La Virgen del Pilar o cómo la leyenda se transforma en historia.

El proceso de asentamiento de leyendas es tan persistente, machacón y contumaz que, con el pasar de los años y los sigolos aquello que se relataba, sin saber ni el origen ni el fundamento, termina por tener carta de naturaleza y de realidad. Es decir, pretenden tener carta de naturaleza de historicidad: "Sucedió en otros tiempos" (in illo tempore).
Tal es el caso de la fiesta de hoy. Afirman y predican que la Fiesta del Pilar tiene su fundamento en hechos históricos. Eso es rotundamente falso. Será fiesta, habrá ofrendas florales, se cantarán jotas, desfilará la tropa, se besará el pedestal, habrá cien mil misas... pero el sustento histórico/dogmático es de contenido legendario. Más claro: no sucedió nada de lo que dicen.
Un creyente típico o tópico se podrá sentir ofuscado y hasta ofendido por esta afirmación. Un creyente al que tales fuegos artificiales no le afectan, pone las cosas en su sitio: Esto no es esencial para mi fe.
¿Se quiere sustentar la fiesta en una leyenda? Nada que decir. Pero no digan lo contrario... De la asignación del 12 de Octubre como Virgen del Pilar lo único cierto es que en tal fecha se descubrió América: lo que podría haber sido una fiesta nacional "a secas y por todo lo alto", quedó obnubilado por el enorme poder impositivo de la casta clerical. Virgen del Pilar antes que Descubrimiento de América. Todavía eso de "Fiesta del Pilar" tiene más fuerza que "Día de Hispanoamérica".
En otro tiempo, sacavar estas tradiciones hubiera supuesto la inmediata persecución inquisitorial pero... ¡qué le vamos a hacer! Vivimos en una edad dorada para la verdad (bueno, para ciertas verdades inocuas, siempre que éstas no supongan merma para el político de turno).
Respecto a fiestas "tradicionales", lo mismo que una tradición nace, puede morir. Más si esta tradición se basa en tergiversaciones interesadas, falsedades impuestas por una casta, aspectos legendarios que se hacen pasar por históricos... Pero decir esto, en este Foro Digital, todavía supone navegar contra corriente, erigirse en individuo molesto para río de la credulidad que se desliza placenteramente aguas abajo.
Pero, lo dicho: ¿se quieren sustentar tradiciones sabiendo a priori y admitiendo que son leyendas, piadosas pero leyendas, es decir cuentos, es decir, narraciones propias de sociedades infantiles?. Nada que objetar, pero al menos que no traten de hacer tragar ruedas de molino al personal "de a tierra".
Y esto es lo que sucede con la Fiesta del Pilar, la Fiesta Nacional, la Fiesta de las Fiestas en Zaragoza. Algunos hasta se atreven a afirmar que Zaragoza no sería nada sin la tradición del Pilar,(¡son palabras de un obispo!).
Y así a bote pronto se me ocurre pensar: ¿la Cesaraugusta romana, la Sansueña árabe (citada así en El Quijote), no eran nada sin la Virgen del Pilar.
Pero aún cayendo en el vicio de alargarnos, vamos a considerar este evento en sus diversos aspectos:
1.- La “tradición”, la “traición”. Dicen que fue un 2 de enero del año 40: viva todavía la Virgen, es trasladada por los ángeles a Cesaraugusta, portando consigo o posándose en una columna. El hecho se narra, dicen, en "em>Los Morales" (un códice del siglo XIII que, dicen, se guarda en los archivos de Zaragoza).
Tras el preceptivo "Id y anunciad mi Evangelio por todo el mundo, la Virgen se despidió de los Apóstoles. Díjole a Santiago:
“Te visitaré en aquella ciudad que mayor número de hombres conviertas a la fe; allí edificarás una iglesia según yo misma te daré a entender".
En el códice de referencia se dice del Apóstol Santiago:
"En Zaragoza predicó muchos días, logrando convertir para Cristo a 7 hombres. Con estos convertidos se entretenía en dulces enseñanzas sobre el reino de Dios, y por la noche iba a la orilla del río donde se acostaba en la paja".
Allí se le apareció en carne mortal la Virgen María encima de un pilar o columna y le dijo:
"He aquí, hijo mío Jacobo, el lugar de mi elección. Mira este pilar en que me asiento, enviado por mi hijo y maestro tuyo. En esta tierra edificarás una capilla. Y el Altísimo obrará, por Mi, milagros admirables sobre todos los que imploren, en sus necesidades, mi auxilio. Este pilar quedará aquí hasta el fin de los tiempos, para que nunca le falten adoradores a Jesucristo".
2.- Santiago: ¿De qué Santiago se trata? ¿O hubo varios? [Léase el artículo aparecido en Revista de Historia con relación a los varios Santiagos posibles]. Leo en un periodista teólogo:
“La pretendida visita de Santiago a España, según la tradición romanista, es precedida por el permiso y el beso de la mano de la Virgen Santísima, que se le aparece en Zaragoza, según el culto del Pilar. Después de haber convertido a siete hombres, se dice que volvió a Jerusalén donde padeció martirio, tal y como narra Hechos 12: 2. La leyenda continúa cuando se dice que su cuerpo fue llevado a España, donde estuvo oculto en Padrón (Galicia) por más de siete siglos, hasta que en tiempos de Alfonso El Casto (850), fue descubierto por unas luces que aparecieron en el campo, siendo trasladado a Santiago, actual centro de peregrinación.
Dicen que no era otro que el hermano del apóstol Juan, ambos, discípulos del Señor, que les apellidó Boanerges, Hijos del trueno, dado el temperamento impetuoso de ellos.
Hasta el siglo IX, tal leyenda no existe ni hay mención al respecto en las actas de los Concilios españoles. Más tarde se fabricaron falsas historias, como los añadidos a Dextro (s.IV), Isidoro (VI), Beda (VII) o Turpin (IX).
Ya es sintomático que Alfonso X el Sabio (+1284), que tantos milagros de la Virgen relata en las Cantigas, no refiera ni uno solo ubicado en Zaragoza.
Aparte de las opiniones escépticas de los cardenales Baronio o Belarmino, el mismo arzobispo de Toledo, Jiménez de Rada, dijo ya en el año 1300, que la predicación del apóstol Santiago en España es un cuento de monjas y de viudas piadosas .
3.- Leyendas: Una pluma más pía que conspicua escribe:
No cabría decir solamente que este hecho histórico sea simplemente una tradición , es desde luego venerable y antiquísima tradición, pero la realidad es que aquel hecho histórico verdadero y trascendente (¡¡!!) transformó la historia de España y del mundo para siempre.
¡Qué ganas de hacer tragar ruedas de molino! Pero dado que ya no engañan a nadie, ¿por qué pretenden engañarse a sí mismo? ¿Presentan como histórico algo que ya como leyenda está podrido?
Repitámoslo: todo es leyenda, cuento, mito... La venida de Santiago a España, la aparición en carne mortal, la columna para construir un templo, los Siete varones apostólicos, España tierra de María...Vergüenza da tener que descender a la palestra crédulo/historiográfica para oponerse a falacias tan burdas.
4.- La fiesta del 12 de Octubre: De nuevo se repite la larga tradición de la Iglesia de solapar sus fiestas sobre las fiestas del pueblo.

Ya que tal día estaba impregnado del sano nacionalismo propiciado por el DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA, los Jerarcas mandamases, con la Fiesta del Pilar, le recordaron al pueblo que tal evento no pudo suceder sino por intervención de la Virgen, a la cual los marineros cantaban la Salve todas las noches, como dice el Diario de Colón.
Oficialmente el Papa Clemente XII instituyó tal fiesta en 1739 como es lógico a instancias de los obispos españoles, pues en Roma quizá desconocieran que existía tal advocación.
De paso la exaltación patriótica quedaba entreverada con la exaltación religiosa: “...con ninguna nación hizo algo semejante”. El que la Virgen se “presentara”, viva, en España fue el summum de la distinción divina. ¿Qué eran las otras "apariciones" ante tal hecho?
5.- Consideraciones. Si comenzáramos por Santiago, a la pregunta quién miente, la leyenda o los Hechos de los Apóstoles, tendríamos que dar la razón a Hechos.
Doquier se dice que el N.T. no es fuente fiable de historiografía, pero es que en este asunto son incongruentes hasta consigo mismos:
Si Santiago no pudo estar en España, el mito "del Pilar" no se sustenta.
1ª) Los apóstoles no se dispersaron hasta la muerte del apóstol en cuestión, Jacobo, Sant Yacob o Sant Yago (ver Hechos 8: 1; 11: 19; 11, 33-34), siendo la muerte de éste, factor determinante para su dispersión.
2ª) Herodes Agripa, el rey ejecutor del apóstol, (Hechos 12: 1, 2) murió el año 44 d.C. Santiago fue decapitado en esa fecha o antes. Y Santiago no pudo salir de Jerusalén en ningún momento.
3ª) Según Hechos 10: 1-4; 45-48 se dice que Cornelio, centurión romano y sus compañeros, fueron los primeros gentiles convertidos a Cristo, recibiendo la plenitud del Espíritu Santo. Hecho notorio porque los mismos discípulos, una vez sabido, exclamaron asombrados: ...¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida! (Hechos 11: 18).
¿De dónde salen esos Siete varones apostólicos, pues?
Y apelando a sus propios textos, que, repitámoslo, no pueden tomarse como fuentes historiográficas Santiago no pudo visitar España. Todo el mundo sabe que en realidad esto no es más que un simple mito, pero lo que repele es que con el paso de los años dicho mito adquiriera un peso tan desproporcionado, tan fuera de lugar, que llegara a cegar las mentes de muchos crédulos de buena fe haciéndoles creer que de verdad el apóstol en cuestión realmente estuvo en este país e hizo las cosas que dicen que hizo.
Ni siquiera el andarín Pablo, a pesar de sus deseos (Rom. 15, 28) llegó a realizar tal viaje.
Y es que la tradición católico-romana añade cosas imposibles o impensables a la vida de Sant Yago: un añadido extra de años, salir de Jerusalén, estar unos años por España, convertir paganos, volver a la ciudad... Porque, por otra parte, ¿en qué viajó? ¿Cómo consiguió tal celeridad? ¿Qué se le había perdido a Santiago en España teniendo otros lugares más "interesantes" que convertir como el Peloponeso o la Jonia?
Éste es un caso típico de cómo la incultura popular admite cualquier cosa que los “jerarcas crédulos ilustrados” les dicen: no pueden comprobar nada, porque ni saben leer ni tienen datos para contrastar; su inteligencia está embotada por cientos y cientos de leyendas de todo tipo; pero, sobre todo, porque no osan enfrentarse a la autoridad.
6.- El hoy. De todo ello surge un sano sentimiento de indignación no por el pasado sino por el presente: el tinglado, la comedia, la ficción, la farsa continúa, aunque sea como simple fiesta folklórica.
Leyenda, tradición... y a partir de ahí “creencias”.
¿Y la verdad que sustenta dicho tinglado? Unos: Bah, eso es lo de menos... Otros: "Fue un “hecho histórico” relevante y sustancial". Y no se les cae la cara de vergüenza. Y otros ni siquiera piensan: "Hay fiesta, viva la fiesta". Muy bien las fiestas, pero sabido de qué va la cosa, mejor sería que celebraran, es un suponer, la fundación de la ciudad...
He aquí un claro ejemplo de como una simple leyenda piadosa se transforma, con el paso del tiempo y de los intereses creados, en una falsa verdad que, entre otras cosas, les sirve para seguir existiendo quebrando la inteligencia del pueblo.
Y mientras tanto, resuena por los barrios aledaños al Pilar el martilleante y para algunos inaguantable "Bendita y alabada sea la hora - en que María Santísima - vino en carne mortal a Zaragoza..."
Ser la oveja negra, el "pepito grillo", la "casandra", el tocahuevos... de vez en cuando es beneficioso para la sociedad, porque propicia posturas autocríticas e incita a repesensar lo que se da públicamente por aceptado.