Una pausa sin prisas

Pausa
“Los tiempos de Dios: Todo tiempo tiene su afán. El invierno y el verano, el trabajo y el descanso, los esfuerzos y el reposo, la pasión y la calma, el deseo y los proyectos. Y Dios va haciéndose presente, tocando nuestros tiempos y nuestros ritmos, iluminando las dinámicas que articulan las vidas. Es el Dios presente del día a la noche, de la infancia a la ancianidad, a través de los días, los años y los siglos. El Dios que nos conoce desde siempre. Y que hoy nos invita a reír, a soñar y a vivir....”

Esta reflexión la encontré en www.pastoralsj.org, una de las páginas que está en mis favoritos y a la que asiduamente acudo a ella porque me gusta, ayuda y alimenta el alma.

Es hoy y ahora que Dios me invita a hacer un alto en el afán cotidiano. Hay días que el reloj parece una locura, marca la agenda de tantas cosas que se llega al final del día muchas veces con la sensación y a la vez la realidad que el día ha sido un sin parar y mañana continuaremos. Este Dios que nos conoce desde siempre, que está a nuestro lado se manifiesta incluso cuando no lo percibimos pero ahí está, y de repente te hace caer en la cuenta. Hace poco estaba en uno de esos días en los que crees que también Dios pasa de prisa por tu vida y una persona se me acercó, me dio un abrazo y me hizo saber que tenía una preocupación. En el ajetreo en el que estaba, sin duda, que me cogió totalmente desprevenida pero es ahí, en ese gesto, en esa cercanía, en ese mirarme a la cara y decirme lo que estaba viviendo en ese momento que vi precisamente a ese Dios que se hace presente, que toca el ritmo de nuestra vida y nos invita a estar alertas, al lado del que sufre, del que tiene una preocupación, del que ríe.

Una pausa sin prisas necesito también para estar y llenarme de Él, para dejarle espacio. Es bien cierto que uno no puede dar aquello que no tiene dentro, se necesita también alimentarse y tomar un café con Dios. Y no importa lo que tomes sino con quien lo estás compartiendo. ¿Cuándo tenemos tiempo para estar con Él? ¡Ojalá escuchemos hoy su voz en nuestro corazón! Hna. Ana Isabel Pérez.
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