¿Deben ser vírgenes las chicas?

¿Debería toda buena chica ser virgen? ¿O nos estamos asiendo a un anticuado punto de vista que divide a las mujeres en dos categorías, las buenas chicas y las demás, una clasificación que mantiene en vigor esa doble percepción para las jóvenes, no para los chicos)? En cualquier caso, ¿qué significa ser virgen? Últimamente, convertirse en virgen renacida está bien visto, incluso es algo que está de moda. Consiste en abstenerse de la práctica sexual durante un mínimo de tres meses antes del matrimonio.

El eslogan político Sencillamente, di que no --acuñado por fundamentalistas cristianos norteamericanos-- va casi siempre dirigido a las chicas, a quienes se pide negarse al coito (y otras formas de expresión sexual), volviendo a la idea de que las mujeres son las tradicionales guardianas de la moralidad, puesto que la virginidad femenina constituye el auténtico sello de "la posición moral de una buena chica en la sociedad", lo cual acentúa "la maldad del sexo". Pero muchas mujeres disfrutan más de los preámbulos que del acto, por lo que se puede argumentar que, aunque no lleguen hasta el final, no se están privando nada.

En los años 50, lo normal era que una chica dijera no a cualquier escarceo sexual. Eso cambió un tanto en los años 60, con la llegada de la revolución sexual, que convirtió el sexo libre en el estilo de vida del momento. Mis trabajos con documentación de los años 70 ya dibujan a una mujer que afirma, de una manera generalizada, sentirse explotada por la revolución sexual y por la presión que se ejerce sobre ella para mantener relaciones con cualquier hombre que lo desee.

HOY VOLVEMOS a observar una cierta presión sobre las chicas para ser vírgenes. Hay clubs apoyados por la Iglesia funcionando en muchos países que reclutan a jóvenes de ambos sexos para ser vírgenes. Estos clubs de origen occidental funcionan en lugares tan remotos como China. Aunque no realizan grandes avances en Shanghai o Pekín, han hecho un buen número de conversos en la tercera ciudad china, Naikín, ubicada en la zona rural del suroeste, donde las chicas proclaman orgullosas: "Yo soy virgen".

Hay iglesias en Estados Unidos que hacen adeptos a este punto de vista antisexo. En Suráfrica, algunos intentan sustituir la ablación del clítoris (que ejecuta la madre) por un ritual de inspección de la virginidad (también a cargo de la madre).

El misterio de la sexualidad femenina inherente a la idea de la virginidad es peligroso por muchos motivos. Primero, porque considerar a los chicos como "el enemigo al que hay que parar o engañar" genera una cierta presión sobre las chicas. Además, porque fomenta que los chicos quieran diseccionar la conducta de ellas, buscando "comportamientos sexuales buenos", dividiendo mentalmente a las chicas en las buenas y las demás. Por todo lo cual, ellos están bajo otra presión: conseguir que las chicas accedan al coito y aprendan a tener relaciones.

Hay una razón más evidente de por qué la idea de virginidad en las chicas es dañina: porque no permite ni favorece el respeto por los derechos sexuales de las mujeres. Ni en los años 50 ni ahora, con la nueva virginidad, son las chicas capaces de sentirse orgullosas de sus cuerpos desde un punto de vista sexual, o de dejarlos ir y ver de qué son capaces.

La idea de virginidad ha quedado tan entrelazada con moralidad sexual que hoy estos conceptos y el de pureza femenina se han convertido en símbolos globales, entendidos y aceptados en la mayoría de culturas. O sea, que en Occidente compartimos en cierta medida las leyes de Oriente Próximo por las que se decreta que la mujer debe esconderse detrás de un velo para salvaguardar su pureza, y que sus cuerpos sólo pueden verlos sus maridos.

¿Y qué decir de las chicas de hoy? ¿Quieren que sus maridos sean vírgenes? La mayoría de mujeres dice que, si ellas llegan vírgenes al matrimonio, sus maridos también deberían hacerlo. Si la idea es la de igualdad, ¿preferiría la mayoría que tanto el marido como la mujer fueran vírgenes sin experiencia o que ambos ejercieran el derecho a ser personas experimentadas? En este punto, sus respuestas no son muy claras, y muchos dicen que, puesto que a menudo las primeras relaciones no funcionan, la idea de que los que se casan sean vírgenes no es práctica.

De hecho, se otorga gran valor a las chicas que son capaces de extender sus alas --liberarse-- desde el punto de vista sexual, las que están orgullosas de sus cuerpos y disfrutan de sus emociones sexuales. La verdad es que los cuerpos de las chicas son bonitos, y no son sólo los hombres los que deberían disfrutar de ellos. La sexualidad femenina no tiene nada de qué avergonzarse. Shere Hite.
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