El presidente del Celam abre el XXVII Congreso de la CIEC Miguel Cabrejos: “La educación es el escenario ideal para reconstruir un mundo dividido y fragmentado”

Mons. Miguel Cabrejos
Mons. Miguel Cabrejos

“La educación es siempre un acto de esperanza que, desde el presente, mira al futuro”

“Una posibilidad para pincelar con nuestro colorido carismático, una tela continental que anime a nuestros niños, jóvenes, personal docente y no docente y familias, a creer que otra educación es posible, que otra sociedad es posible, que otra Iglesia es posible, que otra Vida Religiosa es posible”

"Repensar e imaginar nuevamente el rol de los sistemas educativos en el trazado de un recorrido más inclusivo y sostenible"

Mons. Cabrejos Congreso CIEC

Como un acto de esperanza ha presentado Mons. Miguel Cabrejos la educación en su discurso en la apertura del XXVII Congreso Interamericano de Educación Católica, que tiene lugar en Ciudad de México los días 27 y 28 de mayo de 2022, convocando a más de mil educadores y líderes de la escuela católica en América, reunidos bajo el lema “imaginar lo imposible, concebir algo distinto, inventar lo que no existe”.

El presidente del Celam recordó los seis desafíos asumidos por la CIEC en el congreso de 2020, recordando las palabras del Papa Francisco en que dice que “la educación es siempre un acto de esperanza que, desde el presente, mira al futuro”, planteando siete compromisos a quienes desean adherirse al Pacto Educativo Global. En un tiempo de crisis, Mons. Cabrejos citó algunas de las dificultades de la educación en el continente, provocadas por el Covid-19 y otras pandemias.

Ante esa realidad llamó a sembrar la esperanza, “la esperanza que construye en medio de la adversidad, que nunca desmaya en la búsqueda de una realidad mejor, que nunca abandona el empeño de construir el Reino”. Una tarea en la que los educadores “tienen una tarea insustituible”, diciendo estar convencido de que "la educación es el escenario ideal para reconstruir un mundo dividido y fragmentado”, viendo en la educación “la mejor vía para que las nuevas generaciones alcancen una cultura del diálogo y el encuentro”.

A los educadores, a quienes el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana llamó “discípulos misioneros en la actividad educativa”, les llamó a reflexionar a partir de Aparecida, que está cumpliendo 15 años, y de la Asamblea Eclesial, que destacó el protagonismo de los jóvenes, y llamó a “seguir apoyando todas las iniciativas a favor de las nuevas generaciones”, diciendo a los educadores, de quienes destacó su papel en la Iglesia, que pueden contar con el Celam.

Hna. Daniela Cannavina

En nombre de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos – CLAR, la Hna. Daniela Cannavina, destacó el papel de la Vida Religiosa en el desarrollo de los procesos educativos formales y no formales, haciendo ver que la palabra “transformación” no le es ajena, lo que supone “abrazar las nuevas geografías carismáticas que nos invitan a dar respuestas superadoras y oportunas, lejos de la repetición de los modelos estandarizados”. 

La secretaria de la CLAR señaló que “como Vida Religiosa, sintonizamos con el caminar sinodal de una Iglesia en salida”, esperando de este Congreso, “una posibilidad para pincelar con nuestro colorido carismático, una tela continental que anime a nuestros niños, jóvenes, personal docente y no docente y familias, a creer que otra educación es posible, que otra sociedad es posible, que otra Iglesia es posible, que otra Vida Religiosa es posible”. Para ello la base serán los valores humanos, y crear espacios comunitarios para el discernimiento y la búsqueda conjunta de nuevos caminos.

Por su parte, Oscar Pérez Sayago, Secretario General de la CIEC comenzó destacando el heroísmo de las escuelas católicas en este tiempo de pandemia. Siguiendo la misión de la institución: “animar la evangelización de los pueblos de América a través de la educación”, hizo ver en este momento histórico “afrontamos el desafío de sentar las bases de un futuro sostenible”, llamando a reafirmar “nuestra interdependencia vinculante”, dado que “la educación es fundamental para repensar y hacer posible un futuro común y sostenible”.

Oscar Pérez Sayago

Tras la pandemia, colocó como desafío, “repensar e imaginar nuevamente el rol de los sistemas educativos en el trazado de un recorrido más inclusivo y sostenible”. Para ello invitó a “abrir la imaginación a una pluralidad de futuros posibles, futuros que sostienen diversas formas de saber, de ser”, insistiendo en que “existen motivos sobrados para tener esperanza”.

En esa tesitura llamó a un nuevo contrato social, basado en “un enorme compromiso en favor del diálogo social, del pensamiento y la actuación en conjunto”. Junto con ello a “ser significativos en nuevos escenarios, con nuevos desafíos, para las nuevas generaciones”. Finalmente agradeció la presencia de Mons. Cabrejos y la de muchos obispos, lo que “demuestra el compromiso de la Iglesia por la educación”.

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