Diario del obispo de Zamora, Fernando Valera, durante la visita ad limina al Papa (III) El apóstol Pedro, hoy, se llama Francisco

El obispo de Zamora, en Roma
El obispo de Zamora, en Roma

"Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad, una esperanza de armonía social"

Ante el futuro, hay que reflexionar el futuro de los propios sacerdotes, muchos viven solos, hay una soledad en una cultura no cristiana, hombres sanos psicológicamente que vivan en comunidad, también existen modos de vida común, tenemos que buscar el equilibrio entre ser hombres de Dios, evangelizadores y comunitarios

Es necesario un plan de comunicación en la Conferencia Episcopal Española, en el que esté lo más específico de la Iglesia

Como todos los días comenzamos el día con la Eucaristía y esta vez en el templo de María, en la basílica de Santa María la Mayor, misa presidida por Mons. Francisco Cerro Chaves, que nos recordó en la homilía la importancia de María y de la Eucaristía. También cómo en la propia cruz el mismo Jesús mira a María y a Juan, y desde aquel momento la tenemos como madre, y esa mirada de la madre, junto con Juan, miran al crucificado. El apóstol Pedro hoy se llama Francisco. No podemos olvidar el camino a la santidad en la humildad a la que estamos llamados cada uno de los cristianos.

La primera congregación que visitamos fue la Congregación para la Educación Católica, con el prefecto S.E. Card. Giuseppe Versaldi, con el secretario de la misma, Mons. Angelo Vincenzo Zani, en la que actuó como relator Mons. César Franco. El Prefecto en el mismo saludo nos recordó la importancia de la sinodalidad, presentó las últimas publicaciones de la Congregación, especialmente el Vademecum: Pacto Educativo Global, que nos recuerda la diversidad en la comunión con el Santo Padre. El relator recordó que en España es Educación y Cultura, agradeció al Santo Padre por el pacto educativo global y recordó que el sesenta y tres por ciento de los alumnos piden en la escuela la religión católica. Hay que ayudar a los padres, a la educación concertada y a los propios alumnos a consagrar un derecho que reconoce la propia Constitución Española. Es un servicio a la formación religiosa, siempre en diálogo y en servicio cordial.

El secretario de la congregación pontificia insistió en los siete compromisos por el pacto educativo global, a saber:

1. Poner a la persona en el centro
2. Escuchar a las nuevas generaciones
3. Promover a la mujer
4. Responsabilizar a la familia
5. Abrirse a la acogida
6. Renovar la economía y la política
7. Cuidar la casa común

Como nos recuerda el Papa Francisco “es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad, una esperanza de armonía social”.

También el mismo relator recordó los Campos temáticos de investigación: hacia una nueva idea universidad. Así en la construcción de la Aldea Educativa Global se pide a las universidades que realicen trabajos de investigación científica en las cinco áreas temáticas que constituyen los pilares de la idea de universidad del Papa Francisco, que son:

1. La dignidad y los derechos humanos
2. La fraternidad y la cooperación
3. Tecnología y ecología integral
4. Paz y ciudadanía
5. Culturas y religiones

No hay que olvidar la formación de los propios formadores, es importante el discernimiento.

También se presentó el documento Educar al humanismo solidario

Diálogo de Veritatis Gaudium, que es la constitución apostólica de estudios en las universidades y facultades eclesiásticas, firmada por el Papa Francisco y actualiza la constitución apostólica de 1979 Sapientia christiana. Esta nueva constitución : ofrece directrices y normas para la enseñanza, invita a crear redes entres las distintas instituciones, insiste en los lugares de investigación y progreso del conocimiento, hay que cuidar las metodologías de participación, investigación  y enseñanza, sin olvidar las relaciones interdisciplinares.

A continuación en la Congregación para el Clero, con el nuevo prefecto S.E. Mons. Lazzaro You Heung sik, que en el propio saludo comentó que está aprendiendo esta nueva realidad, ya que lleva siete meses nombrado, actuó como relator, Mons. Francisco Cerro. El prefecto agradeció a los sacerdotes su servicio, incluso de héroes en su entrega; y surge la pregunta, ¿cómo responder al reto de la edad y de las situaciones personales?.

También habló de los seminarios, cómo se está aplicando la Ratio española, que fue aprobada hace tres años: hay una experiencia de colaboración, como por ejemplo, en la Diócesis de Zamora, que está acogida en el Teologado de Ávila, y agradecemos su trabajo y entrega.

Hay una necesidad de acompañar a los sacerdotes, y por eso es importante insistir en la conformación del corazón del discípulo de Cristo. Y ante el futuro, hay que reflexionar el futuro de los propios sacerdotes, muchos viven solos, hay una soledad en una cultura no cristiana, hombres sanos psicológicamente que vivan en comunidad, también existen modos de vida común, tenemos que buscar el equilibrio entre ser hombres de Dios, evangelizadores y comunitarios.

Sobre la fraternidad sacramental: el sacerdote del futuro vive en comunidad y es profundamente eucarístico y besa las heridas de los hombres de su tiempo.

La Ratio española recalca la misión, la formación (tanto inicial como permanente) y la comunidad. Por eso es importante formar pastores misioneros, debe haber una integración en el presbiterio junto a un acompañamiento personal.

Los sacerdotes son hombres presbíteros, hombres de Dios y hombres de oración, profundamente humanos, pastores e íntimamente unidos  aJesucristo, por eso saben entender el idioma de los jóvenes: en la cordialidad, la misericordia, el espíritu sinodal y el discernimiento.

Los sacerdotes son hombres del Espíritu en la casa de la comunión.

El prefecto para el clero concluyó desde su propia experiencia de rector, por eso nos recordó que hay que formar sacerdotes santos, pastores y misioneros.

La pastoral vocacional ha de realizarse con todos los creyentes y por eso hay que fomentar la vida donde hay vida, buscar el agua donde hay pozos e integrar a los inmigrantes como creyentes activos en todas las iglesias diocesanas.

La tarde estuvo dedicada en el Dicasterio para la comunicación que encabeza como prefecto Paolo Ruffini y el relator fue Mons. Juan Antonio Aznárez. Hay que ofrecer el don que cada uno tiene, una comunicación desde el testimonio y el contar historias que hacen relación a la fe. Es importante la comunicación en la Iglesia, antes que la tecnología, ya que la comunicación es teología, es decir, se comunica el Evangelio en la catequesis, en la homilía…

Es necesario entrar en la cultura comtemporánea y tocar las heridas de los hombres, por eso nos tenemos que preguntar: ¿Cómo predicamos el Evangelio?

Los medios vaticanos se están reformando para trabajar  más como periodistas en el hoy de la comunicación, se trabaja en cincuenta y un idiomas diferentes.

Hay que trasmitir el corazón de las cosas que pasan en la Iglesia y en en el ministerio del Papa.

Así la comunicación ha de ser una comunicación de historias, de  testimonios.

Ha habido una reforma del dicasterio: las cosas van naciendo en la Iglesia cuando nacen en la sociedad. La Iglesia ha caminado con la cultura, como nos recuerda el mismo prólogo de Juan: “El verbo se hizo carne”. Por eso la comunicación tiene que ser una institución de medios unidos, así en el año dos mil quince nace la secretaria para la comunicación, en el actual contexto comunicativo que mira el hoy cultural y sirve a las iglesias locales.

En la iglesia de España se ve la necesidad de comunicar y comunicar bien, en comunicación se ve que en las iglesias particulares hay delegados jóvenes y con mucha ilusión. Es una expresión más del gobierno pastoral de la Diócesis.

En ocasiones hay un déficit importante en la comunicación interna.

No podemos olvidar que todos comunicamos y que todo comunica, por eso es importante una escuela de comunicadores parroquiales, ya que la parroquia tiene que comunicar.

Es necesario un plan de comunicación en la Conferencia Episcopal Española, en el que esté lo más específico de la Iglesia.

Importancia de la comunicación y la formación del Pueblo de Dios en la comunicación. Esto no es instrumental, no se ha hecho cultura no hay que tener miedo y no podemos olvidar que hoy se educa con la comunicación y la misma comunicación educa.

En definitiva, tenemos que comunicar bien el bien, estar en comunión y tenemos que comunicar la alegría del Evangelio.

*Publicado también en la web de la diócesis de Zamora

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