Juan Bautista

Juan-Bautista
“Raza de víboras, ¿quien os ha enseñado a huir de la cólera de Dios?” (Mt 3,7). Estas es una de las frases que Juan Bautista gritaba en el desierto Este Juan que es una de las figuras más relevantes del tiempo de Adviento. Vestido con piel de camello, alimentándose de langostas, es una figura ruda la que nos presentan los evangelistas del precursor. Es sin embargo la voz del más grande de los profetas. Juan no grita para regañar a sus oyentes que han acudido al desierto para escuchar sus consejos sino para hacerlos reaccionar, y para que preparen un camino llano para el Mesías que ya llega.

Y es que muchas veces nosotros necesitamos que alguien nos sacuda para hacernos salir del caperuzón en el cual nos hemos encerrado para vivir nuestra ‘vidita’ tranquila, con nuestros pequeños problemas personales sin ir más allá de nuestro pequeño mundo. Y viene Juan Bautista y nos dice: Comodón, ¿no te das cuenta de lo que hay a tu alrededor?, egoísta, sólo piensas en ti y ¿no ves las necesidades que hay a poca distancia de tu mundillo? Si no sabes mirar, escuchar las necesidades de tus hermanos, ¿cómo vas a preparar los caminos del Señor que viene, que quiere venir a ti para salvarte y que no podrás si quieres salvarte solo, sino sabes tender una mano al necesitado? Sal de ti mismo mira, escucha el grito de tus hermanos y Jesús en Navidad vendrá a ti como si entrara en una gran morada adornada no con grandes luces, adornos navideños, regalos sino adornada con buenas obras. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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