Las tres grandes religiones firman una declaración conjunta contra la muerte digna “La eutanasia y el suicidio asistido son moral e intrínsecamente incorrectos y deben prohibirse sin excepción”

Eutanasia
Eutanasia

En la 'Declaración conjunta de las religiones monoteístas abrahámicas sobre la problemática del fin de la vida', judíos, cristianos y musulmanes rechazan “categóricamente cualquier presión y acción sobre los pacientes para inducirles a terminar con sus vidas”

Judíos, musulmanes y cristianos "alentamos y apoyamos una presencia calificada y profesional de Cuidados Paliativos en todas partes"

Piden "compasión, empatía y profesionalismo" al final de la vida

“La eutanasia y el suicidio asistido son moral e intrínsecamente incorrectos y deben prohibirse sin excepción”. Así, tajantes, se muestran las grandes religiones monoteístas, en una declaración conjunta emitida este mediodía y que ha sido presentada en Roma por Vincenzo Paglia.

En la 'Declaración conjunta de las religiones monoteístas abrahámicas sobre la problemática del fin de la vida', judíos, cristianos y musulmanes rechazan “categóricamente cualquier presión y acción sobre los pacientes para inducirles a terminar con sus vidas”.

El texto además, defiende la objeción de conciencia de médicos, enfermeros y personal hospitalario a este respecto, subrayando que “ningún trabajador de la salud debe ser forzado o sometido a presión para ayudar directa o indirectamente a la muerte deliberada e intencional de un paciente por suicidio asistido o cualquier forma de eutanasia, especialmente cuando tales prácticas van en contra de las creencias religiosas”.

Vincent Lambert (d), en estado vegetativo desde hace más de una década, falleció este jueves
Vincent Lambert (d), en estado vegetativo desde hace más de una década, falleció este jueves

Consuelo y alivio del dolor

A su vez, las religiones monoteístas “alentamos y apoyamos una presencia calificada y profesional de Cuidados Paliativos en todas partes y para cada uno”, y piden comprometerse “moral y religiosamente a proporcionar consuelo, alivio del dolor, cercanía, asistencia espiritual a la persona que está muriendo y a su familia”.

“Apoyamos las leyes y políticas públicas que protegen el derecho y la dignidad del paciente en la fase terminal, para evitar la eutanasia y promover los cuidados paliativos”, añade la declaración, que exige a los profesionales de la salud que “creen las condiciones bajo las cuales se garantiza la asistencia religiosa a cualquiera que la solicite, ya sea explícita o implícitamente”.

“Estamos comprometidos a crear conciencia sobre los cuidados paliativos a través de la capacitación adecuada y el despliegue de recursos relacionados con los tratamientos para el sufrimiento y la muerte”

El texto reclama a “políticos y profesionales de la salud que se familiaricen con la vasta perspectiva y la enseñanza de las religiones abrahámicas, para proporcionar la mejor asistencia a los pacientes moribundos y sus familias que se adhieren a las normas religiosas y a la evidencia de sus respectivas tradiciones religiosas”.

Proyecto legal de cuidados paliativos:  "Nos convertimos en dueño de la vida!
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Grandes avances, impensables

La declaración hace un repaso de cómo “las cuestiones morales, religiosas, sociales y legales del tratamiento terminal del paciente se encuentran entre los temas más complejos y debatidos en el campo de la medicina moderna”, y reconoce “los grandes avances científico-tecnológicos que hacen posible la prolongación de la vida en situaciones y modalidades que antes eran impensables”.

Muchos pacientes están conectados a la máquina, rodeados de personas ocupadas y desconocidas. En el pasado, por el contrario, las personas generalmente morían en sus casas, rodeadas de sus seres queridos en un entorno conocido y habitual”, constata el texto, que achaca a los cambios culturales, “especialmente en las sociedades occidentales” y a la “creciente falta de recursos” el regreso de este debate.

“Las principales preguntas abiertas sobre la atención y el tratamiento de pacientes en la fase terminal no son médicas o científicas, sino sociales, éticas, religiosas y legales”, lamenta el documento, que insta a “mejorar la capacidad de los profesionales de la salud para comprender mejor, respetar, guiar, ayudar y consolar al creyente y a su familia al final de la vida”.

“Respetar los valores religiosos o culturales del paciente no es solo un problema religioso, sino que es un requisito ético para el personal de los hospitales y otras instalaciones que también albergan pacientes de diferentes religiones”

, señalan las religiones, que piden “compasión, empatía y profesionalismo” al final de la vida.

Ángel y María José, antes de proceder al suicidio asistido
Ángel y María José, antes de proceder al suicidio asistido

“Debemos hacer todo lo posible para ofrecer alivio, aliviar el dolor de manera efectiva, brindar compañía y asistencia emocional y espiritual al paciente y a su familia en preparación para la muerte”, concluye la nota, reiterando que

“nos oponemos a todas las formas de eutanasia, que es un acto directo deliberado e intencional de quitar la vida, así como al suicidio con asistencia médica que es un apoyo directo, deliberado e intencional para cometer suicidio, ya que son completamente contradictorias con el valor de la vida humana y, por consiguiente, son acciones equivocadas tanto desde el punto de vista moral como religioso y deberían prohibirse sin excepciones”.

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