La ínsita malicia del creer (3/3)

Cuanto más menesterosos, cuanto menos instruidos, cuanto menor es la cultura, cuanto menor es la capacidad crítica de las personas, mayor es el poder "maléfico" que las religiones poseen para hacerse con las conductas de sus fieles. Conducta, no olvidemos, que las religiones califican como "voluntaria", que nace del propio individuo. Perversos.
9. Utilización combinada de controles económicos. Hay muchísimas, muchísmas personas cuyo sustento depende de su relación con el clero organizado. De forma directa o indirecta. Los primeros, aquellos que pertenecen a la Organización del Rezo y laboran en regiduría de la conducta de "sus" fieles. Algunos, a decir verdad, sin excesivo convencimiento de la labor que realizan. Otros ligados de alguna manera a la actividad propagandística, editorial, radiofónica, artística, pastoral incluso... de las instituciones religiosas. Obligados por el estómago, se puede comprender su “piedad”, su “devoción”, su “religiosidad”.
10. Medio poderoso, como decíamos anteriormente, es el control educativo de los fieles e hijos de los fieles, sea por medio de sus propias escuelas, sea en grupos de catequesis, grupos de oración, etc. Sin doctrina, sin conocimiento, no hay acción. De ahí la perentoria necesidad de esparcir el "mensaje" del modo que sea. La inundación de Internet es un ejemplo.
11.Medios más sutiles, bien que directamente pervertidos, es la utilización del conocimiento que se tiene de la vida particular del fiel para “enfrentarle a sus obligaciones”, cuando esto no se convierte en el más puro chantaje para otros fines no tan nobles. ¡Cuánto de esto sabe la Historia en tiempos en que el confesor de la reina conocía mejor que nadie los verdaderos entresijos de la política!
12. Los medios directos, explicativos, divulgativos o, en términos coloquiales, chantajistas, no tendrían virtualidad alguna si la persona no hiciera propias las advertencias y los mensajes que le envían. El mensaje religioso debe hacerse "propio", debe convertirse en hábito o estructura mental de la persona. De ahí que el control de la conducta derive en “autocontrol”, como forma sibilina de hacer interior la norma y dar la sensación de que la convicción sugestionada nace del propio yo.
13. Bien sabe la Iglesia que hay muchos enemigos de la "fe": de ahí que prevenga de tales peligros e intente crear una predisposición en el individuo antes de que aparezcan las situaciones de riesgo. En otros tiempos uno de los medios más poderosos fue el "Index librorum prohibitorum", hasta que la marea editorial hizo imposible el control.
14. Utilización de ciertos elementos recriminatorios, casi siempre verbales, como castigo “psíquico” que generan en la persona complejos de culpa.
15. Fomentar el autocontrol para que la norma siga vigente cuando no está presente el factor controlador, favoreciendo con ello conductas muchas veces neuróticamente represivas: ayunos, penitencias, flagelaciones... todo por controlar los estímulos “todavía no controlados”, personificados generalmente en Satán.
16. Imponer situaciones físicas de control de conducta: limitaciones (“si tu mano te escandaliza...” como metáfora), alejamiento del mal, eliminación de elementos (no comer tales alimentos, no leer tales escritos, no acudir a ver tales películas...).
17. Controlar el “ambiente” en que se mueve una persona: críticas, prohibiciones, privaciones, exclusiones, etc. desde la censura de películas, libros o tipos de música hasta la ocupación del tiempo libro con excursiones, visitas turísticas, “cursillos” y retiros espirituales.
18. El control grupal se refiere no sólo al grupo al que se pertenece sino al grupo que se excluye: es muy poderoso el influjo del colectivo sobre el individuo a la hora de tomar decisiones que afectan a la propia persona.
19. “Invitando” al individuo “a ir”, a incorporarse, a realizar tales o cuales prácticas “que no te comprometen”, a asistir a reuniones, a organizar eventos, etc. de modo que unas prácticas conducen a otras.
20. Si el mismo individuo que es controlado se convierte en “controlador” de otros, su conducta queda reforzada de muy distintas maneras, una de las cuales puede ser la económica.