Para los que no entienden nada.

Aquí no se queda nadie. El Papa está a punto de cumplir 82 años. Dentro de cinco días. Pero el día, Dios quiera que lejano, en que el Papa muera, vendrá otro Papa. Y al anciano sacerdote que gastó su vida al servicio de las almas le sustituirá otro. Lo que yo creo y amo cuado abandone este mundo lo creerán y amarán otros. Sin problema alguno.
A estos dinosaurios ya no les sigue nadie. Los nuevos curas no son gracias a Dios como ellos. Y no tienen fieles detrás. Han conseguido que muchos abandonaran la Iglesia pero a ellos no les sigue nadie. Van desapareciendo uno tras otro sin que nadie les llore ni les recuerde. Y además, lo saben.
Pues eso es lo que hay. ¿Que les irrita les recuerden que han trabajado para nada? ¿Qué no dejan nada detrás salvo un desierto? Pues me trae sin cuidado. Han sido una plaga de Egipto para la Iglesia, o las siete juntas, creo por tanto que es un ejercicio de caridad desear que la plaga se extinga. Por amor a la Iglesia y a mis hermanos.
Y esto no es una cuestión de diversidad de carismas. Aquí se están tocando cuestiones esenciales de fe. Unos no creen lo que la Iglesia cree. Se han inventado un Cristo a su gusto que no es el Hijo de Dios. Y si algunos creyendo y amando a a Jesucristo y a su Iglesia se juntan a quienes quieren acabar con Cristo y con su Iglesia es que tienen un problema grave en la cabeza que deberían intentar resolver.