Oración para los tiempos de prueba

Dios
El salmo 76, dice Pedro Farnés Scherer, es la oración angustiada casi desesperada ante una grave catástrofe nacional, probablemente ante la prolongada prueba del destierro de Babilonia: “Cuando me acuerdo de Dios, gimo, y meditando me siento desfallecer” (v 4). “¿Es que l Señor nos rechaza para siempre y ya no volverá a favorecernos? ¿Se ha agotado ya su misericordia, se ha terminado para siempre su promesa?” (v 8 -9). Tras un pasado glorioso viene un presente trágico que hace dudar de la bondad del Señor, cuando un salmista cantaba: “Eterna es su misericordia”. Ahora es el tiempo de la prueba que tantas personas sufren sin ver un horizonte halagüeño. En estos versículos pienso en tantos hombres, mujeres, niños que sufren largos años de guerra, de violencia y opresión de los prepotentes.

El recuerdo de tiempos pasados en que Dios se hacía sentir es vivo en el salmista: “Recuerdo las promesas del Señor, sí, recuerdo tus antiguos portentos, medito tus obras y considero tus hazañas” (v 12-13). Por ello el autor del salmo pasa en los versículos siguientes a repasar las gestas admirables de Dios al salir de Egipto: “Tú oh Dios, haciendo maravillas mostraste tu poder a los pueblos, con tu brazo recataste a los hijos de Jacob y de José” (v 15-16).

El recuerdo de las hazañas admirables del Señor, terminan para calmar el dolor presente con la esperanza de que Dios no abandona jamás a los suyos.Texto: Hna. Maria Nuria Gaza.
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