Modelo de pasarela: ¿cuerpo vivo o percha?

Ayer, miercoles de ceniza, se me ha encendido un pilotito rojo. ¿Ayunar, para qué? ¿Para lucir un palmito sin michelines? ¿Para vivir más sano, sin venenosos colesteroles? ¿Para entrenar la fuerza de voluntad? Bueno: pienso que de lo que se trata, sobre todo, es de ayunar para sufrir por unas horas los mordiscos del hambre, para sentirse un poco cerca de millones de necesitados del mundo. Y decidir compartir con ellos un poco de lo que nos sobra, un mucho de lo que les falta... En pantalla, un Cristo en paño de Verónica tan desnutrido que se le hundieron los ojos, se le secaron las encías...

Esta expresiva acuarela me la regaló hace años el genial dibujante Ragel, virtuoso de la esqueletomaquia (pulsar aquí para contemplar el cuadro a mayor tamaño).Todo lo dibujaba este extraordinario pintor en esqueleto. Su ascética mirada eliminaba carnes y nervios: huesos y ropa eran sus únicos recursos gráficos(pulsar) . Recuerdo, como su principal creación, estampas del caballero de la tristísima figura, un Don Quijote descarnado. Identificado literariamente con tan ascético héroe, se me escaparon unos versos:

Si yo fabricara el mundo,
sería sin carne: hueso.
Con azules calaveras
y rotundos esqueletos.

Rayos X redentores
me llevarían adentro:
a la raíz, a la esencia,
sin olas de sangre ardiendo.

Ay, cómo pesa tu carne,
Sancho, tragón irredento.
¡Aire! Yo no quiero abrigos
grasos. ¡Vestidme con viento!

Si yo frabricara el mundo,
sería sin carne: hueso.
Arremetiendo molinos
con mi lanza y con mis sueños.


Por aquellos tiempos de cilicio y disciplina me atraía esa espiritualidad barroca del menosprecio del cuerpo y del mundo. Pero mi teología de hoy me demanda subir a Dios por el placer, la verdad, la bondad y la belleza.

¿Cuerpos vivos o perchas? Para Ragel, perchas, estilizadas perchas-huesos a las que colgar flameantes vestidos... Como en nuestras pasarelas, como en la publicidad de productos para adelgazar... (Recordad el ejemplo contrario del pasado post, sobre Cantar 7,1-6, con una novia de prietas carnes y elegante atavío...)
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