Abba

Jesús se dirigía a Dios con la palabra “abba” que se traduce por padre o mejor por padrecito. Y a sus discípulos les enseña: “Cuando oréis decid Padre”.


Los hombres con frecuencia vemos a Dios como un ser lejano y nos sentimos incómodos de llamar a Dios padre porque esto significa, normalmente, una gran cercanía; en este caso preferimos llamarle Señor. Vemos normal que Jesús llamará a Dios padre porque él era su Hijo, pero nosotros, pobres pecadores, ¿cómo vamos a atrevernos a tener esta familiaridad con él?

Sin embargo es el propio Hijo de Dios que enseña a sus discípulos a llamar a Dios Padre porque él quiere que nos sintamos así como un niño que vive abandonado en las manos de su padre, porque sabe que junto a su progenitor nada malo puede ocurrir.

Jesús dijo que el Reino de los cielos es de los niños. No que un hombre adulto tenga que comportarse como un niño que lloriquea sino vivir en un estado abandono total en las manos de Dios.

Dios ha creado al hombre para que sea feliz, ¿y qué padre no quiere que su hijo sea feliz? Jesús ya dijo: “Vosotros siendo malos sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuando más vuestro Padre celestial no os las dará”. Vivamos en esta actitud de confianza y sencillez del niño como hizo Santa Teresa del Niño Jesús. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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