Vuelven a verse las casullas romanas.

No tengo nada contra las casullas góticas. Me parecen dignísimas. Ni se me ocurre pedir que se arrumben. Pero fue evidente el intento de muchos de arrumbar las romanas. ¿Para hacer tablarrasa de un gloriosísimo y santísimo pasado?

Fuese lo que fuere, hoy os traigo una fotografía de ayer mismo. En la catedral primada conmemorando la festividad de San Ildefonso. Todos con casulla "de guitarra". Y el hecho tiene más lecturas porque el cocelebrante principal era nada menos que el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, cardenal Cañizares.

Me parece muy bien volver a encontrarme, de vez en cuando, con la casulla que vistieron tantos santos de la Iglesia. Inmortalizados muchos de ellos en obras de arte imperecederas. Recuérdese, por ejemplo, la última comunión de San José de Calasanz pintada por Goya. Que por cierto él la recibía de rodillas, en la boca y con atuendo sacerdotal.
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