En 1973 se inauguró en la ciudad maditerránea de Nizael Museo Nacional "Mensaje Bíblico Marc Chagall" (MBMC), en un edificio construido por el arquitecto André Hermant en estrecha colaboración con Chagall. En la fotografía observamos una amplia, luminosa sala. Alberga el museo fundamentalmente 17 grandes cuadros, docede ellos dedicados a escenas del Génesis y Éxodo. Y cinco, la joya de la corona, al Cantar de los Cantares. A este inicial catálogo habría que añadir esculturas, mosaicos, tapices, bocetos, grabados, litografías...,siempre sobre tema religioso... El Museo, rodeado de un hermoso jardín, cuenta con un bello auditorio mágicamente iluminado por tres vidrieras del pintor de Vitebsk sobre la Creación del Mundo.
EL MUSEO "MENSAJE BÍBLICO MARC CHAGALL"
Esperanza Galindo, autora del imprescindible libro "Trasgresión y tradición en la obra bíblica de Marc Chagall" (Universidad de Sevilla 2008) nos explica el trascendente destino que ha pretendido Chagall para este Museo Bíblico:
“El Museo Nacional Mensaje Bíblico Marc Chagall se creó como un templo para la espiritualidad universal, sirviéndose del arte como lenguaje común. Los símbolos culturales son imágenes colectivas aceptadas por las sociedades civilizadas con el correr de los años. Si se reprimen o desatienden -según establece Jung- las consecuencias pueden ser nefastas.
Su universalidad parte de la conciencia de pertenencia a un pueblo, del amor y del deseo de unidad de los pueblos semíticos y de todos los pueblos... Su obra es, pues, según su más íntimo deseo, una revelación; un desvelar su esperanza en un mundo nuevo. Sólo con el color verde de esta esperanza y el azul de su fe se puede pintar el cálido rojo del amor del Cantar de los Cantares.”
Dedica Chagall un privilegiado espacio íntimo para ofrecer sus cinco lecturas gráficas del Cantar de los Cantares. Hay quien propone que, secuenciado el texto del Cantar en cinco unidades, sea ilustrada cada una de ellas por una lámina diferente. Pero otros pensamos que las cinco láminas son libres variaciones de todo el texto.¿Y de qué trata el Cantar?Del diálogo amoroso de dos jóvenes en su aventura del corazón. Hay amor, entrega (“mi amado es para mí y yo soy para mi amado”) desde la igualdad, desde el respeto.
Dos lecturas excesivas amenazan la comprensión que necesita nuestro tiempo: reducirlo, por arriba, a amor sin cuerpo (tanta alegoría deshumaniza el relato); y, por abajo, a cuerpo sin amor, porque existe un erotismo pequeño, intranscendente, de solo piel y orgasmo. A ese erotismo banal no se refiere el Cantar, sino al abierto, numinoso, de enamorados que saben acariciar de alma a alma, besar desde los ojos, abrazar con pecho y vísceras, ser uno en carne y risa, sobrevolar galaxias de ternura...
Pero de todo esto sabe mucho Marc Chagall que, por su larga vida y su comprometida fidelidad al Dios del amor y la alegría, mereció dos serenos y hondos amores, con "bella"(Bella Rosenfeld) hasta su fallecimiento en 1942, y con "vava"(Valentina Brodsky) que le acompañó hasta el final de sus días, casi centenario (1985). A Valentina, precisamente, es a quien dedica este ciclo gráfico del Cantar de los Cantares: "A Vava, mi mujer, mi gozo, mi alegría."
CANTAR DE LOS CANTARES II
Esta lámina II presenta a la novia durmiendo desenfadadamente sobre la copa de un inclinado árbol, el árbol de la vida, suponemos. Un pueblo, una ciudad en la parte baja, como en otros escenarios del Cantar. A la derecha, el Rey David tocando su arpa. Más abajo, el trono.
Uno se pregunta qué pinta aquí ese asno (o vaca, o lo que sea) asomado tras el árbol... A Chagall le seducen los animales domésticos: vaca, toro, asno, caballo, cabra, gallo, pez..., con los que ha convivido de pequeño en el hogar de Vitebsk (como anécdota a sensu contrario, su tío era carnicero, su padre comerciante de arenque).
Impresiona este texto que fue escrito por Chagall cuatro años antes de morir:
"Toda mi vida he dibujado caballos que parecen más burros o bueyes que otra cosa... Al contemplar los caballos, que parecen estar siempre en un estado de éxtasis, pienso: ¿no son quizá más felices que nosotros? Se puede uno tranquilamente arrodillar ante un caballo y ponerse a rezar..."
Y hablando del circo:
"Me gustaría ser consciente de la trascendencia de no estar más tiempo solo entre esas criaturas silenciosas cuyas opiniones sobre nosotros sólo Dios es capaz de conocer. Estos animales, caballos, vacas, cabras en bosques y colinas, permanecen todos en silencio. Nosotros murmuramos, cantamos, escribimos poemas y dibujamos, que ellos ni leen, ni ven, ni entienden."
Pero, en mi opinión, esta escena representa, fundamentalmente, el sueño de una mujer enamorada que fantasea el feliz encuentro. La composición general se me asemeja a un útero en gestación que alquimiza un torbellino de pesadillas y abrazos. Como refiere Cantar 3,1-5:
Sobre mi lecho, por las noches,
yo buscaba al amado de mi alma.
Lo busqué y no lo encontré...
Y más tarde:
¡Encontré al amado de mi alma!
Lo abracé y no lo soltaré más...
CANTAR DE LOS CANTARES III
¡Qué diferente este lienzo del anterior! Aquí se están casando dos enamorados bajo un dosel.Dos ángeles anuncian el acontecimiento tocando un cuerno y sosteniendo un candelabro ritual. Invitan a todos a la fiesta y a la oración. A todos y a todas, que vemos a la izquierda como en platea.
No faltará el espectáculo del circo, porque arriba, a la derecha, se visualiza un acróbata en escena. Y hasta descubrimos a Salomón en figura de león coronado. En el centro, como ardiendo, admiramos la amurallada ciudad de Vence, tan querida por el pintor y su esposa. Y a los pies de la muralla, con las casas cabeza abajo, en registro complementario a la muralla, la aldea de Vitebsk.
Me gustaría destacar dos cosas: en el borde inferior se acurrucan, como ocultándose de pudor, los recién casados en mágica noche de amor. Y qué fácilmente eleva el pintor de ángeles al ser humano en vuelo de regreso al Paraíso. A la novia no podía faltarle un encendido ramo de chiquitas flores. Y es que, como nos enseña el Cantar en sus maravillosos versos, no sólo porta un ramo de flores sino que ella misma es un ramo, diría más, es un jardín. Así la piropea el novio (Cantar 5,1):
Vengo a mi jardín,
hermana mía, esposa mía,
a recoger mi mirra con mi bálsamo,
a comer de mi miel y mi panal,
a beber de mi vino y de mi leche.
¡Comed, amigos, y bebed,
embriagaos, queridos!
En mi web "Nido de Poesía" encontraréis, a lo largo de 50 páginas de ordenador,el texto completo del Cantar de los Cantares y un breve comentario, con música e imágenes(pulsar).
