda de esta situación por parte de los magistrados, influenciados por los poderes fácticos y oscuros que desde el Estado y otras instancias intentan irrespetar la voluntad popular manifestada en las urnas”.

“Finalmente, los jesuitas exigieron “el respeto a la decisión popular expresada en las urnas y el derecho a la libre expresión que la misma Constitución hondureña asegura”, pero que el gobierno de Hernández “no está respetando al lanzar a la Policía Militar y otros órganos del Estado en contra del pueblo, en manifestación pacífica para defender su voto y denunciar la manipulación de la elección por parte del TSE. »”

¿QUÉ FUE LA DECLARACION DEL EPISCOPADO HONDURENO?

En el caso del cardenal, este no quise opinar sobre el tema, siendo este ultimo, asuntos de políticos.

“Por: Redacción CRITERIO redaccion@criterio.hn Tegucigalpa.-Contrario a sus posturas de 2009 cuando se metió de lleno en favor del Golpe de Estado en contra del entonces presidente, Manuel Zelaya, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, prefiere ahora no pronunciarse sobre la reelección presidencial. “Yo no puedo opinar de eso porque eso es de los partidos políticos”, […]

En cuanto al episcopado: una primera declaración al momento del cuento de los votos:https://criterio.hn/2017/11/28/tse-genera-suspicacia-conferencia-episcopal-honduras/

Una secunda declaración llama a los partidos y al pueblo para que aceptan con “sensatez” la decisión del TSE. Tegucigalpa, 3 dic (EFE).- La Conferencia Episcopal de Honduras le pidió hoy a los dos candidatos que se autoproclamaron ganadores de las elecciones del pasado 26 de noviembre aceptar “con sensatez” los resultados del “escrutinio especial” de más de mil actas que las autoridades electorales iniciarán este mismo día.

“Los partidos políticos deben abogar para que la ciudadanía goce del libre ejercicio de sus derechos”, mientras que el Estado debe “garantizar las manifestaciones pacíficas, como derecho humano, y la protección de todos los derechos de todas las personas, incluido el respeto a la propiedad privada y la seguridad de sus bienes”, añade el mensaje. »

UNAS OBSERVACIONES

La primera se refiere al cardenal Maradiaga, bien conocido para opinar sobre los políticos de la revolución bolivariana sin nunca preguntarse si se metía en asuntos políticos que no le correspondía como cardenal. En su declaración, ante las fraudes electorales, en Honduras, se declara inhabilitado para pronunciarse sobre el tema, como lo vimos en la referencia anterior. Se trata de un cambio radical, uno podría hablar de una verdadera conversión. Algo para dar a pensar a sus colegas del Episcopado venezolano que no solo se pronuncian en los asuntos políticos sino que se comprometen en forma directa con los partidos de la oposición en contra del gobierno.

La segunda se refiere al episcopado que, a pesar de las faltas reconocidas del TSE, invita a los partidos y al pueblo para que acepte, con sensatez, sus decisiones en cuanto al candidato declarado electo como presidente. Una manera como para decir: de vedad no tiene credibilidad pero, mejor vale aceptar su decisión con sensatez Estamos lejos del episcopado venezolano que mantiene una ofensiva, con o sin pruebas concretas, contra el gobierno.

La tercera observación esta relacionada a la cobertura mediática que se le da a lo que sucede en Honduras. No hay comparación con la cobertura que recibe el episcopado venezolano en su lucha contra el gobierno de Nicolás Maduro. En Honduras, se ve que el cardenal como su episcopado no quieren pelea con el gobierno que sea o no legitimo con tal que no sea socialista y antiimperialista.

Mi cuarta y ultima observación pone de relieve los verdaderos objetivos de las intervenciones de la Iglesia institucional en América latina. No son los pobres, tampoco la justicia social, sino impedir por todos los medios que los pueblos se den y se conformen con un socialismo participativo como es el caso en Venezuela.Sin pruebas y sin análisis de la revolución bolivariana y sin hechos concretos, el cardenal se permitió darle como ejemplo de fracaso y de corrupción, discalificandole como alternativa a los regimenes neoliberales y imperialistas.

CONCLUSION

Los eventos que vive la Iglesia institucional a través del Vaticano y de los los episcopados plantean a la misma Iglesia interrogantes en cuanto a los fundamentos de sus compromisos con los pobres y humildes de la tierra. ¿Cuáles son los elementos en los Evangelios y en la Doctrina social de la Iglesia que le permiten decidir de su apoyo a un régimen y de su rechazo a otro régimen? En los dos casos hay que analizar los contenidos de los regímenes en cuanto a sus objetivos humanos de justicia y de solidaridad con los mas necesitados. Al limite podemos llegar a la conclusión que todos los regímenes pueden ser buenos con tal que generen mas justicia y solidaridad entre los humanos que divisiones y injusticias. Por sus obras podremos reconocerlos. La Iglesia debe quedarse a la altura de los Evangelios y de su Doctrina social sin dejarse llevar por un régimen u otro. Lo humano debe ser su tarjeta de identidad.


Oscar Fortin
El 21 de enero 2018


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