ANTONIO CRUZ
Las principales objeciones éticas planteadas a la inseminación artificial provienen, sobre todo, del campo católico.
Desde la época de Pío XII tanto la inseminación con semen del propio marido como la que utiliza esperma de un donante, han sido rechazadas y calificadas de actos inmorales.
Actualmente, en ciertos ambientes del catolicismo, parece que estas posturas han ido perdiendo fuerza y es fácil encontrar teólogos que defienden y proponen su aceptación. Sin embargo, todavía existen amplios sectores que prefieren mantenerse fieles al magisterio de su Iglesia y rehusar cualquier tipo de inseminación artificial.
¿Cuál es el fundamento de este rechazo? Existe un doble argumento.
Puede leer aquí el artículo completo de este biólogo y escritor de fe evangélica, titulado Ética e inseminación artificial