16 feligresas, en la primera eucaristía con fieles en Zaramaga "Ya teníamos ganas de volver a vernos": Vitoria recupera sus misas 'marcando' las distancias con mimo y cariño

Vitoria recupera sus misas “marcando” las distancias con mimo y cariño.
Vitoria recupera sus misas “marcando” las distancias con mimo y cariño. VLG

Algunas personas mayores tardarán un tiempo en volver a los templos

Fieles con mascarilla, puertas y bancos señalizados, hidrogel para todos, ausencia del coro, ... algunas de las primeras medidas

Los obispos vascos sacan esta semana una Carta Pastoral conjunta coincidiendo con el regreso a las parroquias 

“Queridas hermanas”. Así comenzaba Jesús Mari Atauri, uno de los sacerdotes de la Unidad Pastoral de Zaramaga, la primera eucaristía con fieles en este 11 de mayo, primer día de la Fase 1 en la que que la Diócesis de Vitoria ha logrado entrar. 

El templo estaba preparado, este domingo, miembros de la comunidad que en su vida profesional asumen tareas de prevención de riesgos laborales, fueron los encargados de acondicionar la nave principal y la capilla hasta reducir el aforo a 120 personas, menos del tercio acordado, pero garantizando todas las distancias recomendadas.

Atauri preparando la celebración

Esta misa contó con 16 fieles “feligresas”, de las que no faltaban a la misa de 9. Pero, como dice Atauri “hemos retrasado la misa para ponerla en la franja horaria de las personas mayores”. Tras el saludo, Txusma; (como le conocen en la parroquia al cura) expresó el primer sentimiento compartido: “ya teníamos ganas de volver a vernos”. 

El sentimiento de comunidad estuvo presente en toda la celebración, a la hora de las peticiones se pidió por la recuperación de esa vida parroquial que se traduce en la catequesis, las celebraciones, y la caridad. Atauri, recordando que estos días han sido una oportunidad para la reflexión, pidió para “que todo lo reflexionado se concrete en realidades.”

Comunión con gafas y mascarilla

A la hora de la comunión se enfundó la mascarilla y unas gafas de protección y, pidiendo que nadie se moviera de su sitio, fue repartiendo la comunión en la mano a todas las feligresas, que permanecían en los extremos de las bancadas, tal y como las cintas de seguridad marcaban los espacios.

Al finalizar la misa, el tradicional “compartir en la sacristía” se trasladó a la nave, cada una desde su banco puso en común el recuerdo a los que no han venido porque su salud no lo aconsejaba, y se repasaron las indicaciones que, a partir de ahora marcarán las misas de la comunidad. “

Teneis que ayudar a las personas que vengan el domingo a misa para que ocupen los espacios marcados, las distancias, y todas las normas” les decía el sacerdote al incombustible grupo de feligresas. También anunció que por la tarde las misas serán en la otra parroquia, en el Buen Pastor, y que hoy se “estrenaba” con un funeral, víctima, no del COVID-19 sino de otra enfermedad. 

Así como en esta parroquia de Ntra. Sra. de Belén, hoy la Diócesis de Vitoria empieza una nueva fase para ir recuperando la vida de la comunidad.

Esta semana los obispos vascos sacarán una carta pastoral conjunta abordando toda la situación que estamos viviendo con la pandemia. 

Non solum sed etiam

Ciriro 2019

El cirio de 2019. Sí me había fijado mientras sacaba las primeras fotos que el cirio tenía la fecha de 2019, pero durante la celebración el cura lo explicó. No pudimos comprar el nuevo cirio pascual porque la librería diocesana ya había cerrado.  Es una tontería, pero dejadme que lo use como símbolo: Aún no hemos dado el salto definitivo a la Pascual quizá, ese cirio de 2019 nos recuerda que muchos han podido quedarse atrás, anclados en la Cuaresma en la que nos pilló el confinamiento. Necesitamos encender el cirio de 2020. Pero, con calma, todo a su tiempo, con la certeza de que nadie se quede anclado atrás.

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