Felicitación pascual de David Cameron

Me ha llenado de asombro y admiración la felicitación de la Pascua que ha hecho David Cameron a los ingleses, un país que está lleno de habitantes de la Commonwealth que practican toca clase de credos. Debo de confesar que también me ha producido una fuerte dosis de envidia… pero de la buena.

Empieza su felicitación pascual, David Cameron, diciendo que para los cristianos la Pascua es un tiempo en el que se celebra el triunfo de la vida sobre la muerte pero que para todos los ingleses es un momento para reflexionar sobre el papel del cristianismo en sus vidas. La Iglesia, comenta, no es un conjunto de viejos edificios sino una institución viva y activa que hace muchas buenas obras. Cuando hay personas sin hogar está con ellos ofreciendo comida caliente y cobijo, cuando sufren adicciones o deshaucios, cuando sufren o están tristes la Iglesia les acompaña.

Afirma que él mismo ha podido comprobar, en momentos de desolación, que la misericordia y la compasión de la Iglesia son una gran ayuda pues en toda Gran Bretaña los cristianos, no sólo predican el amor al prójimo, sino que lo viven en grupos de fe, en cárceles, en asociaciones ciudadanas… Por todas estas razones recomienda sentirse orgulloso y proclamar que Gran Bretaña es un país cristiano que acepta otros credos pero que el mayoritario es el nuestro. Esta es la razón por la que mi gobierno, dice, ha gastado decenas de millones de libras en el sostenimiento y restauración de templos y catedrales y por la que ha proclamado una ley por el derecho a que en los ayuntamientos se puedan recitar oraciones.

Cree que la labor de los cristianos no se debe terminar ahí sino que debemos levantar nuestras voces en defensa de los perseguidos por el mundo entero pues es un escándalo que en el 2015 los haya torturados, amenazados e incluso asesinados por causa de su fe en Egipto, Nigeria, Corea del Norte… En Oriente Medio se han visto obligados a dejar sus hogares, a huir de sus ciudades, a renunciar a sus creencias o ser asesinados brutalmente. A los que viven en Irak o Siria que practican su credo y dan cobijo a otros les debemos decir: estamos a vuestro lado.

Su gobierno, sigue diciendo, ha convertido estas palabras en realidades haciendo llegar ayuda humanitaria a los cercados en el monte Sinjar y a los grupos de reconciliación de base de Irak. En los próximos meses recomienda que todos a una hablemos en defensa de la libertad de la fe. Por eso en esta Pascua debemos tener en nuestro pensamiento a todos los cristianos en países distintos del nuestro que se enfrentan a la persecución, a la vez que dar las gracias por todos los cristianos que marcan entre nosotros una diferencia. Y termina sus palabras deseando “a todos vosotros y a vuestras familias una Pascua muy feliz”.

Yo pensaba al terminar esta lectura en nuestros políticos y me esforzaba en buscar alguno que pudiera pronunciar estas palabras y no lo encontraba. Y lo que es peor, creo que si alguien se atreviera a hacerlo, perdería votos por un tubo. Y me pregunto ¿Qué ha pasado en nuestro país para renegar de nuestras raíces, para tirarlo todo por la borda? ¿Ha sido el resentimiento ante una Iglesia con demasiado peso en la sociedad? ¿Hemos dejado de ser cristianos y no reconocemos sus valores? No tengo respuestas
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