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"Laudato Si, una obra maestra, la unidad del magisterio social pontificio del Papa Francisco"
A cinco años de la encíclica social Laudato Si, y a siete del pontificado de Francisco, puede decirse que su magisterio social pontificio es una obra maestra. Como en el arte, el mensaje se manifiesta en la unidad armónica de las partes. Si se conectan sus documentos entre sí, la coherencia aparece y canta bellamente: Laudato Si.
1.-La unidad transversal que conecta los documentos muestra un plan armónico.
2. Laudato Si nos hace ver que un 20% de la población mundial consume recursos ambientales y sociales que roba; que se lo roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones; que les roba a estas lo que necesitan para sobrevivir, es decir: que esa economía mata (Cf. LS 95). Que ese pequeño porcentaje de la población mundial tiene a su disposición un instrumental cada vez más mortífero (Cf. LS 104), para garantizar su nivel de vida suntuoso, sostenido sobre un sistema de relaciones comerciales-productivas, y de propiedad-apropiación, estructuralmente perverso (Cf. LS 52). Que ese sistema está regulado por el deseo exponencial de la acumulación concentrada de la renta en unos pocos muy ricos, al costo de la bioacumulación de residuos industriales químicos en muchos muy pobres (Cf. LS 21).
3. Si no se mutila la integralidad de los documentos, la armonía evangélica que contiene el mensaje social pontificio del Papa Francisco aparece (Cf. EG 39). Como un corpus pastoral-teológico, muestra un plan. El plan aparece solo si se le da una base concreta al itinerario que propone, que no es solo bioético, sino también ético-social (Cf. LS 15). Aparece si se considera que el cristianismo es la única de las religiones monoteístas donde su Dios se encarna, nace siendo dios de una mujer -lo cual da dignidad a todos los cuerpos-, es parte de un pueblo periférico (Cf. GE 6), y dice que solo hay salvación en la unidad (Mt 19, 16-22). Si se reconoce que cobra sentido evangelico allende de lo político, y al mismo tiempo sentido social allende de lo religioso, el magisterio social pontificio de Francisco se convierte en una obra maestra de la historia de la teoría política, y de la economía política universal. Dicho de otro modo, solo se puede ver y escuchar la armonía presente en su magisterio si, además de no mutilarlo, se logra percibir lo nocivo e ideológico del discurso de quienes sospechan y relativizan el compromiso social, considerándolo superficial, mundano, secularista, inmanentista, comunista y populista, como si hubiera otras cosas más importantes, como si sólo interesase una determinada ética y una sola razón, la que ellos defienden (Cf. GE 101).
4. La deformación-división operada al interior de los documentos, por discursos contrarios a la unidad, intenta de ese modo imponer su sentido. Eso hace que la lectura del magisterio se haga a partir de pares categoriales presentados como opuestos irreconciliables, o hiper-visibilizando uno de los extremos para invisibilizar el otro. De ese modo se impide la eficacia del conjunto del mensaje pontificio, al distorsionar el sentido desconectando sus partes.
En consecuencia, puede verse que, en Evangelii Gaudium, con la repetición de los cuatro principios (EG 217-237) al margen de la denuncia profética sobre la realidad social, se opaca la denuncia de una economía que mata (EG 53). En Laudato Si, la hiper-visibilización que algunos hacen de de crisis ambiental, invisibiliza de crisis social, causa directa de aquella (LS 49). En Gaudete et Exultate, la hermenéutica academicista del significado de una moral pelagiana (GE 49), puso en segundo plano la reivindicación de la pastoral social practicada por el santo de al lado (GE 27). En Christus Vivit, el cuestionamiento de la reivindicación de la política (CV 31), ocultó que esa práctica solo se propone como acto de amor (CV 132). En Amada Amazonia, la acción de los movimientos populares y de la red-panamazónica, sumado a la defensa de la biodiversidad, hizo a un costado la idea de contemplación como mensaje central del documento (AA 56).
5. A partir del Covid19, un elenco de mensajes ajusta y da precisiones tácticas a es plan. En el Momento Extraordinario de Oración (27-3-2020) convoca a la unidad y la confianza (#3,4) y repite que nadie se salva solo (#7). En la Homilía de Pascua (12-4-2020) identifica un obstáculo en los grupos financieros. En la Carta a los Movimientos Populares (12-4-2020) advierte a los poetas sociales de las periferias (#2), que se trata de regenerar la economía (#7), no de reparar el modelo existente, y los reconoce como ejército sin armas (#2). En Un Plan para Resucitar (17-4-2020), para lograr un impacto real, estimula moralmente al pueblo a revelarse como una sola alma, con el reservorio de esperanza, fe y caridad, y los anticuerpos de justicia, caridad y solidaridad.
6. Ante las amenazas que detona el Covid19 convoca una comisión para pensar la salida. Se terminó el tiempo de la discusión. Comenzó el tiempo de la decisión soberana. El Papa Francisco es el primer jefe de Estado que, ante la pandemia global, arma una comisión -asistida por una red interdisciplinaria internacional- para salir de la crisis ecológica, que es ambiental y social. Las áreas de la comisión post-Covid19 son cuatro, marcan los límites de la urgencia y disciernen qué hacer. Ante esas amenazas, y en conexión con el magisterio social pontificio de Francisco, aparecen los siguientes interrogantes:
Nacional: avance de fascismos y mafias. Qué se apoya: estados de excepción o gobiernos populares democráticos?
Cibernética: control desterritorializado de bienes-evadidos y cuerpos-aislados? Qué se protege: la comunidad organizada o el individuo?
Alimentaria: control descentralizado de recursos, precios y logística La ayuda social y solidaria quién la gestiona: el gobierno o las cooperativas?
A partir de hoy, aniversario la Laudato Si, comienza una nueva etapa: el desafío de tomar en serio el llamado a la conversión ecológica. La Casa Común está en peligro. Atender el clamor de la tierra y de los pobres es algo que no puede desconectarse si se quiere alcanzar la meta del plan para resucitar que nos marca el actual pontífice, porque: nadie se salva solo.
La creación está para ser contemplada y alabar con ella a su creador. Eso depende de que las condiciones de vida sean dignas, es decir, de que todos y todas tengan asegurado: Tierra-Techo-Trabajo. Mientras eso no esté garantizado, el clamor de la realidad interpela, y la contemplación en la acción es un desafío que nos involucra de manera urgente.
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