IDEAS PRINCIPALES DE LA ENCICLICA "QUAS PRIMAS" DE PIO XI 11 DIC. 1925

Las causas principales de los males que aquejan a la humanidad se encuentran en que los hombres se han alejado de Jesucristo.
Hay que buscar la paz de Cristo en el Reino de Cristo.
JESUCRISTO ES REY

Es Rey Jesús en sentido metafórico a causa del supremo grado de excelencia que posee. Y Jesucristo reina:
- Reina Jesucristo en las inteligencias, porque El es la Verdad y los hombres necesitan beber de El y recibir la Verdad. -Reina en las voluntades, porque en El
la voluntad humana está del todo sometida a la voluntad divina. Además con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra voluntad.
-Reina en los corazones de los hombres, porque con su gran amor, mansedumbre, benignidad se hace amar de las almas, de manera que nadie ha sido ni será amado como Cristo.
También Jesús es Rey en sentido estricto. En cuanto hombre recibió del Padre la protestad, el honor y el Reino. Y como es Dios verdadero ha de tener con el Padre el mismo Imperio sobre todo lo creado.

Basta recorrer textos de la Sagrada Escritura para confirmarnos en estos principios. (Repasemos Ef. 3,9. Salmos 44 y 71. Isaías 9, 6¬7 Jeremías 23,5. Luc. 1,32-33. Mat. 25,31-40- Jo.18,37. Mat. 28,18. Apo. 1,5 y 19,16. Heb. 1,1. 1 Cor. 15,25. 1Pe. 1,18-19. 1Cor.6,20. y 6,15. Jo 14,15 y 15,10 Jo 5,22. 1Cor.7,23. Concilio Trento sesión 6 cap. 21)
La Iglesia es Reino de Cristo sobre la tierra. Y esto se ha entendido así desde los mismos evangelios, sin que todavía hubiera llegado al mundo "convertido" la idea de "cristiandad", que ahora se quiere eliminar en grandes sectores de la Iglesia.
Está fundada la realeza de Jesucristo en la misma unión hipostática. Y en la misma redención, ya que fuimos rescatados por su sangre preciosa.
TRIPLE POTESTAD EN LA REALEZA DE CRISTO. Fue dado a los hombres como Redentor en quien hemos de confiar, como legislador a quien debemos obedecer. En los Evangelios se nos presenta Jesús no sólo como que legisló, sino nos lo presentan legislando. Quienes guarden sus preceptos demuestran que le aman y permanecen en la caridad. Ver en Juan 5,22 El Padre no juzga a nadie, sino que todo el poder de juzgar se lo dio al Hijo. Además se le debe reconocer al Hijo la potestad ejecutiva; porque es necesario que todos obedezcan a su mandato. La potestad de Jesucristo implica también que a los rebeldes les inflige castigos, a los que nadie puede sustraerse. (Ver nº 13 de la Encíclica)

José María Lorenzo Amelibia
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