Religión en la Escuela, ¿por qué no?

El viernes comenté el impactante cartel de la CNT: Religión ¡fuera de la Escuela! Algunos de vosotros escribisteis textos hermosos aprobando o criticando mis reflexiones. Me gustaría seleccionar alguno de esos textos hilvanándolos con mi propio pensamiento. Mi punto de vista es: Religión en la Escuela, ¿por qué no? Y es que todos conocemos una juventud muy responsable, ilusionada por altos valores como el respeto a la persona humana, el deseo creciente de libertad y justicia, de solidaridad… Profundizar en la persona y el mensaje de Jesús podría ayudarles a caminar en esa dirección de búsqueda de luz y crecimiento personal.

También conocemos a otros más despistados, como perdidos, con evidente ausencia de referencias fundamentales. La formación religiosa oferta y estimula grandes ideales que tanto necesita hoy nuestra sociedad, como la fraternidad, el amor, la dignidad de todos, el perdón, la justicia, el sacrificio generoso, la espiritualidad…

Ajenjo de ricino abunda en este mismo pensamiento, y va más allá en sus exigencias:

Por lo demás creo que la educación debería ser mucho más religiosa de lo que lo es hoy, con dos asignaturas obligatorias: una sobre la religión católica y otra sobre el hecho religioso y sus distintas manifestaciones, con independencia del catolicismo.


También Conchi Soler sugiere la conveniencia de impartir en la Escuela con calidad clases de religión, criticando a los que quisieran erradicar de la enseñanza esta asignatura:

A nadie se le obliga a que reciba la asignatura de religión confesional en la escuela. Sin embargo es un derecho tipificado como fundamental, por lo tanto se puede decir que esta gente simplemente no está a favor de la democracia ni de respetar los derechos constitucionales y que derivan de la Declaración Universal de Derechos Humanos.


Joaquín Martínez se muestra favorable, siempre que se evite el sectarismo, la intolerancia…

Yo querría dar clase de religión. Las ciencias de la religión ayudan a presentar contenidos, prácticas y actitudes, sobre todo la fe, el amor, la esperanza, con un cierto distanciamiento para evitar el fanatismo en un medio donde no corresponde…


Finalmente escuchamos a Wilburg que, en amplias y hondas reflexiones, nos anima a acoger la Presencia divina en nuestras vidas, valorando la necesidad de formar la conciencia en una sociedad consumista, superficial, manipuladora, de hombres-objeto:

Antes, la Iglesia insertaba en los niños una cosa valiosísima para TODA sociedad: el temor de Dios, la conciencia; ahora, nos toca a nosotros formar a ese niño que, si no domesticamos, vuelve a ser lo que la biología dice: un animal ¿racional?, no, irracional. Capitalista-depredador, y Socialista-vulgar.


Esta es mi lectura personal de vuestros escritos. Si alguno quiere curiosear los textos completos de estos interesantes amigos, pulse aquí. Gracias a todos.
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