DISCO DE SERRAT CON NUEVOS POEMAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ


Acaba de anunciar Joan Manuel Serrat el pasado jueves, en la sede de la SGAE, su colaboración muy especial para el Centenario de Miguel Hernández. Después del éxito, en 1972, del disco titulado escuetamente “Miguel Hernández” (aparecía en la portada, en letra muy pequeña, el nombre de Serrat), presentará en breve, a finales de febrero, un nuevo CD que se llamará “Hijo de la luz y de la sombra”, e incluirá, musicados, trece nuevos títulos hernandianos de diversas etapas. Casualmente, de diez poemas que seleccioné para destacar en mi web “Nido de poesía”, escogidos entre los 640 que componen la totalidad de la obra lírica de Miguel Hernández, casi la mitad, al menos, estarán incluidos en esta segunda antología cantada: Del ay al ay por el ay”, “Las abarcas desiertas”,“Canción del esposo soldado”, y la primera parte de “Carta” titulada “Tus cartas son un vino”. El título del album lo he desarrollado en el blog "Hijo de la luz y de la sombra”.


HABLA SERRAT



Me permito copiaros algunos pensamientos que me llamaron la atención en la presentación del jueves, y nos sirven para comprobar que el cantautor barcelonés sigue en forma y con la sonrisa y la ilusión coloreando su espíritu:

“Me gustaría no renunciar a ninguno de mis sueños, aunque estén a la otra orilla del río pero, bueno, con 66 años no se me ha olvidado nadar.”


Sin olvidar estos hermosos párrafos de animación a la lectura íntima de versos de Hernández en una buena antología. Se refiere inicialmente a los discos interpretados por su voz y su música:

“No puedo colocar los dos álbumes en el mismo plano. El tiempo, las circunstancias, yo mismo, todo es distinto. Pero lo que sí perdura es una sensación, la de la satisfacción de estar moviéndome en la poesía intemporal de un poeta pobre que llega a escribir como los poetas ricos, y que además consigue que los pobres le entiendan. Además, sigo constatando que su obra continúa tan rica y fresca como siempre. Pero, eso sí, hay que tener muy claro que en las canciones sólo está el trailer, la película entera está en los libros.”


Organizará, durante varios meses, una gira exclusivamente con versos Miguel Hernández:

"Comenzará en Elche y me gustaría que acabará en Orihuela el 30 de octubre del 2010, justo el día que se cumplen 100 años del nacimiento... Tratamos de crear un espectáculo especial. Miguel Hernández tiene fuerza y vigencia como para montar algo muy digno. Al final, estoy seguro de que nadie me pedirá que cante Mediterráneo. No lo voy a hacer".


Cada canción irá acompañada, en los recitales, de un vídeo filmado por un realizador importante: Isabel Coixet, Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis Cuerda, Jaime Chávarri, Sergio Cabrera, Javier Mariscal, Montxo Armendáriz...



DOS NUEVOS POEMAS PARA EL NUEVO ALBUM



En lapidarias frases rimadas, de cartuja austeridad, se asocia el poeta al movimiento cósmico hacia la perfección. En inicial etapa de fervor religioso, se abandona el autor al amor de Dios para que le purifique y transfigure. Todo gira en tensión hacia la Belleza, hacia el Orden universal, hacia la maduración de semillas interiores. Pero en los versos finales se le escapa a Miguel –como un grito– un ¡ay!, suspiro del alma, válvula de seguridad de su corazón en llaga viva:

El SILBO DEL DALE

Dale al aspa, molino,


hasta nevar el trigo.

Dale a la piedra, agua,
hasta ponerla mansa.

Dale al molino, aire,
hasta lo inacabable.

Dale al aire, cabrero,
hasta que silbe tierno.

Dale al cabrero, monte,
hasta dejarle inmóvil.

Dale al monte, lucero,
hasta que se haga cielo.

Dale, Dios, a mi alma,
hasta perfeccionarla.

Dale que dale, dale,
molino, piedra y aire,

cabrero, monte, astro,
dale que dale largo.

Dale que dale, Dios,
¡ay!,
hasta la perfección.




Descubramos ahora otro poema, elegido por Serrat, sobre las caricias para el corazón que vienen escondidas en una carta de amor. Cuando viajó a Madrid el poeta levantino en busca de reconociento, las cartas de Josefina, a quien dedica estos versos ("A mi gran Josefina adorada"), le llenaron de emoción y temblores. Tenía que decidir si se comprometía, con todas sus consecuencias, con la movida de la capital y sus excesos, o la elegía a ella, sencilla y pura, generosa. Se conservan divertidas, ingeniosas cartas de amor de Miguel en aquella turbulenta época. Podéis asomaros también al poema "Carta", muy posterior, escrito ya en la trinchera.

TUS CARTAS SON UN VINO

Tus cartas son un vino


que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.

Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.

Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.

Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.


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