En los primeros rescriptos de secularización incluian esta frase, "queda reducido al estado laical". Esto es del todo contrario a Trento. La Asociciación ASCE acudimos al Dicasterio correspondiente para expresar nuestra extrañeza por tan desafortunada frase. Pronto fue corregido el texto del rescripto, se suprimió esa frase. El canon de Trento dice "...ei qui semel factus est sacerdos, laicus fieri nequit." (aquel que ha sido ordenado sacerdote nunca ya puede ser laico).
Ahora vuelve la frase contraria a Trento a leerse y oírse con frecuencia, incluso entre sacerdotes y jerarquías. Implícitamente va contra el carácter sacerdotal. Pienso que a los dirigentes eclesiales les vendría bien que no existiera ese canon. Pero ahí está y no se puede cambiar.
Precisamente a causa del carácter sacramental sobreviene toda reivindicación de volver al ministerio por parte de los sacerdotes secularizados que lo pretenden.
Que queden, pues, las cosas claras: prohibición de ejercer el ministerio, sí. Reduccción al estado laical, imposible. ¿Juego de palabras? Pero por medio está el dogma de Trento.