1.- Contemplamos hoy a Jesucristo en un momento de indignación, en un momento de enfado. Encontró dentro del templo vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas les volcó las monedas. Con un azote los echó a todos del templo.
2.- Cuando después los judíos le preguntaron por qué obraba así, con qué autoridad lo hacía, respondió: "Destruid este templo y en tres días lo levantaré". Se refería a sus futura resurrección al tercer día.
3.- Aplicando a nuestra vida: Hemos de respetar el templo como casa de oración. Acudir allí para orar. Saber guardar silencio exterior y compostura para poder orar. Buscar el templo para visitar a Jesús y agradecerle y pedirle fuerza. No pasemos delante de una iglesia abierta sin entrar aunque sea unos minutos.
4.- Y confiar en Él. Resucitó al tercer día para demostrarnos la verdad de nuestra religión. No fundamentamos nuestra fe en unos dichos hermosos, sino en la realidad de que Jesús resucitó.
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