La CLAR organiza un Seminario Virtual sobre Vida Religiosa y Amazonía Cardenal Hummes: "La Iglesia espera de vosotros, religiosas y religiosos, una opción decisiva para ir a la Amazonía"

Seminario Virtual de la CLAR
Seminario Virtual de la CLAR

“El objetivo es poder profundizar y aplicar las iluminaciones del Sínodo de la Amazonía para la vida religiosa, intentando favorecer el encuentro y la reflexión colectiva con la vida religiosa, pero también incluyendo a los laicos y laicas que hacen camino en la Amazonía, sumando la dinámica de escucha de las realidades amazónicas, siempre a la luz del proceso sinodal”

La Amazonía es una de las últimas fronteras del capitalismo, fomentando el extractivismo predatorio, con el apoyo de los países que flexibilizan las leyes ambientales, reducen los controles y multas, exportan commodites

Como Iglesia, es necesario “ser aliados de quienes saben el valor de su territorio y protegen la Amazonía. Escuchar el clamor de la Tierra y de los pueblos, que es el mismo, y hacerlo junto con los pueblos, como compañeros de lucha”

"El Papa confía en que en el proceso de aplicación de las indicaciones sinodales, la vida religiosa asuma la misión y se sienta llamada a caminar con los pueblos de la Amazonia"

Daniela Cannavina
A las puertas de cumplir un año de la Asamblea del Sínodo para la Amazonía y en el marco del Tiempo de la Creación, la Confederación Latianoamericana de Religiosos – CLAR, ha organizado, de 9 a 11 de septiembre, un Seminario Virtual sobre Vida Religiosa y Amazonía, cuyo tema es “Amazonía: Nuevos Caminos para la Vida Religiosa y una Ecología Integral”, teniendo como enfoque la mirada de la Vida Religiosa en contexto panamazónico.

Según la Secretaria ejecutiva de la CLAR, “el objetivo es poder profundizar y aplicar las iluminaciones del Sínodo de la Amazonía para la vida religiosa, intentando favorecer el encuentro y la reflexión colectiva con la vida religiosa, pero también incluyendo a los laicos y laicas que hacen camino en la Amazonía, sumando la dinámica de escucha de las realidades amazónicas, siempre a la luz del proceso sinodal”. Se trata, afirma la hermana Daniela Cannavina de “discernir compromisos concretos en defensa de la vida en la Amazonía, que nos dispongan para la misión en red y en itinerancia, que son dos puntos centrales”. El Seminario ha sido dirigido, recuerda la hermana, “a la vida religiosa que tiene presencia en la Amazonía, o a aquellos que quisieran tenerla, para poder hacer este tejido en red”.

El seminario se enmarca en una coyuntura en la que se destaca “la importancia cada vez más creciente de la Amazonía en el contexto local e internacional y en la salvaguarda del planeta, en contradicción con el creciente riesgo de devastación de su biodiversidad, de sus comunidades ancestrales y urbanas”, afirma la secretaria de la CLAR. A partir de ahí, “es que la vida religiosa quiere reflexionar y buscar una actuación mucho más ética y actualizada en el contexto amazónico”, según la religiosa. En esa perspectiva, ella reconoce que “este encuentro tiende a poner esos pilares y ayudarnos a un continuo y profundo discernimiento para tener realmente una presencia activa e de incidencia en la defensa del territorio amazónico”.

Es necesario hacer “una lectura de lo que está sucediendo en la Amazonía y las acciones que se pueden llevar a cabo”, afirmaba Dário Bossi, que ve la Amazonía como parte de un sistema mayor, el capitalismo, que llegó al límite, basado en un círculo vicioso de destrucción, lo que le ha vuelto más agresivo. Según el provincial de los Combonianos en Brasil, la Amazonía es una de las últimas fronteras de este sistema, fomentando el extractivismo predatorio, con el apoyo de los países que flexibilizan las leyes ambientales, reducen los controles y multas, exportan commodites, facilitando la destrucción para el acceso a los bienes por parte de pocos, perjudicando a muchos.

Dário Bossi

En ese contexto la pandemia del COVID-19 ha llegado como un nuevo ataque, que se suma a un ataque estructural, según el padre Bossi, explicitando y amplificando las desigualdades. La pandemia evidencia el racismo estructural que existe en nuestras sociedades. Sirva como ejemplo que en Brasil, el 48% de los indígenas internados mueren, siendo entre los negros el 36% y entre los blancos el 28, una lectura que también se podría hacer desde una base económica, según el religioso, que advierte sobre la perspectiva de un mundo más pobre, con menos oportunidad de trabajo, que va a inflamar los nacionalismos.

Frente a las crisis, Dário Bossi destaca la fuerza de la organización social y comunitaria, que muestran soluciones esperanzadoras, con organismos que presionan a los estados desde el punto de vista judicial y de incidencia política, con mayor organización política de los pueblos indígenas y valientes posicionamientos eclesiales. En ese sentido citaba algunos ejemplos, como la Asamblea Mundial por la Amazonía, como espacio de encuentro, la Campaña Amazonízate, las denuncias internacionales, en el campo político y financiero, la autoprotección de líderes y comunidades amenazadas, o el compromiso urgente y concreto de la CLAR, de presionar para que sea aprobado el Acuerdo de Escazú.

La Vida Religiosa es llamada a contribuir para que se fortalezca la conciencia amazónica, según Birgit Weiler. La religiosa destacaba la importancia de la escucha en el proceso sinodal,”que nos transforma a Cristo y a su Evangelio”, ayudando a “hacer realidad un camino de transformación que Dios quiere hacer en nosotros”. Es necesaria una metanoia, una conversión de mente y corazón, en relación con Dios, con la Tierra y con los otros, insiste la perita sinodal, que ve necesario escuchar el grito de la Tierra, pero también los mensajes de vida que hay en medio del sufrimiento.

Como Iglesia, es necesario “ser aliados de quienes saben el valor de su territorio y protegen la Amazonía. Escuchar el clamor de la Tierra y de los pueblos, que es el mismo, y hacerlo junto con los pueblos, como compañeros de lucha”, según la religiosa. Según ella es necesario pasar de la escucha a la conversión integral, buscar lo que nos une y no lo que nos separar, ver como el Espíritu nos impulsa a generar alianzas. Eso debe ser traducido en un diálogo interreligioso con los pueblos originarios y afrodescendientes, en aprender a discernir juntos, en un proceso sinodal, como hermanos y hermanas que caminan juntos y deciden escuchar el Espíritu, haciendo posible una Iglesia dispuesta “desaprender, aprender y reaprender” (IL 102).

Birgit Weiler

Weiler reflexionaba sobra la importancia de los sueños en algunos pueblos amazónicos, su potencial transformador, llevando a descubrir sus potencialidades de resistencia, de resiliencia, en medio de las amenazas. En ese sentido, afirmaba que “los sueños presentados por el Papa Francisco nos muestran que las cosas pueden ser diferentes, nos alientan”. Eso se concreta en las diferentes dimensiones, como es la dimensión social, que debe fomentar el diálogo, o la cultural, basada en la idea del poliedro amazónico, del que habla el Papa Francisco en el número 29 de Querida Amazonía, que nos llama a ver la Amazonía como laboratorio donde aprender a convivir en la diversidad, a transformar espacios de violencia, de trata de personas, de hambre, como lugar teológico, a tener el buen vivir como fuente de inspiración.

En el caso de la dimensión ecológica, que tiene la ecología integral como camino, debe llevarnos a fomentar la ética del encuentro y del cuidado. Al hablar de la dimensión eclesial, que parte de la sinodalidad, somos llamados a fortalecer relaciones de Iglesia a nivel global, a valorar el rol y el trabajo de las mujeres a superar mecanismos de clericalismo, de machismo, para encontrar en la sinodalidad un modo de ser hermanos y hermanas para generar vías alternativas, enfatizaba Birgit Weiler. La religiosa encerraba su intervención recordando las palabras del recientemente fallecido, Pedro Casaldáliga: “Vivir significa poner el pie y el corazón detrás del otro, sobre el camino que se va abriendo”.

Hablar de misión debe llevarnos a entender que "la Iglesia es esencialmente misionera, como nos recordó el Concilio Vaticano II, siguiendo el mandato de Jesucristo de proclamar el Evangelio" una reflexión compartida por el Cardenal Claudio Hummes. Según el presidente de la Red Eclesial Pan-Amazónica - REPAM, y de la Conferencia Eclesial de la Amazonía - CEAMA, el Papa Francisco retoma este mandato misionero para nuestro tiempo en su documento programático, Evangelii Gaudium, donde aparece que "hoy todos estamos llamados a esta nueva salida misionera". Hace un llamamiento a "una conversión pastoral y misionera que no puede dejar las cosas como están", diciendo que sueña con "una opción misionera, capaz de transformarlo todo, buscando más la evangelización del mundo de hoy que la autoconservación".

Según el Cardenal Hummes, "el Sínodo especial para la Amazonia nació de este impulso misionero del Papa Francisco". Recordó el encuentro del Papa Francisco con los obispos de Brasil en Río de Janeiro, donde les presentó la Amazonía como una prueba decisiva, un banco de pruebas para la Iglesia y la sociedad brasileña. En esa reunión, el purpurado recordó que "el Papa Francisco habló de la importancia de consolidar un clero indígena y el rostro amazónico de la Iglesia". Desde entonces la Amazonía se convirtió en uno de los temas fundamentales del Papa, según el presidente de la CEAMA. En este sentido, destacó que "el contexto mundial también indicaba esta dirección, porque la crisis climática y socioambiental en todo el mundo, crecía y amenazaba el futuro del planeta. La Amazonía ha demostrado ser de fundamental importancia para el futuro saludable de nuestra casa común".

Cardenal Claudio Hummes

El Papa intuyó que la Iglesia misionera en Amazonia necesitaba ser relanzada, y esto se fue desarrollando hasta la decisión de convocar un Sínodo para la Amazonia. Dom Claudio define este momento como un proceso muy intenso, durante el cual también se creó la REPAM, "que se convirtió en el principal servicio de preparación del Sínodo en el territorio. En este sentido, insiste en que "REPAM sigue siendo este gran servicio misionero y sinodal, ahora junto a, estrechamente relacionado con CEAMA.

Para el Cardenal brasileño, "el Documento Final del Sínodo y Querida Amazonia, son documentos que continúan todo este proceso y lo iluminan, insistiendo en el relanzamiento de la Iglesia en la Amazonia, una Iglesia en salida misionera, inculturada e intercultural, con rostro amazónico, que debe cuidar nuestra casa común, en un proyecto de ecología integral". En esta perspectiva, la CLAR quiere convocar y animar a los religiosos para esta misión, según el Cardenal Hummes, quien afirma que "el Papa confía en que en el proceso de aplicación de las indicaciones sinodales, la vida religiosa asuma la misión y se sienta llamada a caminar con los pueblos de la Amazonia".

Querida Amazonia y el Documento Final muestran las claves de cómo debe ser esta misión de la vida religiosa en la Amazonia, hablando de apostar por una vida religiosa con identidad amazónica, fortaleciendo las vocaciones indígenas. Según el cardenal, "la vida consagrada debe tener el coraje evangélico de priorizar la misión". Esta misión, según él, requiere caminar junto con todos, pero preferentemente con los pueblos indígenas y los pobres y vulnerables de la región, sin renunciar a la propuesta de fe que recibimos del Evangelio, llevando a los demás la propuesta de vida nueva, anunciando a un Dios que ama a todo ser humano. Por ello, insistió en que "la Iglesia espera de vosotros, religiosas y religiosos, una opción decisiva para ir a la Amazonía, donde siempre habéis estado".

Hermana Digna Erazo

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