"Es responsabilidad compartida de las religiones hacer un mundo más humano" Marwan Gill: "La asunción del nuevo Papa, el legado de Francisco y mis deseos como musulmán"

"Como musulmán, me interpela en particular la labor del papa argentino en defensa de la santidad de la vida, sin distinción alguna de etnia, credo o color. Él nos había advertido ya hace años de una guerra mundial que, según sus propias palabras, se entreveía 'en pedazos'"
"Es mi profundo anhelo que pueda continuar el legado de paz que su predecesor, el Papa Francisco, ha sembrado"
Con nuestro lema "Amor para todos, Odio para nadie", los musulmanes acompañamos su idea de que las diferencias teológicas, religiosas o políticas no pueden ser excusas para alejarnos unos de otros, sino que deben aún más acercarnos a la comunión y al encuentro"
"Comparto el mensaje del líder espiritual de nuestra comunidad, Su Santidad Mirza Masroor Ahmad, dirigida al Papa León XIV, que sintetiza los desafíos de hoy y nuestra responsabilidad compartida a la hora de hacer un mundo más humano"
Con nuestro lema "Amor para todos, Odio para nadie", los musulmanes acompañamos su idea de que las diferencias teológicas, religiosas o políticas no pueden ser excusas para alejarnos unos de otros, sino que deben aún más acercarnos a la comunión y al encuentro"
"Comparto el mensaje del líder espiritual de nuestra comunidad, Su Santidad Mirza Masroor Ahmad, dirigida al Papa León XIV, que sintetiza los desafíos de hoy y nuestra responsabilidad compartida a la hora de hacer un mundo más humano"
| Marwan Gill
Hay ciertos momentos en la vida que quedan grabados para siempre en la memoria, hasta en sus mínimos detalles. Para muchos fieles católicos la elección de un nuevo papa forma parte de estos segundos que no se olvidan. Pero también para algunos no católicos, como en esta ocasión para mí, que soy musulmán, este hecho constituye un recuerdo imborrable. Quiso el destino que cuando el pasado 8 de mayo, la Iglesia anunció a su primer jefe eclesiástico norteamericano de la historia, yo me encontrara justamente en Washington, la capital de EE. UU. Había viajado a la sede de la OEA para participar en un homenaje al Papa Francisco cuando el “humo blanco” pudo verse desde el Vaticano y “Habemus papam” se convirtió en la principal noticia en boca de todos.
De hecho, la elección de un Sumo Pontífice es uno de los acontecimientos más observados y trascendentes del mundo. Más allá de su papel como guía espiritual de más de 1.300 millones de católicos, el papa es también el jefe del Estado Vaticano y, por extensión, la cabeza de una de las instituciones más influyentes en términos políticos, culturales y económicos. Por ello, parala ceremonia de la entronización de León XIV que marca el inicio oficial de su pontificado, asistieron también un sinfín de delegaciones gubernamentales y extranjeras. En este sentido, expreso ante todo mis felicitaciones a la Iglesia Católica Romana y a sus feligreses de toda la tierra por la elección del Papa León XIV. Al mismo tiempo, es mi profundo anhelo que pueda continuar el legado de paz que su predecesor, el Papa Francisco, ha sembrado.
En mi caso, como musulmán, me interpela en particular la labor del papa argentino en defensa de la santidad de la vida, sin distinción alguna de etnia, credo o color. Él nos había advertido ya hace años de una guerra mundial que, según sus propias palabras, se entreveía “en pedazos”. No es casual que en su última aparición pública haya suplicado una vez más que callaran las armas y que cesaran las guerras, sobre todo en Gaza.

Por otro lado, deseo que el nuevo papa pueda ser también la voz incansable de los grupos discriminados, perseguidos y marginados. Que la iniciativa de Francisco de llevar la palabra de Dios “hacia las periferias”, no solo geográficas sino también sociales, se refleje en nuestra preocupación constante por la inclusión e integración de los pobres, de los migrantes y de los refugiados en nuestras sociedades.
Por último, quiero destacar del pontificado del Papa Francisco su encíclica Fratelli Tutti (Hermanos Todos) que nos invita a la fraternidad universal, hacia el encuentro con el “otro” y hacia el diálogo, ya sea interreligioso, intercultural o de cualquier otra índole. Con nuestro lema “Amor para todos, Odio para nadie” acompañamos su idea de que las diferencias teológicas, religiosas o políticas no pueden ser excusas para alejarnos unos de otros, sino que deben aún más acercarnos a la comunión y al encuentro.
También el Sagrado Corán hace hincapié en que es imprescindible que las religiones estén en armonía y se recalca en sus líneas que es nuestra responsabilidad acuñar enlaces con el fin de buscar los valores comunes que nos unan a todos como judíos, cristianos, musulmanes o devotos de cualquier otro culto. Este principio coránico nos invita a escuchar al “otro” en vez de ignorarlo, a dialogar en verdad en vez de discutir, a conocer en vez de prejuzgar, y a construir en lugar de destruir.
Al final, comparto el mensaje del líder espiritual de nuestra comunidad, Su Santidad Mirza Masroor Ahmad, dirigida al Papa León XIV, que sintetiza los desafíos de hoy y nuestra responsabilidad compartida a la hora de hacer un mundo más humano:
“Estamos atravesando un período sumamente crítico y peligroso en la historia de la humanidad, en el que guerras encarnizadas y conflictos violentos tiñen la tierra diariamente con la sangre de innumerables almas inocentes e indefensas. Al encontrarnos al borde de una Tercera Guerra Mundial, ruego que Dios Altísimo conceda al Papa la capacidad de erigirse como una voz en favor de la verdadera paz y armonía en el mundo, y que defienda los derechos de todas las personas inocentes, sin distinción de casta, credo o color.” Amen.
Marwan Gill es Imam y Presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadía en Argentina.
