En busca del sucesor de Pedro y de Francisco Un Papa comunicador, interlocutor, evangelizador, que nos lleve a caminar juntos

El desafío de comunicar
El desafío de comunicar

Entre las cualidades del primer Papa latinoamericano a ser seguidas está su capacidad para ser entendido, para salirse del guion, para lanzar slogans, con su característico acento porteño, para traducir la profundidad del Evangelio en el lenguaje sencillo de los pobres

Aquel que ocupe la silla de Pedro no puede ignorar que la Iglesia es fiel al Dios de Jesucristo cuando se encarna, cuando escucha, cuando propone y no impone, cuando abraza, cuando lleva a cuestas a la oveja perdida

El proyecto de Papa ha sido un proceso en el que los cardenales han ido avanzando en los últimos días. Las congregaciones generales, que este martes llegan a su fin, han ido pergeñando perfiles, que poco a poco se van revelando, concretando en nombres. Se necesita, o al menos se espera, un Papa, o para mejor decir un papado, que no haga oídos sordos a aquello que el pueblo de Dios, el sensus fidei fidelium, está pidiendo: que el sucesor de Pedro continúe el legado de Francisco, sin olvidar que irá a continuar un camino de casi dos mil años.

Últimos papas

Ni fotocopia, ni ruptura

Sin buscar una fotocopia, elegir un Papa que no rompe con el anterior y se abre al futuro para que esa cadena milenaria continue moviendo la vida de la Iglesia y de la humanidad. Esa relación con la humanidad es un punto clave. Y en eso, nadie puede negar, ni ignorar, la herencia de Francisco, un icono para los próximos papados de lo que es un rostro más humano de la Iglesia.

Entre las cualidades del primer Papa latinoamericano a ser seguidas está su capacidad para ser entendido, para salirse del guion, para lanzar slogans, con su característico acento porteño, para traducir la profundidad del Evangelio en el lenguaje sencillo de los pobres. No olvidemos que cuando la Iglesia complica el lenguaje, la mayoría desconecta. En Francisco encontrábamos palabras que curaban el corazón de los descartados, que eran un bálsamo samaritano para una humanidad herida. Palabras que construían puentes, también con quien pensaba diferente, defendiendo la diversidad como una riqueza en el camino de la unidad.

Papa Francisco
Papa Francisco

Escuchar, proponer, no imponer, abrazar

Aquel que ocupe la silla de Pedro no puede ignorar que la Iglesia es fiel al Dios de Jesucristo cuando se encarna, cuando escucha, cuando propone y no impone, cuando abraza, cuando lleva a cuestas a la oveja perdida, cuando no cierra puertas para nadie. Son elementos claves en la misión de la Iglesia, que es su fundamento, y que tiene que llevar a cabo en el mundo, que nunca puede ser visto como enemigo. Al contrario, es al mundo a quien el próximo pontífice tiene que dar respuestas que ayuden a la humanidad a encontrar caminos de paz, caminos de acogida a los migrantes, caminos que hagan que todos sean respetados por ser personas.

Esto nos lleva a algunos principios que marquen el próximo papado: un comunicador e interlocutor, con el poder político, con el universo religioso y con el mundo virtual y tecnológico; un evangelizador sin medias tintas, que sea testigo de la Buena Noticia con valentía y parresia, sin miedo de asumir nuevos métodos que ayuden a profundizar en el mensaje cristiano; un impulsor del caminar juntos, que escuche, que se deje asesorar, por gente de dentro y de fuera de la Iglesia, que avance en el camino de la ministerialidad, de la transparencia en todos los campos, también en el manejo de los recursos.

A pocas horas de encerrarse con llave en la Capilla Sixtina, el mundo mira hacia el Vaticano. Pero también y sobre todo el santo pueblo de Dios, que reza para que los 133 cardenales encuentren un pastor en la semana en que la Iglesia se prepara para celebrar el Domingo del Buen Pastor. Un pastor que conduzca a las ovejas, que siga confirmando en la fe, como hizo Pedro, como ha hecho Francisco.

Etiquetas

Volver arriba