De Cospedal: "A la mayoría no les molesta un crucifijo en las aulas"

Un compañero de partido, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha explicado en Salamanca que no puede "compartir una parte de la sentencia, según la cual, la presencia en algunos colegios públicos de un símbolo religioso, como es el crucifijo, sea un elemento de agresión, de vulneración de derechos y de libertades". A juicio del presidente autonómico, esa apreciación "no es así en la España de hoy para el cien por cien de los ciudadanos, de las familias, de los alumnos y de los profesores, profesen o no una religión". Herrera ha afirmado que la Administración regional están analizando la sentencia para analizar si recurre o no la sentencia, fruto de la demanda de un grupo de padres desde 2005.
La postura de Herrera es similar a la del alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, también del Partido Popular, que considera que en un país con "importante" tradición cristiana "a nadie le puede ofender un crucifijo", según ha declarado esta mañana. Horas después, el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, ha afirmado en rueda de prensa que no ve "la necesidad" de que se deba retirar de las escuelas el crucifijo. "Como decía el profesor Tierno Galván, una vez que le preguntaron, el crucifijo es un símbolo de paz, que no ofende a nadie", ha recordado García-Escudero.
"Un ataque laicista"
En una nota de prensa emitida por la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), la organización sostiene que la decisión judicial "se trata de una desafortunada y grave decisión por cuanto afecta también a los padres del centro que han inscrito a sus hijos en la enseñanza de la religión católica y a los que no se ha tenido en cuenta". La Concapa ha asegurado que la decisión se enmarca en "una política de ataque rabiosamente laicista contra los símbolos religiosos".