A Don Francisco Javier Avilés Jiménez

Yo no hablé de usted para nada en mi artículo. Pero debe ser bastante conocido en la diócesis y eseguida salió su nombre a relucir. Unos poniéndole mal y otros bien. Después usted intervino, con otros colegas que salieron en su defensa, y eso catalizó críticas.

Es usted como sacerdote una persona pública y está expuesto a las críticas. Unas serán fundadas y otras no. Pues eso es lo que ha ocurrido con usted. Yo no sé si colabora usted en la SER, emisora que no se caracteriza por el afecto a la Iglesia ni si esa colaboración es habitual o esporádica. usted dice que no es habitual y no tengo porque dudarlo.

Reconoce, me parece recordar, que se permite algunas libertades y críticas. Pues parece que hay personas que no las llevan bien. Tampoco sé si sus simpatías están con el PSOE, Izquierda Unida y CCOO. Si fuera cierto, qué quiere que le diga. A mí me parece impresentable hasta el PP. Pero, con la que está cayendo, que un cura se manifieste simpatizante de quienes se dedican a atacar sistemáticamente a la Iglesia pues es por lo menos chocante. Y hay gente que no lo pasa.

Si todo eso es falso, si cree usted en todo lo que la Iglesia cree y así lo predica, si los enemigos de la Iglesia no gozan de sus simpatías, etc., etc., lo dice, tiene abierto este Blog, donde nunca se le ha borrado nada ni a usted ni a sus amigos, y aquí paz y después gloria.

Dejaría desarmados a todos los que le han criticado. Y en el caso de que esta Iglesia no le guste nada, quiera otra muy distinta, en lo que está en su derecho, no puede dársela de virgen violada porque otros, con nombre o con nick, se lo echen en cara.

Y de caridades no vamos a hablar. Porque aquí, en eso todos se han pasado. Los suyos y los otros. Y yo también, probablemente. Pero yo no con usted. Porque, hasta ahora, ni sabía de su existencia.
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