Humanismo sin credos para regir la vida (6)

26.IMPORTANCIA DE LAS COSAS. De personas inteligentes es “saber relativizar” desgracias y contratiempos. Todo parece muy grande cuando sucede. Pero antes no lo era y después no lo será. Es preciso salirse del momento presente y situarse en el “después”. El tiempo no cura nada, pero todo se va curando con el paso del tiempo. Desde luego si se sabe llenar este tiempo con algo más que recuerdo del trauma pasado, deseos de resarcimiento, venganza, odio... Lo mismo que se puede ver el mundo desde un satélite, bueno sería poder verlo a 10 años de distancia. Nuestro propio mundo, pequeño y relativo.
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27. INSEGURIDAD. La inseguridad nos hace caminar como por arena o fango, pero también es fuente de sabiduría y hay que saber aprender e ella: reconocimiento de que hay “lagunas” dentro de nosotros mismos; necesidad de atender a quiebras de la psique que pueden dar al traste con proyectos personales; la inseguridad que también es estímulo para una defensa adecuada; la inseguridad como aguijón; la inseguridad, la duda, como fuente de búsqueda de alternativas; la inseguridad, por qué no, como fuente de humildad y cercanía a los otros.
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28. SATISFACCIÓN. La felicidad se concreta en el sentimiento de satisfacción. El hombre “como tarea” encuentra su plenitud en el trabajo bien hecho. De todas formas, aunque éste no colme aspiraciones, siempre hay motivosde satisfacción, siempre: cuesta poco buscarlos. Puede ser la familia; o el pequeño esfuerzo por estar a buenas con todos; o la preparación a fondo de cualquier cosa que hagamos; o desarrollar aficiones; o ampliar el círculo de amistades...
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29.SENSIBILIDAD.Sensibilidad como cualidad, aptitud o hábito mental para percibir la belleza, apto para ser adquirido e incrmentar. El cultivo de las artes –-en especial la literatura, activa o pasiva, que nutre a la mente de estructuras verbales. A través de esas lecturas, la adquisición del sentido crítico. La audición musical de obras que la historia "ha perdonado"; la asistencia a exposiciones; la contemplación de la naturaleza; la observación del comportamiento de los animales...-– todo ello es fuente suficiente para adquirir dicha sensibilidad.
Pero no se olvide que también exige una permanente lucha contra la chabacanería, contra la tosquedad en las formas, contra la vulgaridad de lo que se ve y se oye, contra la ordinariez de los comportamientos, contra la ramplonería intelectual y también contra esa forma de comunicación que recurre permanentemente a tópicos.
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30. EL CUERPO, LO FÍSICO. Vivencia del propio cuerpo, sensualidad, goce. Para la religión toda sensualidad es “viciosa”. El cuerpo es lo que acerca al hombre al pecado, es su vehículo primero, y de ahí que el goce de los placeres corporales se empareje con el pecado. ¿Creen sinceramente que esto debe ser así?
Dar satisfacción a lo que el cuerpo demanda es, primero, necesidad; luego sensualidad . Pero no se nos acuse nadie de que defendemos el nudo hedonismo. La satisfacción del cuerpo ha de tener el suficiente equilibrio para que no derive en tiranía. A la postre derivaría en insatisfacción.
Dicho esto, sí afirmamos rotundamente que es otro de los caminos de la felicidad, el primero de los caminos, propiciador de otros supuestamente más elevados.
Toda la literatura del “sacrificio”, de la “negación de sí mismo”, de hacer de la vida una cruz, sólo tiene sentido cuando propicia la consecución del equilibrio entre las distintas pulsiones del hombre, algo que ninguno de los ascetas del pasado consiguió. Con seguridad. ¿No hay más felicidad en una comida o cena navideña que en los cien mil latigazos del cartujo escondido? Al final, termina amargado y "cabreado", pero no feliz. Al cuerpo no se le domina con zurriagos, disciplinas o flagelos.
N.E. Pido disculpas a quienes hayan entrado en otro escrito distinto al que tenía previsto para hoy. Fue un error por mi parte en la edición de fecha y hora.