Retahíla de silogismos aplicados a Dios

La “escolástica” ha sido el summum al que ha podido llegar la así llamada "filosofía cristiana", hoy rota en mil pedazos. Dentro de tal filosofía, el silogismo parece ser la quintaesencia de su "Lógica".
Ensayemos con silogismos pasando por ese tamiz aspectos de lo que dicen ser Dios y deduciendo según tal modelo filosófico (1):
a) Lo que no se comprende es evidente que no puede ser conocido ni por lo tanto admitido por la inteligencia; Dios por esencia es incomprensible, por lo tanto no se puede creer en Dios.
b) Otro silogismo que raya en sofisma: Entre fe, es decir, creencia, y conocimiento debe existir un nexo necesario, para poder asimilar lo que se cree; pero Dios es inasequible para el conocimiento; luego no podemos tener fe.
c) Y otro: No se puede entender lo que no se puede definir; la fe en un Dios indefinible no se puede expresar ni definir, ya que, dicen, la fe es una vivencia; luego no se puede tener ningún concepto ni tener fe racional en Dios.
d) Sólo la evidencia es fuente de verdad; Dios no es evidente ni demostrable; por lo tanto el concepto de Dios es falso.
e) Sofisma práctico: El hombre no puede disponer ni usar de lo que no conoce, esto es evidente; por su esencia, Dios es algo incognoscible e indemostrable, luego el hombre que dirige sus oraciones, sus ritos, etc. a Dios es un irracional.
f) Decir que algo es esto o lo otro sin demostrarlo, es subjetivo y se puede rechazar o interpretar de muchas maneras; Dios para unos es omnipotente y necesario, pero para otros es una entelequia; luego Dios depende de la interpretación de cada uno. Inapelable.
g) No se deben multiplicar los entes sin necesidad (2); la naturaleza se puede explicar según sus propias leyes, luego no se necesita inventar un Creador.
h) El efecto tiene que tener relación con la causa; todas las cosas que suceden en la naturaleza se explican por causas naturales, luego no se necesita una “causa” divina.
i) Los hechos y acontecimientos materiales no pueden responder a causas sobrenaturales; luego no se puede deducir un ser espiritual, inmaterial, etc. como causa de lo que sucede en el mundo y en el hombre.
j) Algo es necesario cuando sin ello no se pueden lograr los efectos pretendidos; el hombre puede ser bueno, honrado y honesto sin contar con Dios, porque de hecho es así; luego Dios no es necesario para el hombre.
k) Todas las cosas son o necesarias o inútiles; para la vida de cada día, la vida normal, se ve que Dios no es necesario; luego Dios es un ser inútil.
l) Dios es el fundamento de todas las religiones pero no puede ser al revés. O bien todas las religiones predican al dios verdadero o todas predican una parte de Dios: afirmar lo primero sería absurdo, pero si es lo segundo, el hombre haría bien en no adscribirse a ninguna por inconsistencia interna de todas ellas.
m) El sofisma del tiempo: Dios no puede exigir de los hombres una conducta en un siglo y otra completamente distinta en otro; dado que eso se ve hasta en la Biblia y ha sucedido y sigue sucediendo en la historia de la Iglesia, hay que deducir, por lo tanto, que o los “intérpretes de Dios” engañan o es Dios el que engaña. Por lo tanto hay que prescindir de Dios.
n) Similar: Dios no puede exigir cosas antinaturales o contrarias a la naturaleza que él mismo ha creado; dado que, para llegar a Dios, todas las religiones prescriben actos contrarios a la naturaleza, hay que o bien desechar a Dios o desechar las religiones o desechar ambas cosas. [hecho contrario a la naturaleza es admitir racionalmente los dogmas de fe]
o) La muerte es algo malo y Dios no quiere lo malo; si no quiere lo malo no quiere la muerte; como Dios es bueno y omnipotente puede suprimir la muerte del horizonte vital del hombre; si no suprime lo malo contradice su propia esencia. De aquí deberíamos deducir una de estas dos cosas, o que el mal, la muerte no existe... ¡o que quien no existe es Dios!.
p) Todo mal tiene que tener un origen y una causa. La causa puede estar en la Naturaleza, en el hombre o en Dios. Dado que el mal gratuito, porque sí, no tiene una causa natural ni humana, ha de tener necesariamente su origen en Dios. Y si Dios es la causa del mal, hay que desecharlo o, como medida profiláctica, apartarse de él.
q) Argumento "idem": el hombre es racional porque siempre busca las causas. Pero el mal impune e injusto no está entre las causas humanas y debe achacarse a los designios de Dios.
Podríamos seguir “in aeternum”con argumentos similares pero no es cuestión de cansar la inteligencia de nadie porque tales argumentos son a la vez sofismas refutables. Dado que, en sentido absolutamente contrario, la misma lógica anima a los creyentes, cantar de vez en cuando en su tesitura no viene mal al espíritu... ni al de ellos, por supuesto.
(1)Conste que yo mismo sería capaz de rebatirlos uno a uno, pero ésta es una labor lógicamente de creyentes.
(2)Non sunt multiplicanda entia sine necessitate, sentencia atribuible a G. Ockam.