Nuestro obispo emérito de Vic, D. Josep Maria Guix, desde hace unos meses se encuentra muy delicado de salud. Esta semana su estado ha empeorado, y esta tarde nos informaban desde Vic, que se encuentra en cuidados intensivos en una situación muy delicada.
Es un momento importante en su vida, un momento en el que lo mejor que podemos hacer es orar por él, y sobre todo, dar gracias por su vida y su ministerio al servicio del Pueblo de Dios.
Mi recuerdo de Monseñor Guix es el de un Padre y Pastor cercano y muy humano. Un hombre de una gran talla espiritual y de un compromiso insobornable con los más pobres. Su paso por la Comisión de Pastoral Social en la Conferencia Episcopal Española, ha marcado una orientación de compromiso importante en la Iglesia Española. Supo involucrarse y entregarse a la causa de la justicia y la solidaridad, a la pastoral social, con una caridad infinita, un celo pastoral constante y un sentido humano y humanitario netamente evangélico. Hemos aprendido mucho de él.
La diócesis de Vic y todos los que tuvimos el privilegio de tratarle, nos unimos hoy para pedir a Dios le conceda cuanto necesita en estos momentos.