Los "recortes" del Corpus Christi

Nota: tras el mes de verme obligado a mantener mi derecha escayolada y limitado para una escritura ágil, regreso con ganas de compartir muchas ideas. Siempre desde el convencimiento de no decir verdades absolutas sino solo opiniones personales y por ello susceptibles de ser compartidas o no. Y desde la experiencia de que los hechos pueden ser vistos e interpretados Non solum sed etiam.

La noticia:
Este domingo, otrora jueves de los que brillaban más que el sol (Jueves Santo, Corpus Christi y la Ascensión), en muchos lugares de España se llevarán a cabo, con más o menos esplendor y boato, la Procesión del Corpus. Una tradición que bien podía tenerse como paradigma de la evolución del hecho religioso en España.
Esta fiesta, “inamovible” cuando se celebraba en Jueves en toda España, se mantiene hoy solo en las siguientes localidades: Archena (Murcia), Atalaya del Cañavate (Cuenca), Béjar (Salamanca), Camuñas (Toledo), Castropol (Asturias), Daroca (Zaragoza), Jaén, (Jaén), (Tenerife), La Puebla del Río (Sevilla), Lagartera (Toledo), Valenzuela(Córdoba), Laguna de Negrillos (León), Ledesma (Salamanca), Martín (Pontevedra), Nava de Arévalo (Ávila), Orihuela, Peñalsordo (Badajoz), Puenteareas(Pontevedra), Sancti-Spíritus San Fernando (Cádiz), Sevilla, Sitges (Barcelona), Tamarite de Litera(Huesca) Tarragona,(Teruel), Procesión del Corpus Christi de Toledo, Utrera (Sevilla), Valencia, Villa de Mazo (La Palma), Jerez de la frontera)(Villahermoso)|Villardompardo Vitigudino|(Salamanca), Yepes (Toledo), Zahara de la Sierra (Cádiz), y San Vicente de Alcántara (Badajoz). Algunas de ellas han alcanzado la denominación de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

En el resto, y al no ser fiesta de precepto y “cumpli-miento”, se celebrará el Domingo con desigual empaque.
Una Hostia Sagrada, colocada en su viril, encajado en la Custodia, y rodeado de las mejores galas, recorrerá tramos desiguales según sea el arropo que la fiesta tenga en el ámbito civil y eclesial.

No obstante a nadie se le escapa que en esta España tan “plural” en algunas cosas la fiesta del Corpus ya no es lo mismo que antaño. Ha sufrido muchos recortes.

Non solum sed etiam.
Pero el Corpus Christi no solo tiene los recortes mencionados sino también hay otros “recortes” más importantes de los que hoy, y ante la festividad de este año, quiero referirme.

La idea no es original, sino sugerida por una película que vi por segunda vez hace poco:
“Hijos de un mismo Dios”. Que en ingles fue titulada como “Edges of the Lord” (y que podríamos traducir como “Los Recortes del Señor”. Esta película del director Yurek Bogayevicz, estrenada en el año 2001, trata de un niño judío, Romek (Haley Joel Osment), que huye de las tropas nazis que han invadido Polonia, finalmente se esconde con la ayuda del reverendo local (William Dafoe). Está ambientada en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial.

En una escena de la película el pequeño Romek acompaña al cura mientras este troquela las obleas para hacer las hostias que más tarde consagrará. En esa escena se desarrolla una de las reflexiones teológicas más hermosas que he podido escuchar y una de las preguntas más profundas y que cada día tienen más sentido. De esa escena me surge la siguiente reflexión:
La Iglesia hoy sigue consagrando las “formas” que han sido perfectamente troqueladas. Son las “elegidas” para convertirse en el Corpus Christi. Mientras que los recortes e incluso algunas formas que en su proceso de troquelado no han quedado “perfectas” son desechadas a la bolsa de los recortes en una segunda criba.

Evidentemente que el hecho en sí, en su proceso puramente industrial, no tiene más importancia e incluso resulta laudable la existencia de un nivel de exigencia y un control de calidad en la elaboración del producto. Peeeeeero ….

Esa imagen resulta muy plástica para continuar haciendo referencia a los “incómodos de la Iglesia”. ¿Acaso esos recortes desechados para el sublime destino de ser objeto de la transustanciación no son pan de la misma oblea? ¿no tienen el mismo sabor? ¿El mismo color? Son desechados por “no guardar las formas”, por ser imperfectos, por estar “en el borde”.

¡Dios! Que fácil resulta hacer el parangón de los “Recortes de la Hostia” con los “Hijos desechados de Tu Iglesia”.

Me atrevo a lanzar una revolucionaria propuesta para este Corpus: ¡Consagremos también los recortes!
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